La Poesía Española: Contexto Histórico y Literario (Siglo XIX – XX)
La segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX en España se caracterizan por profundos cambios políticos y sociales. La lucha de clases culmina en el «Desastre» de 1898, con la pérdida de las últimas colonias. Tras la crisis de 1917 y la dictadura de Primo de Rivera, se proclama la II República (1931-1936), seguida por la Guerra Civil.
Hacia 1885, surge una “crisis universal de las letras y del espíritu”, identificada con el Modernismo y la Generación del 98. Ambos movimientos reaccionan contra el racionalismo y el cientifismo, mostrando una vuelta al irracionalismo, el vitalismo, el subjetivismo y la “regeneración espiritual”. Los regeneracionistas, como Joaquín Costa, buscaron una regeneración moral del país.
El Modernismo, la Generación del 98 y el Novecentismo o Generación del 14 representan una segunda Edad de Oro de la literatura española. Autores como Manuel Machado (Modernismo), Unamuno y Valle-Inclán (Generación del 98), y Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez (Generación del 14) impulsaron la creación literaria española del siglo XX.
Las Vanguardias Literarias: Una Nueva Realidad Artística
Las literaturas de vanguardia emergen en un período crítico, entre la I Guerra Mundial (1914-1918) y la II Guerra Mundial (1939-1945), con la Guerra Civil Española como un trágico ensayo previo. La dictadura del general Franco sumió al país en una larga y penosa etapa.
Los artistas vanguardistas proclaman la necesidad de un cambio radical: la obra artística debía crear una nueva realidad, con valor propio. Rechazan el subjetivismo sentimental y abrazan el vitalismo irracionalista: la vida como experiencia, el arte como actividad lúdica, onírica y utópica, vinculado a nuevas formas de entretenimiento como el cine, el cabaret, el teatro musical y el jazz.
Las vanguardias buscan una fusión de las disciplinas artísticas (poesía, cine, pintura, arquitectura, grabado). No es extraño que figuras como Salvador Dalí y Luis Buñuel fueran a la vez escritores, pintores y cineastas. La formación de grupos (“ismos”) reunía a artistas de diversas disciplinas. Entre 1909 y 1929 surgieron en Europa distintos tipos de “vanguardia”.
El Modernismo: Manuel y Antonio Machado
El Modernismo español se inspira en el Parnasianismo y el Simbolismo franceses, movimientos poéticos de la segunda mitad del siglo XIX. Figuras como Gautier y Banville defendían el “arte por el arte”, mientras que Baudelaire (Las flores del mal), Verlaine (Iluminaciones), Mallarmé (Poesías Completas) y Rimbaud (Una temporada en el infierno) influyeron decisivamente en el Modernismo español.
Este movimiento combina Parnasianismo, Simbolismo, Impresionismo, Decadentismo, Esteticismo y Misticismo. Busca conciliar el afrancesamiento y el exotismo con el tradicionalismo hispánico y la sencillez expresiva, rechazando el mercantilismo burgués. Los modernistas experimentan con el lenguaje y lo renuevan. Sus actitudes preferidas son la evasión y el cosmopolitismo.
La vertiente simbolista, influenciada por Bécquer, se manifiesta en autores como Manuel Machado (Alma), Antonio Machado (Soledades y Campos de Castilla) y Juan Ramón Jiménez (Arias tristes).
La Generación del 98: Antonio Machado y Miguel de Unamuno
Antonio Machado representa la fusión entre el Simbolismo francés y el Modernismo hispano. Sus obras Soledades y Campos de Castilla reflejan las preocupaciones de su época. Definió la poesía como “diálogo de un hombre con su tiempo”. El tiempo es un tema central en su obra, con una raíz en la preocupación por lo temporal.
Campos de Castilla ofrece una mirada al exterior (paisaje, hombres, historia), una reflexión sobre la decadencia de España y el enigma de la vida. Incluye poemas famosos como “Proverbios y Cantares”.
También destacan las obras de su hermano Manuel Machado (Alma, El mal poema) y la producción poética de Miguel de Unamuno (Poesías, Rosario de Sonetos Líricos). Unamuno criticó el Modernismo, considerándolo un “halago meramente sensual”. Su credo poético fue “piensa el sentimiento, siente el pensamiento”. Sus temas principales son: familia, patria, religión y el paisaje.
Generación del 14 (Novecentismo): Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura, es el autor más destacado de esta época. Su obra poética es fundamental en la lírica española del siglo XX. Su trayectoria se divide en:
- Primera época:
- Esteticismo y decadentismo: Ninfeas
- Simbolismo: Arias tristes
- Modernismo: Las hojas verdes
- Obras de transición:
- Sonetos espirituales
- Diario de un poeta recién casado
- Obra última:
- La estación total
- Animal de fondo
Las principales vanguardias son el Futurismo, el Cubismo, el Dadaísmo, el Ultraísmo y el Surrealismo.
La Generación del 27
Reúne a escritores nacidos en torno a 1900, unidos por un homenaje a Luis de Góngora. Gerardo Diego reunió a Pedro Salinas, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y Rafael Alberti.
La trayectoria poética de la Generación del 27 se resume en:
- Poesía vanguardista (ultraísta y creacionista): importancia de la ciudad, entusiasmo por la vida moderna, experimentación poética. Ejemplo: Alberti, “Oda a Platko”.
- Poesía pura: representación esencial del mundo, la naturaleza y sus cambios, creación de imágenes, versificación regular. Ejemplo: Jorge Guillén (Cántico).
- Poesía neopopularista: textos breves, tono coloquial, repeticiones, estribillos, formas dramatizadas, métrica tradicional. Ejemplos: García Lorca (Canciones), Gerardo Diego (Romance del Duero) y Rafael Alberti (El mar, la mar).
- Poesía surrealista: crítica a la sociedad, deseo de liberación, libertad expresiva.
A partir de la II República (1931), la creación se orienta hacia una poesía social, comprometida con la situación política. Ejemplo: Alberti, El poeta en la calle.
Rafael Alberti: Un Recorrido por su Obra
- Neopopularismo: lírica tradicional y poesía clásica. Marinero en tierra (1925) se centra en el mar, símbolo del paraíso perdido de la infancia.
- Barroquismo y vanguardia: Cal y canto (1929) combina la influencia de Góngora y las vanguardias, con temas como los inventos, la ciudad moderna y el absurdo.
- Surrealismo: Sobre los ángeles (1929) y Sermones y moradas (1934) expresan angustia y desolación por una crisis espiritual.
- Poesía social y política: compromiso con la revolución, crítica al capitalismo, defensa de los oprimidos, poesía de urgencia durante la Guerra Civil. Ejemplos: El poeta en la calle (1935) y De un momento a otro. Poesía e historia (1937).
- Poesía del exilio: añoranza de la patria, nostalgia, situación del desterrado. Ejemplos: Retorno de lo vivo lejano (1952) y A la pintura (1948).
- Últimos libros: reflexión sobre el mundo, erotismo, placer de vivir, paso del tiempo.