La Poesía Petrarquista en el Renacimiento

El petrarquismo culmina el proceso de espiritualización del amor cortés, iniciado con el dolce stil nuovo. Petrarca, en el siglo XIV, introduce elementos clave: el análisis psicológico del sentimiento amoroso, la fusión con la naturaleza y la sinceridad expresiva.

Posteriormente, a principios del siglo XVI, sus seguidores italianos enriquecen esta tradición con ideas neoplatónicas. Los temas recurrentes son el amor, el carpe diem, la naturaleza y la mitología.

El Amor Neoplatónico en la Poesía Petrarquista

El amor es visto como un anhelo de belleza. Según la filosofía neoplatónica, Dios, belleza y bondad supremas, se proyecta en todas las criaturas. La amada es un reflejo de la divinidad; su belleza y bondad son destellos divinos.

Esta divinización de la amada lleva a considerar el amor como un acto de adoración, un culto casi religioso. El poeta proclama las perfecciones físicas y espirituales de la dama, pero de forma imprecisa, siguiendo el principio de la discreción cortés.

La amada, usualmente, responde con indiferencia, adoptando una actitud distante. El enamorado, afligido por la inalcanzabilidad de su amor y consciente de la imposibilidad de dejar de amar, experimenta un dolor insufrible, pero a la vez gozoso.

Sus reacciones, según las circunstancias, son:

• Reprochar a su amada su actitud esquiva, entre lamentos.
• Refugiarse en la naturaleza, huyendo de la compañía.
• Analizar minuciosamente sus estados de ánimo (introspección amorosa).

Garcilaso de la Vega: Vida y Obra

Vida (1501-1536)

Nacido en Toledo alrededor de 1501, Garcilaso participó en acciones bélicas al servicio de Carlos V. En 1525 se casó con doña Elena de Zúñiga. Un año después, conoció a Isabel Freire, dama portuguesa que se convirtió en su musa inspiradora.

Viajó por Europa en misiones diplomáticas. Vivió en Nápoles entre 1532 y 1534, donde entró en contacto con la cultura italiana, crucial para la maduración de su obra poética. Murió en Niza en 1536, tras ser herido en la campaña de Provenza.

Obra

La producción literaria de Garcilaso es exclusivamente poética y poco extensa. Incluye:

• Tres églogas.
• Treinta y ocho sonetos.
• Cinco canciones.
• Una epístola.
• Dos elegías.
• Ocho composiciones de tipo tradicional (octosílabos).

Los sonetos son, en su mayoría, de tema amoroso. Destacan el X (¡Oh dulces prendas por mi mal halladas!), el XIII (A Dafne ya los brazos le crecían) y el XXIII (En tanto que de rosa y azucena).

Sus obras más perfectas son la Égloga I y la Égloga III. En la primera, dos pastores, Salicio y Nemoroso, lamentan sus penas amorosas. La Égloga III describe un paisaje idílico a orillas del Tajo, donde varias ninfas bordan escenas mitológicas.

Otros Temas Clave en la Poesía Renacentista

El Carpe Diem

El carpe diem (‘aprovecha el día’) es un tópico renacentista que adapta el precepto horaciano del disfrute del presente al ámbito amoroso. El poeta insta a una joven a gozar de su juventud antes de que el tiempo marchite su belleza.

La Naturaleza (Locus Amoenus)

La naturaleza renacentista es apacible, armoniosa e idealizada, reflejando la belleza del Creador según el neoplatonismo.

El locus amoenus (lugar ameno) típicamente incluye:

• Arboleda con sauces, pinos, robles y encinas.
• Flores aromáticas.
• Fuente y arroyo de agua cristalina.
• Prado donde pasta el ganado.
• Brisa fresca y perfumada.
• Aves con dulces trinos.

Este remanso de paz, inspirado en las Bucólicas y Geórgicas de Virgilio, es testigo del sufrimiento amoroso del poeta, a menudo disfrazado de pastor. La naturaleza puede ser impasible o confidente de su aflicción.

La Mitología

El mundo de la mitología clásica, con su vitalismo y belleza, impactó al hombre renacentista. Las Metamorfosis de Ovidio fueron una fuente de inspiración. Los mitos clásicos tienen una función estética y simbólica, relacionándose con el conflicto sentimental del poeta. Por ejemplo, Dafne transformada en laurel simboliza el amor inalcanzable, y el viaje de Orfeo a los Infiernos representa la fidelidad amorosa.

Poetas Petrarquistas del Siglo XVI

La corriente petrarquista tuvo muchos seguidores en el siglo XVI.

• Primer Renacimiento (Carlos I): Boscán, Garcilaso, Diego Hurtado de Mendoza, Gutierre de Cetina y Hernando de Acuña.
• Segundo Renacimiento (Felipe II): Fernando de Herrera (destacado), Francisco de Figueroa, Francisco de la Torre, Francisco de Aldana y Luis Barahona de Soto.

La Poesía Patriótica y la Épica Culta

La lírica patriótica exalta el heroísmo nacional con tono solemne. Fernando de Herrera (Canción al señor don Juan de Austria, Canción a la batalla de Lepanto) y Hernando de Acuña (Soneto al Rey nuestro señor) son ejemplos destacados.

La épica culta consiste en extensos poemas narrativos inspirados en las epopeyas clásicas (La Ilíada, La Odisea, La Eneida, La Farsalia). Ejemplos son La Araucana de Ercilla y La Austríada de Juan Rufo. A diferencia de la épica medieval (cantares de gesta y romances), la épica renacentista es un género culto.