Patricia Highsmith: Vida y Obra
La autora: Mary Patricia Plangman nació en Texas (EEUU) en 1921. Su infancia la pasaría con su abuela, quien le enseñó a amar la lectura. A los 7 años se trasladó a Nueva York con su madre, con la que mantuvo una relación problemática. Esta difícil relación sería luego recreada en “The Terrapin”. A los 8 años leyó el libro La mente humana, de Karl Menninger, que influyó en su obra posterior. Se licenció en 1942 en estudios literarios. Trabajó como guionista y como comercial, comenzando a escribir a los 22 años. A raíz del éxito de la adaptación cinematográfica de Extraños en un tren, por Alfred Hitchcock, Patricia puede vivir exclusivamente de la literatura. Su homosexualidad y su carácter huraño, acentuado por el alcoholismo, tendrán un fiel reflejo en su obra. Su lesbianismo es abordado en su novela El precio de la sal, publicada en 1953 bajo el seudónimo de Claire Morgan; años más tarde la reimprimiría con el título de Carol, descubriendo que era ella la verdadera autora y revelando las razones del seudónimo inicial. Su turbulenta relación con la escritora Ann Aldrich inspiraría varias novelas. Prefería la compañía de los gatos y los caracoles a la de las personas. Algunos la tacharon de misantropía, de misoginia e incluso de antiamericanismo; su inclinación hacia la morbosidad, así como sus ideas políticas de sesgo comunista, no la hicieron vendible en Estados Unidos. Por ello se trasladó a Europa en 1963, donde residió en Reino Unido, en Francia y en Suiza, donde murió en 1995, a los 74 años. Ha sido alabada por la crítica como una de las mejores escritoras de su generación.
Contexto Histórico y Literario
Su contexto: La época de Patricia Highsmith está marcada por la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos se convirtió en la primera potencia económica mundial, caracterizándose por ser una sociedad marcada por los desequilibrios, a raíz de la depresión económica provocada por el crack de la bolsa de Nueva York en 1929. La II Guerra Mundial abrumó a los autores. Por ello, las nuevas tendencias se orientan hacia la reflexión sobre el sentido de la existencia humana o hacia la descripción de los efectos de la guerra, y solo a partir de los 50 comienza a desarrollarse la sociedad de consumo.
En Europa se desarrolla el existencialismo (con Camus y Sartre, en narrativa; Ionesco, Samuel Beckett, etc., en teatro), movimiento que encarna la expresión del absurdo de la existencia humana. En Alemania e Italia aparecen autores cuya intención es reflejar el mundo tras el conflicto. Es el caso del neorrealismo italiano, o novelistas alemanes como Elias Canetti o Ernst Jünger. En los 50 surgen tendencias literarias renovadoras: los “jóvenes airados” ingleses (John Osborne, Harold Pinter); o el “nouveau roman” francés (Alain Robbe-Grillet). Durante esta segunda mitad del siglo, la narrativa norteamericana adquiere un papel relevante. Una gran cantidad y variedad de novelistas se van sucediendo a partir de los 50. Destacan los novelistas sureños, como Truman Capote; los afroamericanos, como Richard Wright; y los de origen judío, como Saul Bellow o Isaac Bashevis Singer. Uno de los autores más importantes del momento será J.D. Salinger, autor de El guardián entre el centeno. Tras la II Guerra Mundial se consolidó en Estados Unidos la denominada Generación Beat (la generación “destrozada, cansada, golpeada”), que manifiesta su rechazo a los estadounidenses clásicos, así como su inclinación hacia la filosofía oriental, y a los que se les considera precursores del movimiento hippie. En las últimas décadas, la tendencia más influyente sea el “realismo sucio”, representado por Raymond Carver o Richard Ford.
La obra de Patricia Highsmith se desarrolló durante la época posterior a la II Guerra Mundial. Patricia parte del modelo de las novelas policíacas y de intriga; su temática se centra en la culpa, la mentira y el crimen. Los autores que influenciaron a Patricia Highsmith fueron Dashiell Hammett y Raymond Chandler. La concepción del suspense de Highsmith se ha etiquetado como novela policíaca situada entre Chandler, Agatha Christie y Conan Doyle.
Análisis de ‘El Talento de Mr. Ripley’
El talento de Mr. Ripley (1955) es la primera novela del ciclo “Ripley”; aúna las características del género negro y del thriller psicológico, y fue escrita durante el primer viaje de Patricia Highsmith a Europa; la idea surgió cuando observaba desde su hotel a un joven que paseaba solo por la playa. La trama presenta a Tom Ripley, un joven estadounidense con problemas económicos que acude a Italia por encargo de un millonario para tratar de convencer al hijo de este, Dickie, de que abandone su vida bohemia. Tom intima con Dickie y termina asesinándolo para suplantar su identidad y proseguir con el lujoso tren de vida con el que se había acostumbrado en su compañía. Tras escapar a la persecución a la que lo somete la policía, Tom termina heredando los bienes de Dickie gracias a un testamento que él mismo falsificó. La historia concluye de manera ambigua, pues aunque Tom triunfa en sus ambiciones y no es castigado por sus crímenes, se deja caer la idea de que ha caído en una inercia paranoide de la que no podrá escapar.
La trama se basa en la intriga que se plantea a partir de la actitud cínica, maquiavélica, e incluso psicópata, por parte de Tom Ripley, que miente, suplanta identidades e incluso asesina cuando cree que conviene a sus intereses, siendo una muestra del triunfo del mal sobre el bien. La característica fundamental de su protagonista es la ausencia de empatía hacia los demás; para Ripley, causar daño a otra persona no supone ningún obstáculo, siempre y cuando satisfaga con ello sus ambiciones egoístas. Ripley es un joven solitario, un estafador inteligentísimo que suplanta a sus víctimas, un ladrón y un asesino ocasional que no se somete a la moral establecida, crea sus propios valores y nunca es castigado ni atrapado por la policía, sintiéndose ajeno a todo sentimiento de culpa. Lo que motiva a Ripley es el dinero y el acceso a otro estatus. Pero la originalidad del personaje radica en que se presenta como un esnob.
Con esta obra Patricia Highsmith consiguió varios premios: el Premio Edgar a la mejor novela de 1956 y el Gran Premio de Literatura Policíaca (1957) por la edición francesa de la obra. Hoy día la novela sigue siendo un thriller de gran éxito; de hecho, Tom Ripley no muere en esta obra, siendo el protagonista de una serie de 5 novelas (la Ripleada) que narran las peripecias de este estafador que suplanta a las personas a las que asesina.
Otras Obras de Patricia Highsmith
La producción literaria de Patricia se compone de una veintena de novelas, un gran número de relatos (recogidos en volúmenes como Once, Pequeños cuentos misóginos, Crímenes bestiales, La casa negra, Los cadáveres exquisitos, etc.) y un ensayo, El arte del suspense (1966). La maldad es un tema central que recorre toda la obra de la autora, donde abundan antihéroes con actitudes antisociales e incluso psicopáticas, en los que se aprecia la influencia existencialista de Dostoievski y Kafka. El éxito de El talento de Mr. Ripley dio pie a 5 secuelas con el mismo protagonista, que Patricia escribió a lo largo de 36 años: La máscara de Ripley (1970), en la que Tom Ripley se ve envuelto en un fraude de obras falsificadas; El juego de Ripley (1974), en la que el protagonista mantiene una ambigua relación con un honesto personaje, al que convierte en un asesino; Tras los pasos de Ripley (1980), en la que Ripley ayuda al hijo de un millonario a librarse del sentimiento de culpa tras haber cometido un parricidio; y Ripley en peligro (1991), que cierra la serie, donde Ripley roza la locura tras conocer a una pareja que conoce los más oscuros secretos de su pasado.
Otros títulos son: Mar de fondo, El grito de la lechuza, La celda de cristal, El temblor de la falsificación, El juego del escondite, El diario de Edith, etc. Su última novela, publicada de forma póstuma, es Carol y Small G: Un idilio de verano. La visión de la realidad que se desprende de sus novelas y cuentos es depresiva, pesimista y sombría, como también su concepto sobre el ser humano. Sus héroes suelen ser personajes turbios y ambiguos que explotan la hipocresía humana para ascender socialmente. Highsmith fue una exploradora del sentimiento de culpabilidad y de los efectos psicológicos del crimen sobre los asesinos. En su obra busca siempre la polémica y le atrae la ambigüedad moral; muchas de sus novelas incluyen referencias homosexuales. Dedicó toda su vida a la literatura, y su extensa obra así lo atestigua. Varias de sus novelas han sido llevadas al cine.