Poesía y Prosa Cortesana en el Siglo XV: Cancioneros y Narrativa

La Poesía Cortesana

En el siglo XII surge en Provenza un tipo de poesía que tendrá gran influencia en toda Europa. Sus creadores son los trovadores y su tema, el amor. La novedad de esta poesía es considerar a la mujer como un ser superior al que el enamorado rinde culto y vasallaje, como si de un señor feudal se tratase. Ese tipo de amor recibirá el nombre de amor cortés. En realidad, se trata de la trasposición de las relaciones sociales del feudalismo al ámbito amoroso: el poeta se declara siervo de la dama, a la que llama ‘mi señor’, y que aparece caracterizada como un cúmulo de perfecciones; su propósito es alcanzar el galardón, que estima merecer en virtud de la fidelidad de su “servicio”; sin embargo, la honestidad de la dama impide que pueda acceder a sus deseos: la frustración de este transforma el sentimiento amoroso en sufrimiento y dolor, que pone en peligro su vida y que le hace desear la muerte. Esta poesía influirá notablemente en la lírica gallega y en la poesía catalana medieval. Su importancia será también grande en la poesía italiana de autores como Petrarca.

Los Cancioneros Castellanos y Aragoneses del Siglo XV

Los cancioneros castellanos y aragoneses del siglo XV son colecciones de poesía, compiladas bajo la protección de reyes o nobles, y que corresponden a los nuevos gustos y costumbres cortesanos. Los cancioneros cumplen una clara función social. El noble no es ya solo guerrero y político, sino también cortesano. Los cancioneros proliferan durante la segunda mitad del siglo XV y los diversos tipos de manuscritos indican también las diferentes capas sociales a las que van destinados. Los poetas recogidos en los cancioneros son numerosísimos, signo de la fertilidad poética excepcional de una época en la que la artificiosidad, el lujo y las fiestas invaden las cortes. Cancioneros muy importantes son el Cancionero de Baena, el de Estúñiga y el de Palacio; el primero impreso es el Cancionero general, por Hernando del Castillo.

La temática de la poesía cancioneril es predominantemente amorosa. Sin embargo, no se trata de un amor idealizado o literario, sino que tras la artificiosidad de esta poesía se esconden conceptos de erotismo y pasión sexual. Son poemas que emplean palabras malsonantes inequívocas. Ambigüedad, sutileza e ingenio, junto con un vocabulario restringido, el gusto por la paradoja y una métrica particular, son las características formales de esta poesía de cancionero.

Poetas Destacados

Destacan 3 poetas: el Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.

Prosa del Siglo XV

Durante este siglo el desarrollo de la prosa en castellano es ya muy notable. Son numerosos los libros escritos en prosa y muy variados los temas que tratan. La lengua romance gana en complejidad y se va convirtiendo en una lengua de cultura válida para la expresión de todo tipo de saber.

Prosa Didáctica

Dentro de la prosa didáctica, se pueden destacar dos figuras: Enrique de Villena y el Arcipreste de Talavera.

Enrique de Villena

Enrique de Villena, espíritu abierto e inquieto, poseedor de una notable biblioteca, que fue quemada en parte a su muerte. Es autor de numerosas y diversas obras, entre las que destaca Los doce trabajos de Hércules.

Arcipreste de Talavera

Arcipreste de Talavera, autor de El corbacho, de carácter didáctico. Destaca en la obra la espléndida utilización del habla popular de la época.

Prosa de Ficción

En la prosa de ficción se nota ya una evolución que la aleja de la simplicidad de los exempla medievales. Se desarrollan dos géneros: libros de ficción sentimental y libros de caballerías.

Narraciones Sentimentales

Las narraciones sentimentales tienen muchos rasgos de lo que modernamente conoceremos como novela: personajes en conflicto con su entorno, análisis de la intimidad individual, evolución psicológica de los personajes, protagonistas angustiados, etc. El análisis de las relaciones amorosas es el centro de atención de estas obras. La obra cumbre de este género es La cárcel de amor, de Diego de San Pedro.

Libros de Caballerías

Los libros de caballerías, de los que se hicieron traducciones y adaptaciones muy pronto. Los temas relativos a Carlomagno y al rey Arturo son los más comunes. La primera muestra es el Libro del caballero Zifar. De finales del siglo XV es Tirant lo Blanch. Pero el libro más importante es Amadís de Gaula, por Garci Rodríguez de Montalvo.

Los libros de caballerías son libros de aventuras protagonizadas por caballeros cuya misión es restablecer el orden y proteger a los indefensos. Los valores que se transmiten en las obras son ya muy diferentes de los de la épica: están idealizados y sujetos a unas convenciones formales muy estrictas, como corresponde a los nuevos gustos de la nobleza, que ya no es feudal ni guerrera, sino aristocrática, cortesana, refinada. Los personajes aparecen sin apenas evolución ni desarrollo psicológico; el amor es el tema central de las obras y el que determina el comportamiento de los personajes, divididos en buenos y malos; los escenarios son imaginarios, y a menudo, maravillosos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *