El Teatro Español del Siglo XX: De la Tradición a la Vanguardia

Federico García Lorca

F. G. Lorca nació en Fuente Vaqueros (Granada). Vivió en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde entabló amistad con el pintor Salvador Dalí, Luis Buñuel y el también poeta Rafael Alberti. Viajó a Nueva York y Cuba entre 1929 y 1930. A su regreso a España, escribió obras teatrales que lo catapultaron a la fama. Fue director del teatro universitario La Barraca, conferenciante y compositor. Sus posiciones antifascistas, su homosexualidad y su fama lo convirtieron en víctima de la Guerra Civil, donde fue fusilado.

Es, sin duda, la figura más representativa de la célebre Generación del 27.

Teatro de su época

El siglo XX no supone una ruptura violenta con el anterior. Jacinto Benavente es la figura representativa del teatro tradicional, especialista en el teatro de humor. Suele introducir cierta crítica o ironía con el fin de denunciar, de una manera cordial, los vicios o aspectos negativos de la sociedad. Critica al público que lo sigue, aunque sin ofenderlo. Sus obras más destacadas son: Los intereses creados y La malquerida. El teatro de Benavente ha sido tildado de acomodaticio, puesto que ofrece al público lo que este solicita.

El teatro en verso

De tono postromántico con rasgos modernistas y estética tradicionalista, exaltaba los ideales nobiliarios y patrios. Destacan autores como Villaespesa, Eduardo Marquina (Las hijas del Cid) y los hermanos Antonio y Manuel Machado, quienes inspiraban sus obras en personajes históricos o populares. Este teatro poético surge como reacción al teatro realista triunfante y está en conexión con el Modernismo.

El teatro costumbrista de humor

Representado por Carlos Arniches (La señorita de Trévelez) y los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero (Mariquilla terremoto).

El astracán

Cabe destacar a Pedro Muñoz Seca, quien inventó una especie de teatro bufo, cuyo objetivo era conseguir las carcajadas del público con situaciones disparatadas e ilógicas (La venganza de don Mendo).

Teatro de F. G. Lorca

Debuta con su obra teatral El maleficio de la mariposa, que fue un estrepitoso fracaso. Lorca escribe varias farsas para marionetas. En 1929, escribe El amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín y, en 1930, La zapatera prodigiosa.

Por otra parte, elaboró dos obras difíciles debido a su técnica surrealista: Así que pasen cinco años y El público. El autor huye de la realidad a través del subconsciente. Dos obras han sido calificadas como piezas granadinas porque se desarrollan en la tierra natal del autor: Mariana Pineda y Doña Rosita la soltera.

Las grandes obras de Lorca son sus tres tragedias rurales, centradas en el mundo femenino y con la frustración como hilo conductor. Se centran en las supersticiones, las costumbres ancestrales y la preocupación por el qué dirán. Bodas de sangre narra un amor imposible por causas sociales. Yerma se centra en la frustración por la maternidad insatisfecha de la protagonista. En 1936, poco antes de ser asesinado, Lorca publica su gran obra: La casa de Bernarda Alba. Inspirada en un suceso real, retoma el conflicto entre la autoridad, representada por la madre, Bernarda, y el ansia de libertad, representada por sus cinco hijas. Toda la obra se desarrolla en un espacio cerrado y único: la casa familiar. El código moral impuesto por la madre es ley. El conflicto se desencadena por el amor a Pepe el Romano. Se trata de una obra de mujeres, en la que el elemento masculino siempre está presente. Ante esta situación de insatisfacción, Adela, la hija menor, no encuentra otra solución que el suicidio.

Teatro innovador del siglo XX

A principios del siglo XX, destacan autores con estilos rompedores.

Ramón María del Valle-Inclán

Poeta, dramaturgo, novelista y ensayista. Creó el esperpento, donde se caricaturiza la realidad española. Más que un género literario, es una nueva forma de ver la vida, en la que se quiere presentar la imagen oculta que se esconde tras ella. Los personajes carecen de humanidad y se presentan como marionetas. Su obra Luces de bohemia, protagonizada por Max Estrella, es la cima del esperpento y una de las mejores obras teatrales de la historia de la dramaturgia española.

Otros autores

• Miguel de Unamuno: Sus obras seguían su filosofía, que no congeniaba con la ideología de la época.
• Azorín: Siempre estuvo interesado por el teatro, pero no contó con el favor del público. Sus obras estuvieron muy relacionadas con el Expresionismo, la corriente cultural de la época, y son consideradas por algunos críticos como su mejor producción dramática.
• Jacinto Grau: Cultivó un teatro renovador e inteligente, pero triunfó en el extranjero (El señor de Pigmalión).
• Ramón Gómez de la Serna: Autor vanguardista, provocador y rupturista, aunque sus piezas eran difíciles de representar (La utopía).
• Miguel Hernández (posterior a la Generación del 27): Escribió un auto sacramental y se dedicó al teatro social, de combate y de guerra.
• Alejandro Casona: Inventó los dramas llenos de humor, lirismo y calidad (La sirena varada).
• Max Aub: Empezó escribiendo comedias de vanguardia (Narciso). Su tema central era la incapacidad del hombre para comprender el mundo.

Teatro del absurdo

Enrique Jardiel Poncela

Sus obras, como Cuatro corazones con freno y marcha atrás (1936), Eloísa está debajo de un almendro y Los ladrones somos gente honrada, alcanzaron gran éxito. Poncela se oponía al antiguo humorismo y practicaba un humor inverosímil e inteligente.

Miguel Mihura

Dramaturgo y periodista, fue considerado el más importante creador del teatro del absurdo en lengua castellana. Entre sus obras cabe destacar Tres sombreros de copa.