II LA NOVELA DE LOS AÑOS 40 Y 50: DE LO EXISTENCIAL A LO SOCIAL
A)
LA NOVELA DE POSGUERRA (1939-1950)
El ambiente de desorientación cultural de comienzos de la posguerra es muy acusado en el campo de la novela.
Se ha roto con la tradición inmediata:
quedan prohibidas las novelas sociales de preguerra, así como las obras de los exiliados. Dos fechas suelen señalarse como indicios de un nuevo
arranque del género: 1942,con La Familia de Pascual Duarte de Cela y 1945 con Nada de Carmen Laforet La *primera de ellas, con su agria visión de
la realidad, inauguró una corriente que se llamó tremendismo y que consistía en una selección de los aspectos más duros de la vida. En cuanto a
Nada causó un fuerte impacto. Era una parcela irrespirable de la realidad cotidiana del momento, recogida con un estilo desnudo y un tono
desesperadamente triste. De tristezas y de frustración hablaba también Delibes en su primera novela, La sombra del ciprés es alargada (1947),
aunque con el contrapeso de una honda religiosidad. El reflejo amargo de la vida cotidiana es, pues, una nota frecuente en la novela de
posguerra. . De ahí que los grandes temas sean la soledad, la inadaptación, la frustración, la muerte…abundancia de personajes marginales y desarraigados
, oTodo ello revela el malestar del momento.
B) De la angustia existencial pasamos a las inquietudes sociales
El primer enfoque entraba ya en algunas novelas de los 40; hemos de pasar a los 50 para
que la orientación se precise. Al fin, la novela social – en uno u otro sentido- será la corriente dominante entre 1951 – fecha de La colmena de Cela – y 1962
– fecha de Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos.
C) LA SOCIEDAD ESPAÑOLA COMO TEMA NARRATIVO
En la temática,se dirige a desplazar el interés de lo individual a lo colectivo. Así la sociedad se convierte en el tema delmismo del relato. Los principales
campos temáticos fueron los siguientes:
1) La dura vida del campo es, quizá, el tema más abundante, desde Los bravos de Fernández Santos (1954) hasta La zanja de Alfonso Grosso (1961) o Dos
días de Septiembre de Caballero Bonald (1962)
2) El mundo del trabajo, las relaciones laborales, aparecen ya en las dos últimas novelas. Las mismas relaciones son abordadas en otros terrenos.
Campesinos y obreros se mezclan en Central eléctrica de López Pacheco (1952). La mina es el título y el tema de la novela de López Salinas (1960) 3
3) Entre las novelas de tema urbano, algunas abordan un amplio panorama (como La colmena), pero predominan las que presentan ese mundo fronterizo
a la ciudad que es el suburbio, con su miseria: La resaca de Goytisolo (1958), La piqueta de Antonio Ferres.
.
En el extremo opuesto se hallan las novelas de la burguésía. ), la que interesa a los novelistas como Juan Goytisolo (Juegos de manos, 1954) o García
Hortelano (Tormenta de verano, 1962), quienes nos dan retratos implacables. Por su parte
Carmen Martín Gaite, en Entre visillos (1957) hacía una
pintura crítica de la condición de la mujer en un ambiente burgués provinciano (Salamanca). De ambiente urbano destaca de igual modo El Jarama (1955)
de Rafael Sánchez Ferlosio. El argumento de El Jarama es muy breve: cómo aprovechan su escaso tiempo libre unos jóvenes madrileños cuyas vidas
durante la semana se centran en el trabajo.
– las novelas más intensas de este sector sean las que presentan los lamentables efectos de la contienda sobre los niños o adolescentes: Duelo en el
paraíso de Goytisolo (1955) o Primera memoria de Ana Mª Matute.
III. LA NOVELA DE LOS AÑOS 60
A partir de 1960 comienzan a manifestarse signos de cansancio del Realismo en la novela española. Algunos críticos manifiestan la necesidad de
fantasía,Por otro lado nuestros autores tienen cada vez más en cuenta las aportaciones de los grandes novelistas extranjerosY pronto causará un
fuerte impacto la nueva novela hispanoamericana entre los que destacan : La ciudad y los perros (1962) de Vargas Llosa y Cien años de soledad (1967)
de Gª Márquez. Esta renovación la llevan a cabo autores que pertenecen a promociones distintas:
– Hay autores surgidos en los años 40: Cela, Delibes o Torrente Ballester.
– Otros pertenecen a la llamada “generación del medio siglo” y son conocidos desde los años 50, como Goytisolo o se revelan ahora como Juan Benet
– Hay algún autor jovencísimo como José Mª Guelbenzu que consolidará su obra en los años 70 y 80.
Se introducen novedades en el discurso narrativo tomadas de la novela europea y americana de principios de siglo:
Perspectiva narrativa
El narrador ya no es omnisciente ni objetivista. Utiliza con frecuencia la segunda persona,
Ruptura de la linealidad temporal
En el relato se mezclan el tiempo subjetivo y el objetivo, se alternan historias y se producen retrocesos y avances.
Monólogo interior directo y desestructuración de la sintaxis
Esta técnica se utilizó para expresar la interioridad de unos personajesque reflejan los
problemas en los que se debate un ser concreto. Se reproduce el lenguaje, sin organización gramatical.
Riqueza lingüística
Se presta especial atención al lenguaje y se crean nuevas palabras.
Importancia de la visualidad (tipografía, organización de la página…).
—He aquí algunas de las novelas más significativas de esta etapa:
A. Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos
.
La publicación de Tiempo de silencio en 1962 marcó un hito en la novela española, no por su argumento sino por la forma.El argumento sirve para realiza
una radiografía de los diferentes grupos sociales de Madrid:. Pero el planteamiento crítico no es sólo social, sino que abarca cuestiones de tipo individual
. Los personajes ya no son representativos de un grupo social, sino que son individuos con sus propios conflictos.
B. Juan Goytisolo
En Señas de identidad (1966) nos cuenta la historia de Álvaro Mendiola, un exiliado español en Francia que vuelve a España en un intento de recuperar sus
raíces,pero en el proceso de búsqueda de su pasado descubre que ya no forma parte de este mundo,tema constante en la obra de Goytisolo: el rechazo
a una interpretación parcial de la historia y la cultura españolas.
C. Miguel Delibes. (1920-2010)
. Su trayectoria narrativa supone una síntesis de las tendencias novelísticas españolas desde la posguerra hasta hoy: existencialismo con La sombra del ciprés
es alargada (1948); objetivismo en La hoja roja (1959); e innovaciones narrativas con Parábola de un náufrago (1969). En Cinco horas con Mario (1966),
Carmen recuerda su vida en una especie de diálogo/monólogo con su marido, Los valores de Carmen son el ascenso social, el éxito económico, el poder,
el papel tradicional de la mujer; y los enfrenta a los de Mario: la cultura, la solidaridad, la lucha por la justicia social.
D. Gonzalo Torrente Ballester
Obtuvo un gran éxito con su novela Los gozos y las sombras (1957-1962)- en parte porque fue adaptada para una serie televisiva-. Se trata de una trilogía: El
señor llega, Donde da la vuelta el aire y La Pascua triste. No hay en la novela intención crítica, sin embargo, la visión que se ofrece de la realidad gallega,obliga
a una toma de conciencia por parte del lector. La historia se sitúa en los años de la República y se basa en la vuelta a su pueblo de un médico psiquiatra que
residido en Viena.
V. LOS ÚLTIMOS AÑOS
La mayoría de los autores que se han dado a conocer en los años 80 se orientan hacia formas narrativas tradicionales. Por lo demás es difícil señalar tendencias
compartidas: es habitual que los críticos hables de diversidad de rumbos y de rechazo de consignas. , junto al cultivo de la vena imaginativa, reaparece el
Realismo, pero sin propósitos testimoniales o sociales.
Destacan entre otros muchos: –Álvaro Pombo: El héroe de las mansardas de Mansard, 1983 –Alejandro Gándara: La media distancia (1984)
–Julio Llamazares: Luna de lobos (1985) –José Mª Merino: La orilla oscura (1985) –Luis Mateo Díaz: La fuente de la edad (1986
–Antonio Muñoz Molina: El invierno en Lisboa (1987) –Luis Landero: Juegos de la edad tardía (1989)
TEMA 10. LA RENOVACIÓN DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA EN LA SEGUNDA MITAD DEL Siglo XX. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
I. Trayectoria de la novela hispanoamericana en el s. XX
Cabe distinguir las tres etapas siguientes:
1ª) La novela realista, absolutamente dominante hasta, aproximadamente, 1940 o 1945.
2ª) Los comienzos de la renovación narrativa, con resultados cada vez más logrados entre 1945 y 1960.
3ª) La consolidación y espléndido desarrollo de la nueva narrativa a partir de 1960.
En el marco cronológico de este tema se abordarán pues, las dos últimas etapas de esta evolución.
II. La superación del Realismo o el “Realismo Mágico” o “Lo Real Maravilloso”
A partir de 1940 se observa un cansancio de la novela realista. Y aparecerán también nuevos temas.
Precisemos algunos aspectos de esta renovación:
– Entre los temas nuevos, está el interés por el mundo urbano se dará cabida a los más variados problemas humanos o existenciales
– Junto a las realidades inmediatas, irrumpe la imaginación, lo fantástico. Ya Borges se había adelantado, hablando en los años 30 de Realismo fantástico
– En el terreno de la estética, se notará un mayor cuidado constructivo y estilístico. Los autores atenderán a las innovaciones formalesPor otra parte, se
asimilarán elementos irracionales y oníricos procedentes del Surrealismo, que se adaptan perfectamente a la expresión de lo mágico o lo maravilloso.
III Autores
Ideológicamente, es ante todo un escéptico, que renuncia a entender el mundo. El mundo es para él un caos, al absurdo del mundo opone una
elegante ironía. Borges comienza su producción adulta con el cultivo de la poesía y el ensayo. Sin embargo, algunos de sus ensayos presentan un sutil
aire de fábula, al igual que muchos de sus cuentos presentan cierto aire de ensayo. En 1944, publica Ficciones, libro que contiene al anterior y añade
nueve cuentos más. En 1949, aparece El Aleph (con diecisiete cuentos). Estos dos libros son, sin duda, los que le han dado más fama. Despué
s aparecieron: El Hacedor (1960), que incluye también poemas, El informe de Brodie (1970), El libro de arena (1975), Borges Rosa y Azul (1977, dos cuentos).
.
C.1. Temática y sentido de los cuentos de Borges
Los cuentos de Borges se caracterizan, ante todo, y salvo excepciones, porque nos ponen en contacto con lo excepcional, con lo insólito.En el fondo,
sus cuentos son variaciones sobre unos temas obsesivos. He aquí los que parecen centrales:
– La identidad humana
Es decir, la personalidad del hombre y la posible identidad de todos los hombres.
– El destino del hombre
? Por este camino, las meditaciones de Borges desembocan en unas inquietantes preguntas sobre el destino de la civilización.
O sobre la fatalidad.
– El tiempo
Pasado, presente y futuro se entrelazan con frecuencia en estos cuentos, como para poner aún más en entredicho el destino del hombre
y el sentido de la historia.? La vieja idea del tiempo circular o del “eterno retorno” es materia esencial de los cuentos de Borges.
– La eternidad y el infinito
Son el reverso de las meditaciones sobre el tiempo y la inconsistencia del mundo.
– El mundo como laberinto
Todos los interrogantes con que se resume la temática de Borges, confluyen en una visión laberíntica
del ser del mundo y del existir del hombre..
– La muerte, que inevitablemente espera al hombre al final del sendero o del laberinto. Es la coronación de los destinos.
—- Por todo ello es esencial entender lo que en Borges hay de juego, de ironía, o de puro placer de fabular, de crear.. Si la temática de Borges no
tiene paralelos en la literatura, sus cuentos apenas admiten parangón en cuanto a la originalidad de construcción.
A veces comienza como si se tratara
de estudio erudito; en ocasiones, carecen de anécdota y adoptan la apariencia de un ensayo o una divagación Desde el punto de vista de la estructura
narrativa, cada cuento de Borges es una obra perfecta. El relato avanza con una seguridad absoluta; casi siempre con un ritmo lento, pausado.
Y así los enigmas que nos presenta van haciéndose más y más densos
E) Gabriel García Márquez
A. Temas
Para algunos, el tema básico de la narración es el tiempo, unido a la soledad, el enfrentamiento del tiempo cíclico de los grandes mitos y la cronología
histórica, la sociedad moderna.
B. Realismo mágico y realidad
Cien años de soledad incorpora elementos propios del Realismo mágico y también aspectos de la realidad hispanoamericana.
— El Realismo mágico reside en el relato mítico de los orígenes, y en el de los sucesos maravillosos,: personajes que ascienden al cielo o levitan,Al mismo
tiempo, objetos sin cualidades especiales se convierten en mágicos. Además, están las supersticiones populares, que siempre se cumplen.
— En cuanto a los aspectos políticos y sociales, en esta novela se aprecia la existencia de tendencias políticas, de conservadores y liberales que batallan
por el poder; la explotación norteamericana; la represión y su negación por parte del poder, las guerras.
C. Narrador, estructura y técnicas narrativas
Cien años de soledad presenta un narrador omnisciente que domina toda la historia, su pasado y su futuro, y todas las perspectivas; hay también un
lector ficticio: el Aureliano que descifra el manuscrito que contiene la historia, a su vez por Melquíades. Los acontecimientos pertenecen al pasado,
pero se narran por medio de avances y retrocesos temporales, y no se ofrecen datos que permitan situarlos históricamente.
TEMA 11. TENDENCIAS DE LA POESÍA ESAÑOLA EN LA SEGUNDA MITAD DEL Siglo XX.
Pablo NERUDA
I. PANORAMA GENERAL
En los años treintaComenzó, entonces, la producción de una poesía comprometida con la realidad, rasgo que se acentuaría durante la Guerra Civil.
Entre 1936 y 1939, se desarrolló,, una literatura de propaganda ideológica:. La poesía refleja, las secuelas de la guerra, los problemas existenciales
hay que destacar la figura de Miguel Hernández, cuya obra, iniciada antes de la guerra, alcanzó en estos años su madurez. .Desde el fin de la guerra
hasta la actualidad, la poesía ha atravesado por momentos muy dispares..
II. LA POESÍA EN ESPAÑA TRAS LA GUERRA
El los temas de la poesía giran en torno a los problemas existenciales y a los problemas sociales. Ello nos lleva a distinguir, en la evolución de la
poesía, unas corrientes o unas tendencias paralelas a las que marcaban el desarrollo de los demás géneros.
III. LOS PRIMEROS AÑOS DE POSGUERRA
Durante la etapa de los años 40 y principios de los 50 encontramos Generación del : parte de ellos continuaron su obra en el exilio. Los que siguen
en España se orientan por diversos caminos que Dámaso Alonso redujo a dos: una poesía arraigada y una poesía desarraigada.
A) POESÍA ARRAIGADA
Así hallaríamos a un grupo de poetas que se autodenomina juventud creadora y que se agrupan en torno a la revista Garcilaso fundada en 1943;
Son poetas que han salido de la guerra con un afán optimista de claridad, de perfección, de orden. En puras formas clásicas, encierran una visión
del mundo coherente, ordenada y serena.Uno de los temas dominantes es un firme sentimiento religioso,Destaca Luis Rosales, que escribirá en 1949
La casa encendida.
B) POESÍA DESARRAIGADA
los perfiles que adopta, en este momento, la preocupación por el hombre (antes de que desemboque en una poesía social). A esta poesía
corresponde también un estilo muy distinto al de los garcilasistas: un estilo bronco, directo, más sencillo, menos preocupado por los primores estéticos.
pero destacan especialmente los primeros libros de Gabriel Celaya y Blas de Otero.
Las relaciones semánticas
La semántica estudia los significados.
Los fenómenos semánticos más conocidos y frecuentes son:
-Sinonimia. Es la relación entre dos términos de significados similarese intercambiables en el discurso por pertenecer a la misma categoría sintáctica.
-Antonimia. Es la relación que mantienen dos palabras cuyos significados se oponen, bien por incompatibilidad (vivo/muerto), bien
con una gradación que posibilita la existencia de términos intermedios (frío/caliente/templado), bien en una relación de reciprocidad
-Polisemia. Una sola palabra tiene varios significados- según el contexto o la situación
-Homonimia. Pertenece al mismo tipo de relación que la polisemia; varios significados asociados a una sola forma, pero ésta no se
origina por la divergencia de significados sino por la confluencia de formas entre varias palabras que eran diferentes en origen, de modo
que sus diferentes significados no guardan relación entre sí. Lo sé (del verbo latino sapere, “saber”); sé bueno (del verbo latino sum
“ser”). Existen dos tipos de homonimia: ç
Homofonía, u homonimia parcial: Las palabras tienen la misma pronunciación, pero o bien no tienen la misma grafía
Homografía u homonimia absoluta, en la que no hay ninguna diferencia en la forma y además las palabras pertenecen a la misma categoría sintáctica.
—Subordinada sustantiva en función de sujeto paciente y complemento agente::::::::::por los que(cagente) lo que(sub adjetiva sustantivada)
—sustantiva en función de atributo(es lo que)
—dde complemento indirecto(a los que)
—adv temporal:antes de que,cuando,no bien,cuando,a medida que,mientras,cuando,después que,apnas,nada mas…
—modal:así,bien,de esta manera(sustituye por estos) introducida por como si,sin,según
—de cantidad:responde a la pregunta cuanto
—Comparativa:mas que,tanto como, igual de que,tan como
—causal:nexos mas importantes porque,pues,ya que,a causa de,dado que(explica la causa por la que sucede la accon principal
—consecutiva:primero causa y luego efecto(se analiza el efecto)intrducidas por:tanto que,tan que,hasta tal punto que…
—final.Finalidad con la que se realiza la principal,introducida por para que,z que,a fin de que,con el fin de que
las finales formadas con infinitivo van intrducidas por a,para,por
—condicional:expresa la condición para que se cumpla la acción principal,va introducida po si,siempre que
—concesiva:expresan un obstáculo para que se realice la principal pero no la impiden,aunque,así,a pesar de que,aun cuando,si bien,por mas que
IV. LA POESÍA SOCIAL
Hacia 1955 se consolida – en todos los géneros- el llamado “Realismo social”.Destaca Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel
Celaya.En ellos se sitúan los problemas humanos en un marco social. Partiendo de la poesía desarraigada se ha pasado a la poesía social.. El poeta
se hace solidario con los demás hombres; antepone a las metas estéticas los objetivos más inmediatos. En cuanto a la temática,Proliferan títulos
como: Que trata de España (Otero), Tierras de España (Garcialsol), España, pasión de vida (Nora), se sitúan temas concretos que resultan paralelos a
los que vimos en la novela y en el teatro de la misma tendencia: la injusticia social, la alienación, el mundo del trabajo, el de un mundo mejor…
Tales pretensiones conducen al empleo de un lenguaje claro, a un empleo sistemático del tono Por lo demás, el cansancio de la poesía social no
tardó en llegar, y, como sucede con otros géneros, ello se irá acentuando en la década de los años 60.
V. DE LA POESÍA SOCIAL A UNA NUEVA POÉTICA (LOS AÑOS 60)
. Los
nombres más importantes son los de Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José
Ángel Valente, Claudio Rodríguez,, sus obras marcarán sobre todo la
década siguiente.
Aunque no puede decirse que estos poetas formen grupo, es indudable que
presentan bastantes rasgos comunes, indicio de que la poesía se orienta por
nuevos derroteros. Hay en ellos una preocupación fundamental por el hombre
que, en parte enlaza con el “humanismo existencial”; pero huyen de todo
tratamiento patético. Dan frecuentes muestras de inconformismo frente al
mundo en que viven, pero cierto escepticismo los aleja de la poesía social. Pero lo
propio de esto poetas no es tanto el Realismo histórico como la creación y
consolidación de una poesía de la experiencia personal. Y, en efecto, la
expresión poesía de la experiencia sirve, a veces, de rótulo de esta corriente.
De acuerdo con ello, su temática se caracteriza, en buena parte, por un retorno a lo
íntimo: el fluir del tiempo, la evocación nostálgica de la infancia, lo familiar, el amor
y el erotismo, la amistad, la vida cotidiana, etc., son temas tratados con especial
insistencia. En la atención por lo cotidiano pueden surgir quejas, protestas o
ironías, que revelan el citado inconformismo de estos poetas. Pero, otras veces, se
desemboca cierto escepticismo dolorido, en una conciencia de aislamiento y
soledad. En el estilo es muy visible un voluntario alejamiento de los modos
expresivos de las tendencias precedentes. Se rechaza por igual el patetismo
[patético: Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundíéndole afectos vehementes, y con
particularidad dolor, tristeza o melancolía] de la poesía desarraigada y el prosaísmo de
los poetas sociales. Ha aparecido un mayor rigor en el trabajo poético. Junto a ello,
cada poeta se propone la búsqueda de un lenguaje personal, nuevo, más sólido.
Prefieren el tono cálido, cordial, mezclado con un frecuente empleo de la ironía, una
ironía triste, reveladora de ese escepticismo. En cualquier caso, con estos poetas
renace el interés por los valores estéticos y por las posibilidades del lenguaje.
VI. LOS “NOVÍSIMOS”
En 1970 se publica una antología de amplia repercusión, titulada Nueve novísimos
poetas españoles. En ella el crítico José Mª Castellet reúne a los siguientes autores,
nacidos entre 1939 y 1948: Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión,
José Mª Álvarez, Félix de Azúa, Pedro Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo
Carnero, Ana Mª Moix, y Leopoldo Mª Panero.
Estos poetas no cubren, desde luego todo el panorama del horizonte poético del
momento, pero resultan muy representativos de una nueva sensibilidad dentro de
la llamada generación del 68. Son poetas nacidos después de la guerra y han
recibido una nueva educación sentimental en la que, junto a una formación
tradicional, tuvieron un papel importante ciertos cómics, el cine, los discos, la
televisión… pero también tuvieron acceso a libros antes difíciles de encontrar y sus
frecuentes viajes al extranjero los ponen en contacto con nuevas tendencias
culturales. Su bagaje cultural y literario, es por tanto, muy amplio y sus referencias
resultan significativas: poetas hispanoamericanos, poetas del 27, poetas
extranjeros (ingleses, franceses, griegos…). Pero no es menos importante la
inspiración que encuentran en el cine, la música y la canción (jazz, folk, rock…); de
todo esto hay abundantes referencias en sus poemas. 5
En la temática encontramos lo “personal” (la infancia, el amor, el erotismo) junto
a lo “público” (la guerra del Vietnam, la sociedad de consumo). Junto con tonos
graves y serios, aparece una provocadora e insolente frivolidad: Marilyn Monroe se
codea con Che Guevara, y Carlos Marx con Groucho Marx. Frente a la sociedad de
consumo, son sarcásticos y corrosivos. Sin embargo, muestran su escepticismo
sobre las posibilidades que tiene la poesía de cambiar el mundo. En lo personal y lo
político, son inconformistas y disidentes; pero, como poetas, persiguen metas
estéticas.
Es el estilo, en efecto, lo que les importa ante todo. La renovación del lenguaje
poético es, pues, objetivo principal; y junto a otros modelos, ven en el Surrealismo,
es especial, una lección vigente de ruptura con la “lógica” de un mundo absurdo.
Por ello y por la audacia de ciertas experiencias, puede decirse que nos hallamos
ante un nuevo Vanguardismo, paralelo a las corrientes experimentales que se dan
en otros géneros.
VII. LA POESÍA DESDE 1970
La poesía de estos años es rica en cantidad y calidad. No es posible reducirla a un
esquema; sin embargo se pueden destacar algunas de las líneas más señaladas:
– Ante todo, las tendencia ejemplificadas por los “Novísimos” aparecen en
algunos de los autores de esta etapa (la veta surrealista, poesía
experimental…)
– Abunda cierto refinamiento que merecíó el apelativo de veneciano y que
arrancaría de Gimferrer. Muy próxima es la línea decadentista y
esteticista que podría llamarse neomodernista.
– Culturalismo es el nombre que ha recibido una corriente importante: es
una poesía que se inspira en la poesía o en el arte y en las más diversas
manifestaciones culturales.
– Hay una línea clasicista, sobre todo en poetas de sólida formación
grecolatina que se combina en algún caso con la influencia del poeta
griego Cavafis.
– Y por último, hay una línea de barroquismo que tiene sus raíces en la
poesía del s. XVII, especialmente andaluza.
Los autores más representativos, entre otros son: José Miguel Ullán, Luis Alberto de
Cuenca, Antonio Colinas, Luis Antonio de Villena, Antonio Carvajal, Fanny Rubio,
Julia Castillo, Luisa Castro…
Por último hay que añadir que los poetas más jóvenes continúan las líneas
apuntadas, pero parecen distanciarse de los aspectos más carácterísticos de los
“Novísimos” y alejarse del Vanguardismo más estridente. En cambio se observa un
mayor interés por la expresión de la intimidad y por las formas tradicionales. Al
referirse a poesía de los últimos años, los críticos suelen insistir en la diversidad de
caminos, en el carácter individualista de las trayectorias, en la inexistencia de
normas.
VII. Pablo NERUDA
Neftalí Ricardo Reyes –su verdadero nombre- nacíó en Chile en 1904. Su infancia
está marcada por el contacto con la naturaleza (su padre trabajó en una compañía
maderera). Fue estudiante bohemio y poeta precoz. En 1926 inició su vida de
diplomático que lo llevaría a diversos países (fue cónsul en Madrid, embajador en
París…) En 1971 recibíó el premio Nobel. Murió en Chile en 1973, en medio de
dramáticas circunstancias, tras el golpe de Pinochet.
Neruda es un poeta muy fecundo: sus numerosos títulos suman miles de páginas.
De ello se deriva, igualmente, su variedad: su trayectoria ha ido enlazando las
principales tendencias de la poesía hispanoamericana de nuestro siglo. Antes de cumplir los veinte años había publicado ya varios libros. Alguno aparece
todavía marcado por el Modernismo. Pero en 1924 publica sus Veinte poemas de
amor y una canción desesperada, en los que revela ya una voz personal. Es un
gran libro de amor juvenil, apasionado, unas veces exultante, otras veces amargo,
escrito con un tono cálidamente humano, sencillo, aunque con imágenes originales.
Siguen varios títulos en que Neruda va incorporando las novedades vanguardistas.
Su potente inspiración encuentra cauce adecuado en el Surrealismo, que le permite
la máxima libertad de imagen y un dramático buceo en los abismos de su alma. Así
es en su obra más importante, Residencia en la tierra (dos partes, de 1933 y
1935). Con ella el Vanguardismo hispanoamericano alcanza sus manifestaciones
más altas. Sus versículos componen una concepción terrible del hombre, criatura
extraviada en un mundo caótico y sin sentido; visión de pesadilla a la que
corresponde un lenguaje deslumbrante, cuajado de imágenes alucinantes, de
metáforas audaces y herméticas, hechas de intuiciones oscuras. Con esta obra toca
Neruda un fondo de desolación en que resultaba imposible mantenerse. El poeta
escapará de aquellos abismos por la vía de su compromiso político.
En efecto, Neruda parece hallar en el marxismo una nueva fe en el hombre, un
nuevo modo de enfrentarse con la realidad y una nueva esperanza en la
construcción de un mundo habitable. El giro se inicia en España con su libro Tercera
residencia. En él, y junto a poemas surrealistas que continúan su estilo
precedente, aparecen cantos políticos de signo inequívoco. La obra incluye una
parte titulada España en el corazón, escrita en 1937, en la que canta la lucha de la
España republicana.
Esta nueva orientación de Neruda tendrá su momento más ambicioso en el Canto
general (1950). Es una obra extensísima, en la que canta las tierras y los pueblos
de América, y sus vicisitudes históricas [Inconstancia o alternativa de sucesos prósperos y
adversos], con un tono predominantemente épico, vibrante. A menudo desemboca en
la poesía combativa, por lo que el lenguaje se hace más directo, menos elaborado,
y hasta cae en tono panfletarios; pero también abundan los poemas grandiosos y
deslumbrantes de imágenes. Destaca, por ejemplo, la parte titulada Alturas de
Machu Picchu, que merece figurar entre lo más hermoso de su producción.
La tendencia hacia un lenguaje más sencillo se confirma en varios volúMenes de
sus Odas elementales (de 1954 a 1957) dedicadas a cantar realidades inmediatas o
sentimientos elementales. El tono, exaltante, optimista es ya radicalmente opuesto
a la desolación de Residencia en la tierra.
Entre sus obras posteriores destacan Extravagario (1958), Cien sonetos de amor
(1959), Memorial de Isla Negra (1964), Fulgor y muerte de Joaquín Murieta (1967),
etc. En ellos Neruda va alternando la poesía de inspiración social y política con
hermosos poemas personales de muy variada temática.
En conclusión, estamos ante otra de las figuras excepcionales de la poesía escrita
en castellano durante el Siglo XX. Aunque en una obra tan abundante sean
inevitables las caídas, son centenares las páginas que le otorgan un puesto
privilegiado. Y sus múltiples facetas han convertido a Neruda en un maestro para
poetas de muy diverso signo: su poesía comprometida preside el quehacer de
quienes se orientaron hacia lo social, en tanto que sus aportaciones a la renovación
de la lengua poética ha sido modelo para los poetas de vanguardia tanto en el
pasado como en las nuevas generaciones.