La galería de personajes de ‘El amor en los tiempos del cólera’
La galería de personajes de ‘El amor en los tiempos del cólera’ es enorme. Destacan como personajes principales los tres ejes del triángulo amoroso que sustenta la novela:
Juvenal Urbino de la Calle
Personaje de gran prestigio social, doctor venerable y venerado, católico practicante y muy metódico. Cuida mucho su aspecto personal, y una buena parte de sus rutinas está dedicada a combatir en secreto la vejez. Hasta el capítulo III no lo conocemos como joven y prometedor doctor, el soltero más codiciado de la ciudad por su formación. En cuanto al amor, sucumbió a los encantos de Fermina Daza. No se enamoró, pero tuvo el espíritu práctico necesario para saber que con esa mujer podría “inventar un buen amor”.
Fermina Daza
La conocemos en el capítulo I en su vejez. El narrador resalta que en la vejez de Fermina se conservan trazas de su atractivo; conserva, “aún a los setenta y dos años, su cuerpo de huesos largos, todavía delgado y recto, sus ojos de almendras diáfanas y su altivez de nación”. Se nos presenta como una mujer con carácter, servicial y unida a su marido. Los rasgos que de ella trascienden y en los que el narrador insiste no son los de la belleza puramente física, sino los de su porte. Fermina es una mujer con gran capacidad para las decisiones súbitas, tan pasional y sorpresiva como realista y práctica.
Florentino Ariza
Es el personaje más desarrollado de la novela. Sustenta los dos pilares temáticos de la novela: el amor y el tiempo. Aparece al final del capítulo I en el velorio del doctor Juvenal para reiterar su juramento de amor eterno a Fermina más de medio siglo después. Florentino es un hombre “un poco tardío” para la época, que contrasta con el porte de dandy de Juvenal. Es un escuálido extremadamente sentimental, que atraía a las mujeres por tener un aire de “solitario necesitado de amor”.
Con el tiempo, Florentino va madurando y aprendiendo a amar a todos los tipos de mujeres posibles mientras no deja de alimentar su amor hacia Fermina. Se convierte en un maestro en el “arte de amar”. Hemos de destacar su tenacidad sin límites, pues tomó la determinación de ganar nombre y fortuna para merecer a Fermina. Su voluntad es más grande que él mismo.
Personajes relacionados con Florentino Ariza
- Lotario Thugut: En ausencia de su padre, es el primer hombre que lo acoge. Es el mentor y maestro de Florentino en sus años juveniles.
- El tío León XII Loayza: Director General de la Compañía Fluvial del Caribe, el segundo hombre que se convierte en mentor de Florentino; a él acude cuando decide ascender socialmente.
- Leona Cassiani: “La verdadera mujer de su vida”; dinámica, silenciosa, de una dulzura sabia, “sabía estar donde debía en el momento justo”.
- Rosalba, América y la galería de amantes: Rosalba y América tienen una relevancia especial en la vida de Florentino: Rosalba se llevó su virginidad durante su “viaje medicinal por el río Magdalena”, y América fue la última de sus amantes antes de reencontrarse con Fermina. El resto de amantes forman una especie de “tratado sobre las mujeres y los modos amatorios” que se incrusta en la vida de Florentino.
Personajes relacionados con Fermina Daza
- Dos mujeres cómplices de Fermina: La tía Escolástica, hermana de su padre, quien cuidó a Fermina como una madre cuando quedó huérfana, y cumplió la función de cómplice al estilo del “amor cortés”; y la prima Hildebranda, a quien conoció en su “viaje del olvido”, y que se convirtió en la mejor y única amiga de Fermina.
- Lorenzo Daza: Su padre, es una figura amenazadora, sin escrúpulos, con el único objetivo de ascender socialmente. Fermina es para él un instrumento. Nada en él inspira afecto. Es la única figura totalmente negativa de la novela.
- Capitán Diego Samaritano: Hace del Nueva Fidelidad una “suite nupcial”.
Personajes relacionados con Juvenal
- Marco Aurelio Urbino: Su padre, cuyo recuerdo y ejemplo le acompañan toda su vida.
- Jeremiah de Saint-Amour: Su amigo, que se suicida por no soportar la vejez.
- Bárbara Lynch: La única mujer que enfebreció de pasión al doctor, hasta el punto de hacerle vivir el infierno del adulterio.