Noche Oscura de San Juan de la Cruz: Un Viaje Místico hacia la Unión con Dios
San Juan de la Cruz (1542-1591), poeta místico del Renacimiento español, plasmó en su obra la esencia del amor a través del sufrimiento y la completa entrega del alma a Dios. Este concepto se refleja magistralmente en su poema «Noche Oscura», el cual describe el camino que conduce a la unión con Dios y el placer que esta proporciona.
Estructura y Simbolismo en Noche Oscura
Este poema, una lira compuesta por 8 estrofas de cinco versos cada una, con rima consonante y métrica 7a, 11B, 7a, 7b, 11B, narra una historia de amor en la que una pareja de enamorados se busca hasta encontrarse para amarse. La amada representa el alma y el Amado a Dios. Se utiliza el convencionalismo de la poesía trovadoresca amorosa, pero atribuyéndole un significado místico.
Las Tres Vías hacia la Unión Divina
El poema se divide en tres partes:
- La vía purgativa (versos 1-10): El alma huye de su cuerpo.
- La vía iluminativa (versos 11-25): El alma se adentra en la búsqueda de Dios.
- La vía unitiva (versos 26-35): Se describe la unión con Dios.
Los últimos cinco versos representan el éxtasis místico, donde se experimenta una pérdida de la voluntad propia y la entrega total del Yo a manos del Amado, y donde desaparece todo tipo de dolor.
Análisis Detallado de las Estrofas
Primera Estrofa: La Salida del Alma
Desde «en una noche oscura» hasta «estando ya mi casa sosegada», se sitúa al alma al anochecer, saliendo del cuerpo para encontrarse con su Amado. La noche oscura simboliza la purificación del alma, necesaria para iniciar el camino hacia Dios. En el verso 1, el adjetivo «oscura» alude a la oscuridad indispensable para que el alma se despoje de lo humano.
Segunda Estrofa: El Camino Secreto
Desde «a oscuras y segura» hasta «estando ya mi casa sosegada», se narra cómo el alma sale disfrazada y a escondidas de su casa -«por la secreta escala disfrazada […] a oscuras…»- para poder ir en busca de su Amado. En el verso 6, «a oscuras y segura» presenta una paradoja, pues la oscuridad debería hacer que el alma caminara insegura, pero en este caso, la hace caminar segura hacia Dios. Estas dos primeras estrofas describen la vía purgativa, que limpia la memoria y hace perder el apetito que impide orientarse hacia Dios.
Tercera Estrofa: La Noche Dichosa
Desde «en la noche dichosa» hasta «la que en el corazón ardía», se hace referencia a esa «noche oscura» que se transforma en «noche dichosa», ya que encuentra la luz especial que la ayuda a encontrar a su Amado. En el verso 15, «sino la que en el corazón ardía», se produce un hipérbaton, donde en lugar de decir «ardía en el corazón» dice «en el corazón ardía».
Cuarta Estrofa: La Guía hacia el Amado
Desde «aquésta me guiaba» hasta «en parte donde nadie parecía», se describe el momento previo al encuentro con el Amado, a quien se nombra a través de una perífrasis (no se le llama por su nombre hasta ahora).
Quinta Estrofa: Exaltación de la Noche
Desde «¡Oh noche, que guiaste!» hasta «amada en el amado transformada», se presenta una exclamación afectiva hacia la noche. Mediante las exclamaciones y anáforas de la interjección «¡Oh!» y la palabra «noche», se exaltan los valores positivos de esta. En el verso 22, «¡Oh noche amable más que la alborada!», hay una personificación referida a la noche, ya que se la califica de amable.
De la tercera a la quinta estrofa se desarrolla la vía iluminativa. En esta, se entiende a Dios como potencia del alma, además de ser el camino hacia este entendimiento.
Sexta Estrofa: El Clímax de la Unión
Desde «en mi pecho florido» hasta «y el ventalle de cedros aire daba», se describe el clímax del poema: la unión de los dos amados. El autor utiliza la metáfora de los dos amantes para narrar la unión mística, y en esta estrofa se alude al acto sexual. En el verso 30, encontramos la metáfora «de cedros aire daba», que explica que el aire movía las hojas del cedro, abanicando así a los amantes. En los versos 34-35 se produce una anáfora al empezar ambos con «y».
La sexta y séptima estrofas describen la vía unitiva, que consiste en la purificación de la voluntad, la potencia del alma. Aquí se alcanza el grado máximo de unión con Dios, pues el alma ha purificado toda su voluntad para entregársela completamente a Él.
Octava Estrofa: El Éxtasis Místico
Desde «Quedéme y olvidéme» hasta «entre las azucenas olvidado», se describe el éxtasis místico, donde se produce una pérdida de la voluntad propia y la entrega total del Alma (Yo) en manos del Amado.
Recursos Literarios en Noche Oscura
San Juan de la Cruz utiliza en este poema repeticiones, como en los versos 3 y 8, «¡oh dichosa ventura!», a modo de estribillo. Además, se repiten las ideas de noche y salida nocturna como un secreto. El recurso de la aliteración también es frecuente: en los versos 4-5, «salí sin ser notada / estando ya mi casa sosegada», con el sonido «s», y en la última estrofa con el sonido «m».
Conclusión
En conclusión, «Noche Oscura» es un ejemplo magistral de la poesía mística de San Juan de la Cruz. Expresa el amor humano y las sensaciones que el alma experimenta en el camino, a través de las tres vías, hasta alcanzar la unión con Dios. Todo esto se explica mediante la metáfora de dos amantes que se encuentran para unirse en el acto de amor.