Poemas de la Generación del 27: Amor, Muerte y Naturaleza en la Literatura Española

La Generación del 27: Amor, Muerte y Naturaleza en la Poesía Española

Federico García Lorca y el «Romance de la luna, luna»

El poema «Romance de la luna, luna», escrito por Federico García Lorca, se encuentra dentro de la obra Romancero Gitano. Pertenece al género lírico y se sitúa dentro del movimiento de la Edad de Plata de la literatura española, representada por los autores de la Generación del 27, entre los que se encuentra Lorca.

La Edad de Plata se caracteriza por encuadrarse en un contexto histórico convulso, marcado internacionalmente por las guerras mundiales, el auge del fascismo en Italia y la hegemonía del nazismo en Alemania. En el ámbito nacional, la esfera política viene determinada por el impulso reformista de la II República, preocupada, sobre todo, por la conquista de derechos sociales y el afán de alfabetización de la población. Socialmente, la época se caracteriza por la consolidación de la burguesía y los movimientos obreros.

El tema fundamental de este poema es la muerte, representada por el símbolo de la luna.

Atendiendo a la estructura externa, nos encontramos ante un romance compuesto por nueve estrofas, formado por versos octosílabos que conservan el mismo ritmo, con rima asonante en los versos pares y versos libres. Los romances son elementos de la tradición popular. Lorca, en su afán de mezclar tradición con modernidad, gusta de usar este tipo de composición.

Estructura interna del «Romance de la luna, luna»

Teniendo en cuenta la estructura interna, el romance se puede dividir en seis partes:

  • 1ª (versos 1-8): Introducción del romance y presentación de la situación.
  • 2ª (versos 9-12): El poeta habla con la luna y le aconseja que huya de los gitanos por su bien.
  • 3ª (versos 13-16): La luna habla con el niño.
  • 4ª (versos 17-18): El poeta aconseja a la luna que huya.
  • 5ª (versos 19-20): La luna pide al niño que no pise su blanco almidonado.
  • 6ª (versos 21-36): Se aproximan los gitanos y encuentran en la fragua al niño muerto.

La palabra “nardos” del segundo verso hace alusión a la belleza femenina y a la blancura de la luna. Mediante la palabra “baile”, se intenta hacer referencia al embrujo de la luna al bailar, y ante él, hasta el aire se conmueve. La muerte del infante aparece reflejada en el verso 24 con “los ojos cerrados” y en los versos 31 y 32 con “por el cielo va la luna / con un niño de la mano”.

Elementos clave en el «Romance de la luna, luna»

Centrándonos en el análisis del poema, podemos distinguir tres elementos fundamentales: los personajes, la representación del espacio y el tiempo narrativo de la composición.

En cuanto a la caracterización de los personajes, se opone la actitud activa de la luna frente a la pasiva y contemplativa del niño, lo cual anticipa el desarrollo y desenlace del romance.

Atendiendo al espacio, la imagen de la luna también es clave para ambientar el poema. Llama especialmente la atención que la muerte suceda en una fragua, lugar donde se funden los metales. El cadáver reposa sobre un yunque, símbolo de dureza y pesadumbre. Por último, en la penúltima estrofa aparece la zumaya, un ave rapaz nocturna que, entre cantos de mal agüero, evidencia el último respiro del niño.

Al final, haciendo referencia al tiempo del poema, es fundamental resaltar su carácter narrativo y cronológico. Debido a la metáfora del segundo verso, “con su polisón de nardos”, podemos deducir que la historia ocurre a lo largo de una noche de luna llena en la que incluso el viento se lamenta del deceso infantil.

Esta obra pertenece a su primera etapa, que se caracteriza por su vinculación con lo popular, y más específicamente, con lo andaluz. Todos están dedicados a gente que conocía, casi todos amigos. En esta obra, los gitanos se convierten en símbolo de libertad y espontaneidad frente a la civilización. Sin embargo, Lorca insistió en varias ocasiones en que lo gitano no es más que un tema literario y que el Romancero es, en realidad, el poema de una Andalucía trágica marcada por la fatalidad, la muerte y la venganza.

Federico García Lorca y el «Romance de la Pena Negra»

El «Romance de la Pena Negra», escrito por Federico García Lorca, se halla dentro de la obra Romancero Gitano. Pertenece al género lírico y se sitúa dentro del movimiento de la Edad de Plata de la literatura española, representada por los autores de la Generación del 27, entre los que se encuentra Lorca. La Edad de Plata se caracteriza por encuadrarse en un entorno histórico convulso, marcado internacionalmente por las guerras mundiales, el auge del fascismo en Italia y la hegemonía del nazismo en Alemania. En el campo nacional, la esfera política viene definida por el fomento reformista de la II República, preocupada, más que nada, por la conquista de derechos sociales y el ansia de alfabetización poblacional. Socialmente, la era se caracteriza por la consolidación de la burguesía y los movimientos obreros.

El tema fundamental de este poema es la pena de la gitana, representada por ella, el dolor que sufre.

En la estructura externa de este poema, podemos observar que está compuesto por versos octosílabos rimados, que hacen que su rima sea asonante en los versos pares, ya que sus sílabas tónicas se repiten. Lorca, en su empeño de mezclar la tradición con la modernidad, agrada de utilizar este tipo de composición.

Estructura interna del «Romance de la Pena Negra»

Analizando la estructura interna, podemos dividir el poema en tres partes:

  • En la primera parte (versos 1 al 8), el autor presenta y describe a Soledad Montoya.
  • A continuación, en la segunda parte (versos 9 al 38), se describe un diálogo entre un personaje externo y la gitana Soledad Montoya.
  • Para finalizar, en la tercera parte (versos 39 al 46), se hace una descripción del paisaje y se alude a la pena de los gitanos, que era una clase social mal vista y despreciada, que se define como pena negra.

Elementos clave en el «Romance de la Pena Negra»

Centrándonos en el análisis del poema, podemos distinguir tres elementos fundamentales: los personajes, el espacio y el tiempo narrativo de la composición. En primer lugar, describiendo a la gitana, podemos ver cómo el autor ha pensado y descrito al personaje con su nombre. Lorca describe a la chica como una mujer sensual, pero con un gran sufrimiento que se convierte en pena. Haciendo referencia al espacio, el mar se presenta como un recuerdo mortífero para ella: “no me recuerdes al mar / que la pena brota / en las tierras de aceituna / bajo el rumor de las hojas”. El caballo “que se desboca” es como un símbolo que representa a la pérdida de Soledad, “y al fin encuentra la mar / y se tragan las olas”, haciendo referencia a que encontró la paz y se fue, una muerte que Soledad siente. Por último, haciendo alusión al tiempo, se destacan varias apariciones de metáforas y personificaciones como “gimen sus pechos” o “por abajo canta el río”. Analizando este poema, podemos ver cómo Lorca vuelve a mezclar tradición con modernidad.

Esta obra pertenece a su primera etapa, que se caracteriza por su vinculación con lo popular, y más específicamente, con lo andaluz. Todos están dedicados a gente que conocía, casi todos amigos. En esta obra, los gitanos se convierten en símbolo de libertad y espontaneidad frente a la civilización. Sin embargo, Lorca insistió en varias ocasiones en que lo gitano no es más que un tema literario y que el Romancero es, en realidad, el poema de una Andalucía trágica marcada por la fatalidad, la muerte y la venganza.

Miguel Hernández y la «Elegía» a Ramón Sijé

Este poema, escrito por Miguel Hernández, se titula “Elegía”. Pertenece al libro El rayo que no cesa (1936). Este texto fue dedicado a la memoria de su amigo, José Ramón Marín Gutiérrez, conocido como “Ramón Sijé”. Esta obra pertenece al género lírico, al tratarse de un poema, y se sitúa dentro del movimiento de la Edad de Plata de la literatura española, representada por uno de los autores de la Generación del 27, en este caso, por Miguel Hernández. La Edad de Plata se caracteriza por encuadrarse en un entorno histórico convulso, marcado internacionalmente por las guerras mundiales, el auge del fascismo en Italia y la hegemonía del nazismo en Alemania. En el campo nacional, la esfera política viene definida por el fomento reformista de la II República, preocupada, más que nada, por la conquista de derechos sociales y el ansia de alfabetización poblacional. Socialmente, la era se caracteriza por la consolidación de la burguesía y los movimientos obreros.

El tema principal de este poema es la muerte y el dolor que expresa por la muerte de su “compañero del alma”.

Estructura de la «Elegía»

Atendiendo a la estructura externa, cuya métrica corresponde a dieciséis tercetos encadenados de arte mayor de rima consonante. Posee cuarenta y nueve versos, incluye un verso final que rima con el segundo verso del último terceto. La estructura de los tercetos encadenados nos gusta mucho porque posee una musicalidad especial, al rimar el primer verso con el tercero, y el segundo con el primero del siguiente. Mientras que, en la estructura interna, esta elegía, como tal, consta de tres partes:

  • La primera es la llamada de “meditación”, en la que Hernández reflexiona y recuerda los tiempos pasados con su gran amigo. De ahí la insistencia en resaltar la importancia del campo y el modus vivendi agrario ya que, investigando en ambas biografías, sabemos que los dos poetas acudían al huerto con frecuencia para estar en contacto con la naturaleza y con el ambiente pueblerino y pastoril del que tan orgulloso se sentía Hernández. Esta etapa de “meditación” o recuerdo comprende los cuatro primeros tercetos.
  • La segunda parte es el “lamento de los sobrevivientes”. Es quizá donde Miguel Hernández se expresa con más emotividad, ya que nos habla de su propio sentimiento ante la pérdida de un ser querido. Habla en primera persona de la pena que siente. Dentro de este lamento enmarcamos desde la quinta estrofa hasta la undécima.
  • La tercera y última parte es la de “alabanza”, en la que el autor elogia al fallecido y destaca sutilmente algunas cualidades de este.

Elementos clave en la «Elegía»

Centrándonos en el análisis del poema, podemos distinguir tres elementos fundamentales: los personajes, el espacio y el tiempo narrativo de la composición. En primer lugar, podemos decir que, a lo largo del poema, dos serán los protagonistas: Ramón Sijé y el propio Miguel Hernández. Ambos protagonistas se alternarán. Haciendo referencia al espacio, describe su anhelo hacia el amigo que ha perdido y se imagina que resucita a través de la naturaleza. Y, por último, haciendo alusión al tiempo, podemos decir que transcurre durante el comienzo del día, el amanecer, en uno de los callejones del Madrid de la época.

Hernández ha sabido conjugar tan certeramente tristes sentimientos íntimos, bien reales, con un manejo tan solvente de la lengua y de los artificios poéticos, de naturaleza verbal, que alcanza una suprema forma poética, viva y estremecida.

Vicente Aleixandre y el Amor en «Se Querían»

“Se Quería» es un texto lírico perteneciente al autor Vicente Aleixandre, uno de los escritores más importantes de la Generación del 27 y de la poesía mundial del siglo XX. Se sitúa dentro del movimiento de la Edad de Plata de la literatura española. La Edad de Plata se caracteriza por encuadrarse en un entorno histórico convulso, marcado internacionalmente por las guerras mundiales, el auge del fascismo en Italia y la hegemonía del nazismo en Alemania. En el campo nacional, la esfera política viene definida por el fomento reformista de la II República, preocupada, más que nada, por la conquista de derechos sociales y el ansia de alfabetización poblacional. Socialmente, la era se caracteriza por la consolidación de la burguesía y los movimientos obreros. Este poema, en concreto, pertenece a la primera etapa del poeta, caracterizada por el surrealismo y en la que la mayor parte de sus poemas tenían como temas el amor y la destrucción.

El tema fundamental de este poema es el amor pasional entre dos personas.

Estructura de «Se Querían»

El texto presenta una estructura externa compuesta por 8 estrofas de cuatro versos cada una, a excepción de la primera y la última de ellas. Respecto a la métrica, utiliza el verso libre. En cuanto a la estructura interna, el poema podemos dividirlo en tres partes según la organización de sus ideas:

  • La primera parte corresponde con las cuatro primeras estrofas y en ella el autor comenta la forma en la que dos amantes se desean en plena oscuridad, en la noche, y cuando la luz comienza a resurgir, el amanecer.
  • La segunda parte corresponde a la quinta, sexta y séptima estrofa, y en ellas se comenta el amor en plena luz, durante el día, y cuando se acerca la oscuridad, el anochecer.
  • Finalmente, nos encontramos con la tercera parte, que corresponde con la última estrofa. En ella, el autor enumera las sensaciones vividas por el amor pasional de los amantes.

Elementos clave en «Se Querían»

Centrándonos en el análisis del poema, podemos distinguir tres elementos fundamentales: los personajes, el espacio y el tiempo narrativo de la composición. En primer lugar, describiendo a los personajes, los podemos describir como dos amantes que se amaban a pesar de cualquier cosa. Haciendo referencia al espacio, las visiones de la tierra y el mar, dispuestas de forma contrastada, pero no antitética, ya que resultan complementarias, presentan imágenes del amor ligado a la tierra o al mar. Y, por último, haciendo alusión al tiempo, podemos decir que se caracteriza en la noche y, mientras va saliendo el sol, va creciendo el amor.

El poeta muestra en este poema el amor existente entre dos personas, un sentimiento fuerte, pasional y que consta que se refleja en todos los aspectos de la vida y en cualquier momento.

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