Personajes Principales de La Casa de los Espíritus
Isabel Allende declaró que para construir sus personajes se sirvió de su experiencia teatral y procuró que cada uno de ellos tuviera una biografía completa, un carácter definido y una voz propia. Y eso lo podemos ver, no solo en el protagonista, Esteban Trueba, sino en muchos de los personajes masculinos y femeninos que aparecen en La casa de los espíritus. Un aspecto destacado de los personajes es el de sus nombres: algunos tienen significados que reflejan aspectos del mismo, como sería el de Clara (“clarividente”); pero en el caso de los masculinos solo sirven para enumerarlos en el orden del linaje, lo que ayuda al lector para recordar de qué Pedro se está hablando: Pedro García (el primero, no numerado), Pedro Segundo García y Pedro Tercero García.
Los Patriarcas
El protagonista, Esteban Trueba, perteneciente a una familia ilustre pero arruinada, se hace a sí mismo a base de trabajo. Una vez convertido en el típico terrateniente, ultraconservador, se cree un buen patrón y buen padre, a pesar de no reconocer que su violencia y su incapacidad de mostrar afecto a nadie le pierden. Su castigo será la toma de conciencia de sus errores. El patriarcado tiene otros representantes como Severo del Valle, procedente de la burguesía liberal, cuyo punto flaco es la debilidad por los inventos modernos que le acarreará la muerte. Esteban y Severo son representantes de los poderosos en la sociedad que les ha tocado vivir, enfrentados ideológicamente y de procedencias distintas, pero iguales en cuanto a consideración social, de ahí el consentimiento de unión de las dos familias mediante el matrimonio del primero con Clara, la hija menor del segundo.
El otro patriarca pertenecería a esa clase de hombres sólidamente anclados en la tierra, honestos y trabajadores. Pedro García, el viejo, abre una saga, con su honradez, sus saberes medicinales y su conexión con el reino animal que le lleva a hablar con las hormigas para que se vayan de la finca tras la plaga. Su generosidad con Esteban Trueba, el patrón, pasa por encima de la afrenta de que su hija Pancha haya sido violada por este y le salva la vida componiendo sus huesos tras el terremoto. Su hijo Pedro Segundo le servirá con fidelidad y silencio, debatiéndose entre sus deberes y el amor de padre. Por otra parte, su hijo, Pedro Tercero García, le saldrá socialista y reivindicativo.
Otros Personajes Masculinos
Si continuamos con los personajes masculinos podríamos hablar de Jaime y Nicolás, los hijos mellizos de Clara, dos mundos opuestos, y no solo físicamente: Nicolás, junto con su tío Marcos, aparece en la cuota de los personajes estrafalarios, viajeros, cuya vida es la aventura; Jaime era una especie de santo laico anticlerical que tenía una gran capacidad de ternura.
Las Mujeres: El Corazón de la Novela
Si caracterizamos a los personajes femeninos, la crítica es unánime al dictaminar el papel primordial de las mujeres en la novela. Las cuatro generaciones son luminosas, cada una a su modo y manera.
Las Matriarcas
Nívea es la matriarca, una madre dedicada, una sufragista pionera y volcada con los pobres, consciente de las injustas desigualdades sociales. Bien anclada en la realidad, asume sin problemas las excentricidades de sus hijos.
Rosa pasa fugazmente por la historia, marcada por su físico excepcional y su rara belleza. Es la primera novia del patriarca, quien llegará incluso a raptarla del cementerio para unir en un mausoleo a sus dos amores.
Su hermana Clara es el eje escondido del relato: su imaginación clarividente rige la vida de cuantos la rodean. Mujer etérea, pero también ejemplo de la matriarca tradicional en cuanto mujer de Esteban, se mueve sin complejos, espontánea, guiada por su instinto y lo que es justo. El amor a su marido no le impedirá contradecirle o castigarle con un silencio de años. Posee corazón para los humildes y capacidad de entender y perdonar a quienes obran movidos por el amor, como su hija Blanca. Sus dotes telepáticas y telequinésicas se intensifican con el tiempo, y en la casa de la esquina creará su propio mundo, en la parte posterior de la misma.
Las Siguientes Generaciones
Blanca destaca por su férrea voluntad, muy centrada en su profundo amor por Pedro Tercero. Madre soltera, será el sostén de la casa y vivirá una vida oscura pero digna, hasta que finalmente huirá con su amante al exilio.
Alba, la más joven, sale de la casa y en la universidad se relaciona con grupos políticos. Su militancia y el apoyo a los perseguidos le costarán caro, pero, aun así, estará dispuesta a luchar por la vida y olvidar el odio.
Otros Personajes Femeninos
Tránsito y Amanda juegan un rol, cada una el suyo. La primera, la prostituta, es inteligente y representa uno de los canales que la sociedad ofrece a la mujer de clase social baja para ascender, pero ella sabe jugar sus cartas, estar en su papel y agradecer los favores recibidos; su ayuda en la liberación de Alba es indudable. En cuanto a Amanda, es la típica hippy revolucionaria de los setenta. Se trata de los pocos personajes que no evolucionan.
Nana y Férula compiten por el amor de Clara, en cuanto que ambas se vuelcan en su servicio. Férula es la solterona, de fuerte y atormentada personalidad, con rasgos que la harán desgraciada. Nunca recibió ternura y queda pasmada con la que le prodiga Clara.