Poesía, Romance y Celestina en el Prerrenacimiento Español: Siglo XV

La Lírica Culta del Prerrenacimiento: La Poesía de Cancioneros

La nobleza ruda, aislada en su fortaleza y dedicada a la guerra, se refina al trasladarse a la corte real, o al convertir su propio castillo en una corte, centro de fiestas galantes, de torneos o de certámenes poéticos. En torno al rey y a los grandes señores surgen cortes literarias, anticipando el ideal del caballero perfecto: diestro en armas y letras. Esta literatura es un reflejo del ambiente culto y galante en el que surge.

Poesía de Cancioneros

Es una poesía culta, destinada a la minoría letrada de la corte, que fue recogida en cancioneros (antologías poéticas que recopilan la obra de numerosos autores). Surge una poesía amorosa, inspirada en el amor cortés (el caballero se siente preso de una especie de religión del amor, entregado al servicio de una dama de virtudes casi divinas) y todo expresado con una serie de artificios retóricos que convierten a esta poesía en un ejercicio de ingenio.

Hay una poesía didáctico-moral, que trata temas elevados (brevedad del tiempo, designación de la fortuna y presencia de la muerte) y el gusto por la alegoría y el estilo culto latinizante reflejan la implantación de un incipiente humanismo.

Destaca la obra de los tres grandes poetas del siglo XV:

  • El Marqués de Santillana (1398-1458): Fue un noble poderoso, hombre de armas y humanista de amplia cultura. Es el mejor anticipo del ideal de caballero humanista, en el que se funden el soldado y el poeta. Cultivó todas las modalidades de la poesía cortesana: de tipo provenzal (canciones y decires), poemas alegórico-dantescos (El infierno de los enamorados) y 42 Sonetos hechos al itálico modo.
  • Juan de Mena (1411-1456): Secretario de cartas latinas del rey Juan II, fue un humanista enamorado de la cultura clásica y entregado por entero a la creación literaria. Su gran creación es el Laberinto de Fortuna.
  • Jorge Manrique (1440-1479): Participó en la política de su tiempo y murió muy joven en una acción de guerra. Lo que le convierte en un clásico de valor universal son las Coplas a la muerte de su padre (Don Rodrigo), elegía funeral en la que, tras una reflexión general sobre la muerte, expresa su dolor personal ante la desaparición del ser querido, del que elogia sus virtudes morales y humanas y cuenta su muerte, consolado por el recuerdo de sus hazañas y buenas obras.

Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique

Son un conjunto de 40 coplas de pie quebrado. Cada estrofa está formada por dos sextillas. Cada sextilla constituye la estrofa denominada copla manriqueña. El verso de arte menor confiere un ritmo a la composición que contrasta con la solemnidad de la copla de arte mayor. Temas: fugacidad del tiempo, brevedad de la vida, fortuna, muerte, fama, y el ubi sunt? (consiste en preguntar por personajes o motivos pasados con los que, a pesar de su gloria y de su belleza, también murieron). Utiliza una lengua sencilla y natural.

Poesía Tradicional del Siglo XV: El Romancero

Reúnen composiciones anónimas también de carácter popular. Son narraciones épico-líricas en versos octosílabos, con rima asonante los pares, quedando libres los impares. Empezaron a divulgarse en pliegos sueltos y a recopilarse en cancioneros.

Al conjunto de romances se le llama Romancero Viejo. Distinguimos entre romances tradicionales (tratan sobre los mismos temas que la épica o sobre hechos coetáneos) y romances juglarescos (que son los que los juglares componen desde la segunda mitad del siglo XV a imitación de los antiguos sobre temas más cercanos a los nuevos gustos de la nobleza caballeresca).

Del estilo de los romances debe destacarse:

  1. La espontaneidad y sencillez de recursos (se incluyen repeticiones o enumeraciones expresivas para transmitir una fuerte emoción contenida).
  2. Fragmentarismo: muchos no tienen ni un final ni un principio, comienzan in medias res.

Según los temas se han distinguido:

  1. Romances históricos: temas de la épica nacional (El Cid), tema fronterizo, tema francés y los referidos a la antigüedad clásica.
  2. Romances amorosos (si relatan una historia sentimental).
  3. Romances líricos (son más breves que los novelescos y amorosos).

La Celestina

Publicada por primera vez en 1499, es una obra de tránsito. Se funden de manera armónica y muy original las ideas y temas medievales y la nueva concepción del mundo y del ser humano. Fiel reflejo de la crisis moral, social y cultural. Se mezclan lo popular y lo culto, los personajes humildes y los de condición elevada, el lenguaje artificioso y el habla popular, la entrega gozosa a la vida y el propósito moral, lo cómico y lo trágico.

Los protagonistas, entregados a la vida y arrebatados por pasiones irrefrenables, son arrastrados a la desgracia y a la muerte, al amargo y desastrado fin.

El Texto y sus Decisiones

Pasó por diversos estados de elaboración:

  • La primera edición está fechada en Burgos (1499). Le faltan hojas al principio y al final y no lleva título.
  • Las ediciones de Toledo (1500) y Sevilla (1501) llevan el título de Comedia de Calisto y Melibea. Se añade una carta del autor a un amigo, en la que le da cuenta de las circunstancias en que se encontró el manuscrito y cómo continuó la obra.
  • Las ediciones de 1502 (Toledo, Salamanca y Sevilla) llevan el título de Tragicomedia de Calisto y Melibea. Aparece un prólogo en el que se justifica el nuevo título y se añaden cinco actos.
  • La edición de Alcalá (1569) aparece por primera vez con el título de Celestina. El interés de los lectores se había desplazado a la vieja alcahueta.

El Problema de la Autoría

En la carta del autor a un amigo, el autor afirma que, siendo estudiante de Salamanca, conoció el primer acto que circulaba manuscrito y decidió continuarlo, añadiéndole quince actos en quince días de vacaciones. No quiso poner su nombre al frente de la obra, pero en los versos acrósticos se da a conocer: Fernando de Rojas.

Opiniones sobre el proceso de elaboración de la obra y acerca del papel de Fernando de Rojas:

  • Para unos, F. R. sería el autor de toda La Celestina, pero al tratarse de una obra muy poco adecuada a la seriedad de un hombre de leyes, habría inventado como justificación el hallazgo de un manuscrito que hoy se recoge en el primer acto y su decisión de continuarlo en quince días como capricho juvenil.
  • En la actualidad, se cree que el acto primero, más extenso que los demás y con ciertos rasgos temáticos y estilísticos peculiares, sería obra de un autor anónimo y los actos restantes de F. R.

F. de R. nació en La Puebla de Montalbán (1475), fue bachiller en leyes y se estableció en Talavera de la Reina, villa de la que fue alcalde mayor. Poseía una abundante biblioteca. Fue judío converso, lo que quizá explique algunas de las características de su obra.

Argumento de La Celestina

Calisto, joven noble y rico, se enamora perdidamente de Melibea tras un encuentro casual. Decide recurrir a los servicios de la vieja Celestina. Celestina logra vencer la resistencia de Melibea y despertar en ella el amor por Calisto. Pármeno y Sempronio, criados de Calisto, exigen a Celestina que comparta con ellos los regalos que obtiene de su amo. Calisto muere al intentar saltar con una escalera la tapia del jardín de Melibea. Melibea, desesperada tras conocer el trágico fin de su amante, se suicida arrojándose desde una torre. La obra termina con el llanto de Pleberio (padre de Melibea).

Personajes de La Celestina

Son arquetipos (la alcahueta, el enamorado, la dama que lo rechaza). Todos se mueven por bajas pasiones (deseo de goce sexual, riqueza y poder). La complejidad de los personajes y de sus relaciones es uno de los rasgos que determinan el realismo de la novela. Calisto y Melibea, a la que inquietan las conversaciones sociales propias de su clase. Los criados y las prostitutas se relacionan con los señores y estos confían en ellos para que los ayuden.

Todos los personajes giran alrededor de Celestina: es una vieja astuta, hechicera y alcahueta que interviene en los asuntos de amor buscando obtener beneficios económicos. A pesar de su vejez, es activa y vitalista. Ejerce un fuerte dominio sobre los que la rodean porque conoce la psicología humana.

Estilo de La Celestina

Toda la obra está escrita en forma de diálogo. A través de diálogos y monólogos se caracteriza a los personajes. Combina aspectos cultos (metáforas, comparaciones, repeticiones) con rasgos del lenguaje popular (uso de abundantes refranes y expresiones coloquiales).

El Género Literario de La Celestina

Es una obra singularísima. La ausencia de narración y su forma dialogada son un componente dramático. Su gran extensión y la peculiar utilización del tiempo y del espacio la hacen prácticamente irrepresentable. Se la califica de novela dialogada o dramática.

Finalidad de la Obra

Es una obra ambigua y problemática, que se presta a multitud de interpretaciones, que podemos sintetizar en tres corrientes:

  • Algunos consideran que F. R. escribió la obra llevado por un propósito exclusivamente literario (la elaboración artística de una realidad conflictiva).
  • Para otros, F. R. escribió la obra movido por una intención didáctico-moral: el amor desordenado tiene unos efectos sociales y morales desastrosos.
  • Una tercera opinión es la de los que piensan que se trata de una obra pesimista (una visión desengañada del mundo cristiano).

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