La poesía narrativa medieval: creación y transmisión
En la creación y transmisión de la poesía narrativa, dos personajes crean protagonismo:
- El clérigo: pretende acercar al pueblo los temas cultos y religiosos con un propósito didáctico y moralizador. Su oficio se llama mester de clerecía, en el que tiene una técnica sometida a los rigores de la métrica.
- El juglar: es un individuo que recorre castillos y aldeas. A cambio de dinero, informa de los acontecimientos de actualidad (función informativa) y divierte (función lúdica). Su arte, descuidado y espontáneo, se conoce como mester de juglaría.
Mester de juglaría: la épica
La épica medieval no tiene relación con el mundo culto grecolatino y es popular. La épica clásica resurge en las epopeyas del Siglo de Oro y es culta.
Los cantares de gesta
Son las primeras manifestaciones de la épica medieval, que tienen su origen en unos cantos que los bárbaros solían entonar antes de las batallas. Los visigodos conservaron esa costumbre. Cantar se refiere a relatos de hechos y acontecimientos difundidos por los juglares. Tienen un carácter informativo y noticiero. Gesta son las hazañas protagonizadas por individuos en quienes se identifican todas las personas. La épica nace unida al despertar de la conciencia nacional de los pueblos.
Métrica: versos de entre 10 y 20 sílabas. Se agrupan en largas tiradas monorrimas de extensión variable y rima irregular.
Lengua y estilo: los juglares empleaban rasgos propios de la épica y recursos propios de la lengua hablada.
Evolución:
- Época de formación: desde los orígenes hasta 1140.
- Época de plenitud: Poema del Mío Cid.
- Época de las prosificaciones: las gestas se convierten en indispensables fuentes de información para los historiadores medievales.
- Época de decadencia: unas veces se novelan, otras dan lugar a romances.
El Poema del Mío Cid
Mester de clerecía
Obra de un grupo de escritores de los siglos XIII y XIV que utilizan la cuaderna vía. Es cultivado por clérigos.
Tema: afán didáctico moral. Divulgan temas eruditos que proceden del patrimonio cultural.
Métrica: regularidad.
Estilo: el carácter culto de esta escuela, junto con el fin divulgador, determina un estilo en el que alternan lenguaje popular y elevado.
Primer periodo (siglo XIII). Gonzalo de Berceo
En la sociedad estamental feudal, en la que prevalecen los ideales religiosos y caballerescos, se difunden temas clásicos, novelescos, épico-nacionales y religiosos, como las obras de Gonzalo de Berceo. Son de tres clases:
- Hagiográficas: sobre vidas de santos, como Santo Domingo de Silos.
- Mariológicas: sobre la Virgen María, como Milagros de Nuestra Señora.
- Litúrgicas: sobre ceremonias de culto, como El sacrificio de la misa.
Segundo periodo (siglo XIV). El Arcipreste de Hita
En la sociedad burguesa materialista de este siglo, con una visión realista de la vida, el sentido didáctico y moralizador del mester de clerecía se impregna de un tono satírico, jocoso algunas veces, y amargo y pesimista otras.
Libro de Buen Amor
Es la obra más importante, escrita en la primera mitad del siglo XIV. Constituye un rico mosaico donde se dan cita los más variados temas y tendencias culturales de la Edad Media española.
Tema: amor, tanto en su dimensión humana como en la divina.
Argumento y estructura: sucesión de fingidas aventuras amorosas protagonizadas por el poeta. Este relato autobiográfico es el núcleo argumental y en él se insertan:
- Dos episodios alegóricos.
- Comedia latina del siglo XII que narra los amores de Pánfilo y Galatea, interviniendo una alcahueta.
- Una serie de cuentos y fábulas de diversa procedencia con intención didáctica.
- Algunas disquisiciones.
- Varias composiciones líricas de carácter religioso y profano.
Métrica: Juan Ruiz emplea la cuaderna vía, aunque a veces sustituye el metro alejandrino por el de 16 sílabas. Verso de arte menor, destaca el zéjel.
Propósito: destaca la ambigüedad. Podría referirse al amor humano, entendido algunas veces como un arte refinado y otras como una pasión desenfrenada. Puede aludir al amor divino y ahí radicaría la intención moralizadora.
Prosa medieval
Las primeras manifestaciones de la prosa romance aparecen bajo el reinado de Fernando III el Santo. Eran traducciones de textos anteriores escritos en latín, como Calila e Dimna y El libro de los engaños.
La prosa alfonsí
Alfonso X el Sabio, en la segunda mitad del siglo XIII, es el auténtico creador de la prosa castellana. Dota a nuestro idioma de los instrumentos para elevarlo a la categoría de lengua de cultura. El rey fijó el sistema ortográfico, flexibilizó las estructuras sintácticas y enriqueció el caudal léxico. Su magna obra comprende amplias ramas del saber: un equipo de colaboradores procedió a redactar tratados históricos, jurídicos y científicos.
La prosa literaria
En el siglo XIV, con la aparición de vigorosas personalidades, asistimos al nacimiento de la prosa literaria. Ayala cultiva el género histórico con espíritu humanista. En su Crónica de Pedro I enjuicia los hechos con sentido crítico, aborda el estudio psicológico de los personajes y anima el relato con diálogos y epístolas. Don Juan Manuel es el autor de El Conde Lucanor, obra didáctica que constituye la cumbre literaria del siglo XIV. Son una colección de 50 cuentos de procedencia clásica y oriental con los que el Conde Lucanor es instruido por su criado y consejero Patronio. Sus enseñanzas morales invitan a adoptar una actitud práctica ante la vida. Recrea de forma personal esa herencia sirviéndose de un estilo inconfundible con el que persigue la claridad y la precisión.
Glosas Silenses: son anotaciones del siglo X y se han encontrado en códices de los monasterios de Silos y San Millán.
La novela
En el siglo XIV, nace unida a la degeneración de la épica y la decadencia de la sociedad feudal, que entra en crisis con el auge de la burguesía. Las primeras manifestaciones son: la novela de aventuras, La gran conquista de Ultramar; y la caballeresca, El caballero Zifar.
El teatro medieval
Nace en la Edad Media ligado a las celebraciones religiosas. Surge de la dramatización de las ceremonias de culto en el interior de las iglesias. El elemento dramático adquiere más relevancia que el litúrgico, por lo que la representación se lleva fuera del templo.
Auto de los Reyes Magos
La muestra más antigua de nuestro teatro medieval, de la segunda mitad del siglo XII. Obra muy pobre dramáticamente, domina el monólogo sobre el diálogo.
Largo paréntesis de dos siglos y medio
Después del Auto de los Reyes Magos se interrumpe la producción teatral hasta la segunda mitad del siglo XV. Sin embargo, por textos legislativos, tenemos indicios de la existencia, durante ese paréntesis, de representaciones dramáticas de carácter religioso y profano. Las profanas consistían en pantomimas burlescas que a veces parodiaban las ceremonias religiosas.