Personajes de ‘La casa de Bernarda Alba’: Análisis y Simbolismo

Bernarda Alba

Bernarda, una viuda de 60 años, es la matriarca dominante y cruel de la familia. Su carácter tiránico y su defensa de los valores tradicionales la convierten en una figura opresiva. El bastón que porta simboliza su autoridad y poder. Su educación sexista y de clase define las vidas de sus hijas.

Poncia

Poncia, la criada de 60 años, es una mujer sumisa que alberga un profundo odio hacia Bernarda. Su hipocresía se manifiesta en su aparente confianza hacia su ama. Es una persona curiosa que se entera de todo lo que ocurre en la casa. Poncia conoce la relación entre Pepe el Romano y Adela, pero defiende la represión sexual y la frustración amorosa. Es ella quien encuentra el cadáver de Adela, quien se suicida pensando que su madre la había matado.

Angustias

Angustias, la hija mayor, hereda una gran fortuna de su padre, lo que atrae a Pepe el Romano. Acepta su falta de belleza y prefiere la riqueza sobre la belleza. Su matrimonio con Pepe representa una salida de la casa, más que un amor genuino. Su carácter desapasionado y su desconfianza hacia Pepe reflejan una falta de felicidad a pesar de su posición privilegiada.

Adela

Adela, la hija más joven, es la más guapa y rebelde. Su nombre significa «aquella de origen noble», reflejando su valentía y fuerza. Sueña con una vida libre y plena, desafiando las normas impuestas por su madre. Su conflicto con sus hermanas gira en torno a Pepe el Romano. Adela es un símbolo de lucha contra la opresión social y masculina. El abanico de flores y el vestido verde representan su rebeldía y vitalismo. Las estrellas inalcanzables simbolizan la libertad y la esperanza, pero también la muerte. Su suicidio subraya el alto precio de buscar la libertad, convirtiéndola en un símbolo de lucha por la autonomía y la justicia.

Magdalena

Magdalena, la segunda hija, lleva el nombre de María Magdalena. Es la única hija que llora en el funeral de su padre, mostrando su sensibilidad. Aunque suele ser sumisa, a veces se rebela contra su situación. Reconoce la realidad de su vida y la de sus hermanas, lamentando la presión social. Acepta resignadamente su soltería y expresa su deseo de ser hombre para escapar de las expectativas opresivas impuestas a las mujeres.

Amelia

Amelia, la tercera hija, es la mediana de las cinco hermanas. Su nombre, que significa «sin miel», sugiere una persona insípida. Su papel en la obra es más secundario y se limita al chismorreo con su hermana Martirio. Amelia es el personaje más plano, mostrando sumisión y temor hacia su madre. Es inocente y teme a los hombres, consciente de la realidad pesimista de su condición como mujer.

Martirio

Martirio, la cuarta hija, lleva un nombre que significa «atormentada», reflejando su estado emocional. Es descrita como «un pozo de veneno» por Poncia. Su enfermedad y deformidad la hacen sentir atormentada y envidiosa. Aunque pudo haberse casado con Enrique Humanes, su madre se opuso debido a su clase social. Vive reprimida sexualmente y siente celos de sus hermanas Angustias y Adela, especialmente cuando descubre la relación secreta de esta última con Pepe el Romano. Roba el retrato de Pepe, a quien también ama. A medida que avanza la obra, acumula resentimiento y apoya los severos juicios de su madre. Contribuye a la desesperación y suicidio de Adela al mentir sobre la muerte de Pepe el Romano. En el desenlace, es maldita por sus hermanas.

Pepe el Romano

Pepe el Romano, un hombre joven de 25 años, es el hombre más codiciado del pueblo. Sus cualidades masculinas lo convierten en un objeto de deseo para todas las mujeres de la casa. Está comprometido con Angustias por interés, ya que ella heredó la fortuna de su padre. Pepe representa a todos los hombres malos. Su ausencia y presencia constantes resaltan su influencia sobre la trama y su simbolismo como representante de los hombres malos y opresivos.

María Josefa

María Josefa, una anciana adornada con flores, contrasta con la oscuridad de Bernarda. Quiere casarse para ser feliz, tachada de «loca». Su aparente locura revela verdades sobre las nietas y el futuro sombrío. Encerrada por Bernarda, su lenguaje poético expone la represión. Con un cordero, simboliza el trágico destino. Desafía a Bernarda, siendo símbolo de liberación.

ímbolo de liberación.

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