Personajes Principales y Secundarios: Un Reflejo de la Sociedad
La obra presenta un elenco de dieciséis personajes, diez masculinos y seis femeninos, además de siete personajes de figuración. Estos individuos, que oscilan entre la ternura y lo grotesco, se presentan como seres libres, construidos a partir de elementos entrañables y sinceros extraídos de la realidad misma en la que se desarrollan los acontecimientos. De hecho, el propio Mihura admite que esta obra se inspira en anécdotas vividas durante una gira por provincias. Esta conexión con la realidad plantea la interrogante de si todos los personajes son, en cierto modo, reflejos del propio autor.
La historia, lejos de concluir, se repite, aunque los personajes se ven forzados a un final que parece justificado. A continuación, se detallan los personajes más relevantes:
Dionisio: El Protagonista Masculino
Dionisio es un joven retraído e indeciso de unos veintisiete años. A pesar de que se autoproclama bohemio y es percibido como tal, el desenlace de la obra revela su conformismo y temor a la soledad en una sociedad que promovía el matrimonio como requisito para el éxito social.
Paula: La Protagonista Femenina
Paula, de dieciocho años y notable belleza, es la contraparte femenina de Dionisio. Su personalidad alegre y risueña contrasta con su conformismo y su inseguridad respecto al futuro, mostrando incluso tintes depresivos. Su aparente candidez, evidenciada en diálogos como el que mantiene con El Odioso Señor, oculta una complejidad mayor.
Bubby: El Antagonista
Bubby, un joven fuerte y de color, dueño del «mascarado ballet», encarna el papel de antagonista. Más que un ballet, las jóvenes ofrecen otros servicios a cambio de favores, y Bubby actúa como su proxeneta. Su personalidad se caracteriza por la chulería y la amenaza, utilizando la tristeza y el fracaso como argumentos para mantener a las jóvenes bajo su control. Las alusiones a este personaje son siempre despectivas, presentándolo no como el verdadero culpable de la prostitución de las chicas, sino como un sirviente o incluso como su conciencia.
Don Rosario: La Figura Paterna
Don Rosario, cuya edad oscila entre los 45 y 55 años, es el dueño del hotel y actúa como una figura paterna para todos los huéspedes. Su dulzura y candidez, junto con su actitud que roza lo ridículo, lo convierten en un personaje tierno y entrañable. Su principal preocupación es la felicidad, salud y confort de los huéspedes, y vive con la tristeza de haber perdido a un hijo.
Fanny: La Bailarina Ambiciosa
Fanny, una de las bailarinas del ballet, muestra una actitud de «buscona» a lo largo del segundo y tercer acto. Desaparece de la obra junto a un viejo militar tras obtener sus medallas. Este personaje caprichoso no duda en utilizar sus encantos para conseguir sus objetivos. Su huida sugiere un deseo de escapar del mundo del espectáculo, donde el baile no es su principal fuente de ingresos, aunque sí su vocación.
El Odioso Señor: La Crítica a la Burguesía
El Odioso Señor, un personaje clave del segundo acto, representa al rico del pueblo. Su actitud petulante y su creencia de que todo se puede comprar con dinero lo convierten en un exponente irónico de la sociedad burguesa de la época. Su diálogo con Paula destaca su constante alarde de superioridad y riqueza.
Madame Olga: El Patetismo y la Maternidad
Madame Olga, un personaje patético con una historia peculiar (su marido tenía cabeza de vaca y cola de cocodrilo y no le permitía afeitarse), muestra un aire maternal. Su relación con el «guapo muchacho» es ambigua, sin que quede claro si se basa en el amor o en un sentimiento maternal mutuo.
El Anciano Militar: La Ironía Codornicesca
El Anciano Militar, un hombre viejo y calvo, recurre a alusiones históricas sin fundamento sobre su pasado militar, mencionando tanto a los apaches como a los cosacos. Esta ironía, característica de la revista «La Codorniz», lo presenta como un personaje sacado de una viñeta cómica. Sigue las indicaciones de Fanny y finalmente se marcha con ella.
Don Sacramento: La Doble Moral
Don Sacramento, padre de la novia de Dionisio, es un hombre decente con principios arraigados en la decencia. Presenta a Dionisio un futuro sombrío. Sin embargo, su amistad con El Odioso Señor sugiere una posible doble vida, similar a la que critica: una vida familiar de la que alardea y una vida bohemia que detesta, reflejando una realidad común en la época.