Poesía Española desde 1940: Un Recorrido por sus Etapas
Contexto Histórico y Primeras Tendencias (1940-1950)
Entre 1936 y 1939, la Guerra Civil Española transformó la literatura en una herramienta de propaganda ideológica, donde el poema se convirtió en un arma de lucha. Tras la guerra, la poesía española experimentó diversas transformaciones, influenciada por las circunstancias histórico-sociales del país.
En la década de los cuarenta, se distinguen dos corrientes principales:
- Poesía arraigada: Vinculada a la revista Garcilaso y a la «Generación del 36», esta corriente promovía una visión del mundo coherente y serena, con temas como la familia, la religión y la naturaleza. Destacan autores como Luis Rosales (La casa encendida), Leopoldo Panero y Dionisio Ridruejo.
- Poesía desarraigada: Representada por la revista Espadaña, esta tendencia reflejaba la angustia existencial del ser humano en un mundo caótico. Obras clave incluyen Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Ancia de Blas de Otero. También destaca Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre, que marca la transición hacia la poesía social.
Además de estas corrientes mayoritarias, existieron grupos minoritarios como «Cántico» en Córdoba (con Pablo García Baena como figura destacada), que mantenía vínculos con la Generación del 27 y el modernismo, y el «Postismo» de Carlos Edmundo de Ory, relacionado con las vanguardias, especialmente el surrealismo.
El Realismo Social (Década de 1950)
Hacia 1955, se consolida el realismo social. La poesía se convierte en un instrumento de denuncia de las injusticias y de solidaridad con los que sufren. Temas como la injusticia social, la alienación, el mundo del trabajo y el anhelo de libertad se vuelven centrales. Figuras clave de esta etapa incluyen:
- Gabriel Celaya: Autor de Cantos íberos (1955), que incluye el poema «La poesía es un arma cargada de futuro», un himno de la poesía social.
- Blas de Otero: Evoluciona desde la poesía desarraigada hacia una poesía de fuerte contenido social (Pido la paz y la palabra).
- José Hierro: Aunque a menudo se le asocia con la generación posterior, su obra se inscribe en la poesía social, explorando temas como el hombre, la historia, el tiempo y el amor (Quinta del 42, Libro de las alucinaciones, Cuaderno de Nueva York).
La Generación del 50 (Década de 1960)
La «Generación del 50» o «Niños de la Guerra», representa una superación del realismo social. La poesía se concibe como un método de conocimiento y comunicación, con una preocupación fundamental por el ser humano, pero desde una perspectiva más íntima y cotidiana. El estilo se caracteriza por la depuración y la concentración de la palabra, con un uso particular de la ironía.
Entre los poetas más destacados de esta generación se encuentran:
- Ángel González: Combina la denuncia irónica con la poesía íntima y desilusionada (Sin esperanza, con convencimiento, Palabra sobre palabra).
- Jaime Gil de Biedma: Poesía selecta, irónica y sarcástica, con una visión desencantada y crítica (Las personas del verbo).
- Claudio Rodríguez: Versos densos y de gran sensibilidad, que abordan la emoción ante el paisaje, el amor y la vida (Don de la ebriedad, El vuelo de la celebración).
José Ángel Valente y Francisco Brines también pertenecen a esta generación.
Los Novísimos (Década de 1970)
En 1963, Pere Gimferrer publica Arde el mar, marcando una ruptura con la poesía anterior. En 1970, José María Castellet reúne a varios poetas de esta nueva sensibilidad en la antología Nueve novísimos poetas españoles, incluyendo a Pere Gimferrer, Guillermo Carnero, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez, Manuel Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Vicente Molina Foix y Leopoldo María Panero.
Los novísimos se caracterizan por su amplio bagaje cultural y literario, con influencias del cine y el jazz. Su poesía se centra en la forma, con referencias exóticas y culturalistas, y un uso de procedimientos surrealistas. Otros poetas relevantes de los 70, aunque no incluidos en la antología de Castellet, son Antonio Colinas y Luis Alberto de Cuenca.
La Poesía de las Últimas Décadas (Desde 1975)
El panorama poético desde 1975 se caracteriza por la diversidad de tendencias y la destacada presencia de mujeres poetas. Aunque existen diversas corrientes (neosurrealismo, culteranismo, poesía objetivista, poesía del silencio), ninguna ha tenido la repercusión de los «novísimos». Una de las tendencias más populares e influyentes ha sido la «poesía de la experiencia».
Algunos nombres destacados de las últimas décadas incluyen a Luis García Montero, Felipe Martínez Reyes, Carlos Marzal, Ana María Rossetti, Olvido García Valdés, Luis Antonio de Villena y Andrés Sánchez Robayna.