La Poesía Social en la Posguerra Española
La literatura española de posguerra desemboca de modo consecuente en la poesía social realista. Los escritores, abandonando su angustia personal, vuelcan su mirada hacia la realidad de la calle. Adoptan un tono enérgico de protesta y denuncia de la situación social. Los poetas toman conciencia de su papel en la sociedad y de la importancia de esta en su obra. Son los mismos poetas que en la década anterior, pero ahora denuncian la marginación y claman por la paz y la justicia para España.
Compromiso y solidaridad son las palabras clave para entender el sentir de estos poetas, quienes buscan compartir sus versos con el pueblo, haciendo de su obra un bien común. Emplean un lenguaje transparente y adjudican a la labor poética una función colectiva e histórica. Para ellos, la palabra tiene un valor incalculable.
Autores Destacados
- Victoriano Crémer: Su obra, de acento desgarrado y tremendista, evoluciona desde el existencialismo hacia lo social, como se aprecia en La espada y la pared.
- Gabriel Celaya: Autor de una extensa y desigual producción. Aunque comienza a publicar antes de la Guerra Civil, su obra más conocida se desarrolla después. En su etapa existencialista publica Las cosas. Posteriormente, explora la poesía experimental.
- Blas de Otero: Gran poeta de la posguerra, su obra resume la evolución de la poesía española. Fue censurado y prohibido por sus actitudes personales. Sus tres etapas poéticas coinciden con las de la poesía española: 1ª existencialista con tono desarraigado, 2ª poesía social en la que muestra compromiso con los problemas, 3ª experimentalismo.
- José Hierro: Se inicia en la poesía existencialista con Alegría, y más tarde se integra en la poesía social.
- Eugenio de Nora: Como investigador, ha publicado ensayos en tres volúmenes. Es existencialista cuando se centra en temas de dolor y amor. Es el primero en editar libros de poesía social.
La Generación del 50
Se da el nombre de Generación del 50 al grupo de poetas que comienzan a publicar en la década de los cincuenta. Entre los más representativos se encuentran Ángel González, Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma y Claudio Rodríguez.
Si bien son algo más jóvenes que los poetas sociales, comparten con ellos la visión crítica de la realidad y una similar atención a los problemas sociales, como las referencias realistas a la vida cotidiana, la denuncia y el sentido de la solidaridad y el compromiso.
Una de las características fundamentales de estos poetas es su actitud humanista y su preocupación por los problemas del ser humano, tanto morales como existenciales. A diferencia de los poetas sociales, no hacen bandera de estos temas, pero en la mayoría hay una consciente voluntad de estilo, esmero en el cuidado del lenguaje y un retorno a temas como el amor, el dolor, el recuerdo y la familia.
Autores Representativos
- Ángel González: Su poesía alterna los contenidos de la poesía social con otros más íntimos y personales, con tendencia al estilo coloquial e irónico, sin olvidar el tono sincero de su mirada interior. Uno de sus libros más importantes es Palabra sobre palabra.
- Ángel Valente: De tono intelectual y simbolista, parte de la vida cotidiana para trascenderla hacia ámbitos del conocimiento mediante una depuración extrema del lenguaje. Obra destacada: Poemas a Lázaro.
- Claudio Rodríguez: En su poesía se mezclan con armonía el surrealismo de las imágenes, el clasicismo y la transparencia del paisaje, buscando compartir su experiencia con los demás. Este sentido humanista se refleja en libros como Casi una leyenda.
- Jaime Gil de Biedma: Ejerce una gran influencia en la generación actual y en la tendencia llamada «de la experiencia». Su poesía se orienta hacia el desenmascaramiento de las contradicciones de la burguesía.
La Generación de los Novísimos
Hay que tener en cuenta dos fechas clave: 1966, año de la publicación de Arde el mar de Pere Gimferrer, y 1970, año en que José Castellet publica Nueve novísimos poetas españoles.
Los novísimos son presentados como un movimiento de ruptura vanguardista. Estos poetas se alejan del compromiso social y adoptan una actitud formalista.
Castellet señala como características principales: despreocupación por las fórmulas tradicionales y libertad formal; escritura automática vanguardista y técnicas elípticas; e introducción de elementos exóticos. Sin embargo, poco hay de nuevo en este movimiento.
En cuanto a los contenidos, retoman temas y asuntos de otras épocas, de origen cultural (como el arte y la música), o asimilan una mitología frívola procedente del cine, la música popular o el cómic. En lo formal, recogen aspectos del surrealismo y alternan un lenguaje exuberante de imágenes opacas y visionarias con otros aspectos más novedosos, sin abandonar el tono coloquial.
Representantes Destacados
- Tendencia surrealista: Pere Gimferrer.
- Tendencia más coloquial y crítica: Leopoldo María Panero.
El Teatro de la Posguerra
Al terminar la Guerra Civil, el teatro español pierde a sus autores más innovadores, quienes parten al exilio o son silenciados. En España, se impone un teatro convencional dirigido a un público conservador. La censura impide estrenar obras que planteen cualquier tipo de disidencia frente a los valores morales y sociales establecidos.
Francisco Ruiz Ramón señala las siguientes características:
- Un teatro bien construido, con sorpresas calculadas, que se desarrolla en interiores burgueses y cuyos temas recurrentes son el amor y la infidelidad.
- Un teatro cómico que no compromete a nada, cuya intención crítica se centra en las costumbres de la burguesía. Algunos autores prueban con el melodrama moderado para reflejar los problemas morales.
Dramaturgos Destacados
- José María Pemán: Se inclina por un teatro de comedias costumbristas, como La viudita naviera.
- Joaquín Calvo Sotelo: Con una amplia obra, destaca Una muchachita de Valladolid.
- Juan Ignacio Luca de Tena: Escribe obras costumbristas como Don José, Pepe y Pepito.
- Víctor Ruiz Iriarte: Crea un teatro de evasión y sentimental, con algunas influencias del teatro poético.
El Teatro de Humor
. Sobresalen Dos autores que realizan un teatro de humor renovado, en las que lo inverosímil y lo absurdo se convierten en protagonistas. Lo más significativo es su lenguaje ingenioso.-Enrique Jardiel Poncela:su base cómica es la inverosimilitud y lo fantástico para presentas una caricatura de la sociedad. Su primera obra, Una noche de primavera sin sueño, rompe con las formas tradicionales del humor. Más tarde entrenará Eloisa está debajo de un almendro y los habitantes de la casa deshabitada. Se diferencia del teatro del humor anterior en la atemporidad del conflicto y del escenario, superando todo populismo y casticismo. Jardiel es un maestro en el uso de un lenguaje que no refleja categoría social alguna.-Miguel Mihura:su concepción del humor inverosímil, en libertad y su postura inconformista ante las convecciones sociales, le convierten en un antecedente del teatro del absurdo. Su primera y gran obra, Tres sombreros de copa, no entendida en su momento no se estrena hasta veinte años después. Mihura cede ante el gusto del público burgués que va al teatro con otras obras como Sublime decisión o Maribel y la extraña familia.-Jardiel y Mihura ofrecen situaciones disparatadas y absurdas, que arrancan de otras más inverosímiles. Son maestros en el uso del lenguaje cómico, que esta basado en la ironía.El teatro existencialista y social. En la década de los 50 aparecen inquietudes existenciales en el teatro de autores como Buero Vallejo o Alfonso Sastre.-El realismo existencialista y social aglutina a varios dramaturgos, aunque la censura les impide estrenar muchas de sus obra. Estos autores transmiten primero el desasosiego del ser humano y transmiten la falta de libertad, la injusticia social, la moral absurda, la discriminación y la angustia del proletariado. Su tendencia es el realismo crítico, alejado de todo costumbrismo o popularismo.-Antonio Buero Vallejo: es el autor másimportante de su tiempo. Se inicia en la pintura, pero despúes cambia su vocación por el teatro. En su obra están siempre presentes la denuncia de la injusticia o el incorformismo ante un mundo hostil, la búsqueda de la verdad y la lucha por la libertad. Sus personajes viven en un eterno interrogante. Su teatro recupera la función catártica de la tragedia clásica y obliga al espectador a tomar conciencia de lo que vive. En la obra de Buero se distinguen tres etapas:ºetapa existencial: se compone por Historia de una escalera, que refleja un mundo gris de vecinos fracasados.ºetapa social:se inicia con Hoy es fiesta, en la que denuncia situaciones actuales.ºetapa de renovación formal: continua con sus preocupaciones ideológicas en La Función.-Alfonso Sastre: pertenece a la línea más genuina del teatro social comprometido, del que es impulsor y se caracteriza por una actitud de denuncia y una fuerte voluntad de renovación. Su obra apenas se representa en su momento por problemas con la censura. De sus títulos destacan más Escuadra hacia la muerte, en la que se plantea el conflicto entre autoridad y libertad.-Jose Martín Recuerda: escribe obras de fuerte contenido social como Las salvajes en Puente San gil.- En esta época inicia su actividad teatral Antonio Gala, que combina la comedia de salón con el teatro existencial.