El Barroco Español: Contexto Histórico, Social y Cultural
Contexto Histórico y Decadencia Política
El Barroco sucede al Renacimiento y se desarrolla en España desde finales del siglo XVI hasta las primeras décadas del siglo XVIII. Este movimiento artístico, que comenzó en las artes plásticas, se extendió rápidamente a la literatura. En el ámbito político, la España barroca está marcada por el reinado de los Austrias menores: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Durante este periodo, se observa un retroceso del absolutismo y una notable pérdida de poder por parte del rey. España pierde su hegemonía en Europa, y Portugal se independiza. Este siglo es testigo de la decadencia española, una realidad denunciada por los escritores más perspicaces de la época.
Crisis Económica y Social
A la decadencia política se sumó una profunda crisis económica, agravada por la falta de un gobierno eficaz. La riqueza no se invertía adecuadamente, lo que impidió el desarrollo de una revolución industrial. La pérdida de mano de obra y capital contribuyó al declive económico del país.
Cultura, Pensamiento y Literatura Barroca
Esta situación de crisis generalizada tuvo un impacto significativo en la sociedad y, por ende, en la literatura. Surgió un renovado ímpetu moralizante y didáctico, reflejo de la preocupación por la decadencia del país.
Inseguridad y Desasosiego
La sociedad barroca vivía en una atmósfera de inseguridad y desasosiego, marcada por la inestabilidad en todos los ámbitos: social, político e ideológico. Esta visión del mundo se nutría de la filosofía grecolatina, que postulaba el cambio incesante de la realidad y la armonización de contrarios. Destacan en este contexto las figuras de Quevedo y Gracián.
El Desengaño
El pensamiento barroco adoptó una postura crítica ante la decadencia, manifestando un profundo desengaño con respecto al mundo. Para el hombre barroco, el mundo era un engaño, y la verdadera sabiduría consistía en desengañarse de él. Este pesimismo se refleja en la literatura de la época. Se pueden identificar tres posturas principales ante este problema:
- Rebeldía e Inconformismo: Visible en los tratados políticos o morales de los prosistas de la época.
- Evasión: A través de contenidos heredados del Renacimiento y formas que buscan la belleza estética.
- Conformismo: Coexistencia con la situación, actitud que se percibe en la mayor parte de las creaciones dramáticas.
Actividad Literaria en el Barroco
Entre el Renacimiento y el Barroco existe una evolución natural. Los escritores se vieron obligados a buscar nuevos medios para atraer la atención de los lectores. Esto se tradujo en el retorcimiento de la forma y en la exploración de la moral como actitud central en la obra literaria.
La Poesía Culta del Siglo XVII
La poesía del siglo XVII alcanzó cimas difícilmente igualadas en la historia de las letras. Destacan figuras como Góngora, Quevedo y Lope de Vega. Lo que diferencia a estos autores es la actitud que adoptan al tratar los temas y el lenguaje poético que emplean.
Formas Métricas en la Poesía Barroca
La poesía barroca continuó utilizando las formas métricas prestigiosas del Renacimiento, adaptándolas a su propio estilo:
- Glosa: Poema de extensión variable.
- Villancico: Consta de estribillo y pie.
- Letrilla: Variante del villancico.
- Romance: Totalmente regular.
Tendencias Estilísticas: Conceptismo y Culteranismo
El estilo más característico de la época es el conceptismo. Esta tendencia se caracteriza por una complicación conceptual que recurre a juegos de palabras, distorsiones gramaticales e imágenes atrevidas. El conceptismo, en su vertiente más ornamental y sensorial, se denomina culteranismo. La figura más representativa del conceptismo es Quevedo, mientras que Góngora es el máximo exponente del culteranismo.
Temas y Tendencias Poéticas del Barroco
En la poesía barroca perviven temas y tópicos arraigados en la tradición petrarquista, así como el cultivo de la poesía religiosa.
La Tradición Petrarquista
La poesía culta se mantuvo fiel a la tradición petrarquista, asentándose en cuatro motivos fundamentales: el amor, el carpe diem, la naturaleza y la mitología.
El Amor
La divinización de la dama impulsa una actitud de humilde sumisión y a proclamar sus perfecciones físicas y espirituales. Los poetas del siglo XVII recrean esta tradición literaria de forma muy personal:
- Góngora: Exhibe sus excesos formalistas.
- Lope de Vega: Acomoda sus experiencias personales a los lugares comunes del petrarquismo.
- Quevedo: Asocia la pasión amorosa a la conciencia de la propia caducidad personal y eleva un sentimiento eterno que perdura hasta la muerte.
El Carpe Diem
El Carpe Diem (aprovecha el momento) se aplicaba a las mujeres para que disfrutaran de la vida, sobre todo del amor, antes de que envejecieran. Mientras que el renacentista asume que la belleza es un bien efímero e invita al goce moderado del amor, en el Barroco el tiempo se percibe como una continua amenaza.
La Naturaleza
Para el espíritu escéptico y pesimista del Barroco, la naturaleza ya no representa el arquetipo de belleza absoluta. El poeta barroco crea, con su ingenio y capacidad imaginativa, nuevos universos de belleza. Se siente atraído por la belleza del jardín, artificialmente embellecido por el hombre. El locus amoenus renacentista es sustituido por el beatus ille, que refleja una actitud de menosprecio de corte y alabanza de aldea.
La Mitología
La mitología sigue ejerciendo una poderosa atracción sobre los poetas barrocos. La obra literaria se concibe como un laborioso y complejo proceso de creación, cuyo producto final es disfrutado por una minoría culta con una función estética. Entre las muestras más representativas cabe mencionar la Fábula de Polifemo y Galatea y la de Píramo y Tisbe, ambas de Góngora.
La Poesía Ascético-Moral
El poeta barroco reacciona ante la decadencia con una actitud ascética que se nutre de tres corrientes:
- Los principios teocéntricos de la tradición medieval.
- El estoicismo, que postula un ideal de virtud sustentado en el dominio de las pasiones y la serenidad de ánimo.
- El epicureísmo horaciano, que exalta la dorada medianía.
La Poesía Metafísica
La poesía metafísica está formada por una serie de composiciones de Quevedo que se articulan en torno a la conciencia de la muerte. Esta realidad, ya presente en el cristianismo, lleva al hombre a la conclusión de que la muerte es un paso a una vida posterior.
La Poesía Satírica y Burlesca
Existe una notable diferencia entre la poesía satírica y la burlesca, aunque a menudo coincidan en lo humorístico. La satírica persigue la censura moral de comportamientos individuales, mientras que la burlesca busca el entretenimiento a través de juegos de ingenio. En el ámbito amoroso, la dama es sometida a un proceso de desidealización, y se camufla la vulgaridad de sus facciones. Lo mismo ocurre con los ideales heroico-nacionalistas.
La Poesía Popular: El Romancero Nuevo
Los poetas barrocos emplean dos procedimientos principales: componen villancicos o romances a partir de una cancioncilla tradicional, o crean composiciones de saber popular, imitando su estilo y esquema métrico. Desde mediados del siglo XVI, poetas como Cervantes, Góngora, Quevedo o Lope de Vega componen poemas líricos de asunto muy diverso: amoroso, pastoril, morisco, de cautivos y burlesco. Surge así el Romancero Nuevo, de carácter culto.
Autores Destacados del Barroco Español
Luis de Góngora (1561-1627)
Máximo representante del culteranismo, nació en Córdoba. Fue capellán en un palacio donde estuvo en contacto con los círculos literarios. Su obra presenta dos estilos diferenciados: la poesía de tipo popular (Góngora Claro) y la poesía culta (Góngora Oscuro). La poesía popular está formada por composiciones en versos de arte menor de asunto muy variado, destacando las letrillas y los romances. En la poesía culta sobresalen los sonetos y dos grandes poemas: La Fábula de Polifemo y Galatea y Soledades.
Lope de Vega (1562-1635)
Lope llevó una existencia llena de desasosiegos por sus pasiones amorosas, tanto humanas como religiosas. Su obra poética es muy variada, cultivando la poesía culta, a veces literaria, la épica y la de ritmo tradicional. En su poesía lírica expresa su innegable individualidad en colecciones como Rimas Sacras, de contenido religioso, y Rimas Humanas, de tema amoroso. También cultivó la poesía épica, la satírica y burlesca, y la lírica de tipo popular.
Francisco de Quevedo (1580-1645)
Máxima figura del conceptismo poético, nació en Madrid y tuvo enfrentamientos con Góngora. Fue un hombre apasionado y violento. Su obra poética puede agruparse en cuatro grandes temas:
- Poesía moral y metafísica: Surge de su pesimismo existencial.
- Poesía amorosa: Trata del gran cantar del amor y de la mujer.
- Poesía satírica y burlesca: Se burla de todo.
- Poesía política: Se centra en el problema de España y denuncia la corrupción.