La historia comienza en una ciudad cuyo nombre no es importante mencionar, además de que ni siquiera es mencionado. El nacimiento de Oliver fue todo un milagro, ya que se relata cómo fue bastante difícil para la gente que lo vio nacer. Su madre, en su última petición antes de morir, desea ver a Oliver. La enfermera trata de apoyarla, pero todos los intentos son en vano. La desdichada mujer muere y deja en el mundo a un niño cuya niñez es totalmente miserable. Es terrible, pero con el tiempo todo mejora.
Oliver gritaba con toda su fuerza, pero si hubiera sabido que era un huérfano abandonado a la compasión de los guardianes y vigilantes del establecimiento, seguramente hubiera gritado mucho más. Desde los primeros meses, este niño sufre como nadie en la vida. Todo niño es querido, y en esta etapa de la vida es cuando más cariño se le da. Nadie se quería hacer cargo de él, ni en el hospicio ni en la parroquia de la ciudad, ya que el hospicio trata de que se hagan cargo de él en la parroquia, pero esta se niega rotundamente.
Infancia en el Asilo
Entonces deciden mandarlo a una casa donde hay aproximadamente veinte o treinta niños, y estos son cuidados por una anciana llamada la señora Mann. El alimento no alcanza, no es ni la mitad de lo que debería ingerir, pero Oliver, con la fuerza que mostró desde el momento en que nació, sigue vivo y luchando por la vida.
Oliver cumplió nueve años. Era un niño pálido y raquítico, de escasa estatura y sumamente escuálido. Esto no lo limitó para desarrollarse en la escuela, en la vida, ya que tenía una mente muy ágil. Tal vez esto se debía a algo genético, algo heredado de sus padres.
Aprendiz de Funerario
Un buen día, el señor Bumble, que era el guardián del hospicio, al que es llevado, ya que la señora Mann decide que ya es muy grande para estar allí, decide mandarlo para ser aprendiz en las pompas fúnebres, lugar donde pasa muy malos ratos, ya que no es aceptado por nadie del lugar más que por el dueño. Aunque duerme en el lugar donde preparan a los cuerpos de los muertos para velarlos, él siente el cariño del señor Sowerberry. En su nuevo hogar, recibe el primer día la alimentación que necesitaba. Come y come hasta que el dueño de las pompas fúnebres decide mandarlo a su cuarto antes de que acabe con la comida de la casa.
Deciden que él ofrecerá a las familias de los difuntos un nuevo servicio: el de un «mudo» para niños, una persona que se estacionará en las puertas de una casa mortuoria para acompañar el cortejo fúnebre. Al ver el aspecto físico de Oliver, era totalmente perfecto para este trabajo, ya que aparentaba perfectamente, desde con la mirada hasta con el cuerpo, la tristeza que toda persona podría llegar a sentir por un muerto. Solo que, en este caso, era en un principio por falta de hambre y también por falta de cariño y de alguien que lo protegiera de la maldad del mundo.
Conflicto con Noah Claypole
Un buen día, Noah Claypole, el otro aprendiz del señor Sowerberry, comienza a molestar a Oliver preguntándole por su madre y comienza a hacer exclamaciones negativas en su contra. Oliver, enfurecido, lo golpea. Entre Carlota, la señora que trabaja en esa casa, que aborrecía a Oliver, y la señora Sowerberry, le contaron al dueño de las pompas fúnebres la historia, claro que con un toque más duro para que se hiciera ver a Oliver como un asesino.
Noah corre a avisarle al señor Bumble, quien, junto con el señor “del chaleco blanco”, afirman que sabían que esto en algún momento pasaría, ya que estaban seguros de que acabaría ahorcado o tal vez fusilado por lo malandro que era. El señor Bumble llega a casa del señor de las pompas fúnebres e intenta sacar a Oliver, pero este se rehúsa. Después de un rato de batallar, el señor Sowerberry pide que todos se vayan: «Algún día tendrá que salir».
Huida a Londres
Oliver decide salir de esa casa para huir de todos los maltratos y empezar una nueva vida, tal vez más liberadora que otras, llena de misterios y tal vez de buenos momentos. No lo sabe, pero esa incertidumbre le da más valor para salir. Tratando de llegar a Londres, conoce a un joven llamado Dawkins. Él le dice que le enseñará a ganarse la vida. Lo llevó a Londres y lo llevó con Fagin, jefe de la pandilla de ladrones. Un día deciden mandarlo a un trabajo para que aprenda el oficio que estos practicaban, y en este lo capturan.
Encuentro con el Señor Brownlow
Brownlow, que fue la víctima del suceso, sabiendo que Oliver no era el verdadero ratero, decide llevarlo a su casa al verlo tan desamparado y débil. Allí lo tratan como nadie jamás lo había tratado, y es muy feliz. La señora Bedwin le da todo el cariño que siempre quiso recibir. Un día, ya un poco más recuperado, decide ir a saludar a sus salvadores y se encuentra con un retrato muy impresionante para él. Lo deja impactado. Es el rostro de una señora con la misma mirada que tenía Oliver.
Después de una excelente relación con el señor Brownlow, decide comenzar a serle útil al hogar que tantos bienhechores poseen, y es mandado a entregar unos libros y un dinero al señor de la librería para saldar cuentas. Fagin, enfurecido al ver que Oliver no regresa con los demás que habían ido al robo, ordena encontrarlo. De lo contrario, el castigo será fatal.
Lamentablemente, Oliver no puede volver a ese hogar tan preciado, ya que Nancy, otra más del grupo de los ladrones, lo encuentra. El señor Brownlow decide pedir recompensa a todo aquel que pueda darle alguna noticia de Oliver. El señor Bumble ve el anuncio y le relata una historia completamente falsa. Este, totalmente desilusionado del niño, decide olvidarse de él, ya que se equivocó al pensar que podría ser un buen muchacho.
El Robo Fallido
Sikes, uno más de los aliados de Fagin, tiene planes para robar una casa: «Maldiciendo la lentitud del muchacho, el ladrón lo empujó hacia la puerta y ambos penetraron en una sala baja, ahumada y sombría». Toby Crackit y Barney están preparados para el robo. Deciden que Oliver va a formar parte central del robo. Lo mandan a él por delante. Este, tratando de avisar a los dueños de la casa, es herido y queda desmayado.
Romance y Revelaciones
Bumble y la señora Corney comienzan en este momento de la novela un romance. Se dan un beso. Estos, jugando a los jóvenes novios, reciben la noticia de que la anciana Sally está casi moribunda. La matrona se dirige a ir a verla, y esta le declara antes de morir que había estado en el nacimiento de un niño que, al llegar al mundo, lo primero que vio fue la muerte de su madre, y la anciana había robado oro de esta joven madre. Lo último que alcanza a decir antes de morir es que el niño que había nacido era llamado Oliver.
Mientras tanto, Fagin y sus aliados se enteran de lo sucedido con Oliver. Nancy, la que hace todos los esfuerzos para encontrarlo, cuando se va con el señor Brownlow, muestra cierto cariño hacia el niño a pesar de haberle hecho tanto daño. Fagin ordena ir en busca de Oliver, ya que se pensaba que, aunque estuviera muerto, su cadáver lo encontrarían. Oliver despierta y llega hasta la casa que habían intentado asaltar. El señor Giles y el señor Brittles, criados de la casa, lo consideran como muy sospechoso y lo hacen entrar, pero la sobrina de la amante rica de la mansión ordena a los criados que lo traten con cuidado y le hablen al doctor.
La señorita Rose exclama que no puede ser posible que este hombrecillo pueda ser un ladrón a menos de que lo obliguen. Nuevamente encuentra unos bienhechores excelentes que lo ayudan en todo. De entrada, no lo acusan de haber sido él el que entró en la casa para querer robarla. Después lo cuidan hasta que se sana de su herida, y Oliver, junto con la señorita Rose y la señora Maylie, deciden ir a visitar al señor Brownlow, ya que Oliver estaba muy dolido por haberle fallado. Cuando están en su casa, se dan cuenta de que este ya se ha marchado a las Indias junto con su esposa y toda la gente que vivía en la casa.
Vida en el Campo y Enfermedad de Rose
Entonces deciden llevarlo al campo, donde mejora su salud y comienza a leer y escribir cosas. Rose cae enferma y llegan a visitarla Giles y Harry Maylie, este último hijo de la señora Maylie. Este se hace gran amigo de Oliver. El hijo de la señora Maylie quiere casarse con Rose, pero la señora no se lo permite, ya que la situación socioeconómica es diferente.
Matrimonio de Bumble y la Señora Corney
El señor Bumble y la señora Corney deciden contraer matrimonio, pero esta maltrata mucho al señor Bumble. Aun así, viven en el hospicio.
Reflexiones sobre el Amor y la Clase Social
Cabe hacer mención, aunque no tiene mucha importancia con la trama del libro, que *Dickens* escribe acerca del romance entre Rose y Harry, ya que el autor hace mucho hincapié en los problemas socioeconómicos. Dice que la unión debe ser por amor, pero que en esos tiempos ya todo era más bien dinero y reputación en cuanto a la sociedad. Por consiguiente, señala que Rose jamás acepta casarse con Harry, ya que está ha llevado una mala vida y se le puede considerar como una mujer perversa, pero Harry lo sabe. Aun así, el amor es más grande que los errores que Rose ha cometido.
***Dickens*** señala que, si no hay una relación con la misma clase social y nivel económico, esta relación fracasa.
La Verdad sobre Monks y Oliver
Se descubre que Monks es hermano de Oliver, pero Monks quiere mantener oculta la identidad de Oliver para poder reclamar toda la herencia, y hasta le da un pago a Fagin para que lo ayude a mantenerlo tranquilo. El señor Brownlow y Rose arreglan que Monks, cuyo verdadero nombre es Edward Leeford, les declare toda la verdad acerca de Oliver, su hermano.
Brownlow era amigo del señor Leeford. Este es obligado a casarse con una mujer más vieja que él. Deciden divorciarse y Edward y su madre se van a Londres. Mientras tanto, el señor Leeford se enamora de Agnes Fleming, y de esta relación nace Oliver. El señor Leeford le dejó toda la herencia a Brownlow y un retrato de la madre de Oliver para poder irse a Roma a reclamar la herencia. Pero el señor Leeford tomó una enfermedad muy grave y murió.
Justicia y Final Feliz
Al final, Fagin y todos los demás de la pandilla reciben su merecido. Unos, como Nancy, mueren, y otros, como Fagin, acaban en la cárcel. Al final, Oliver, con su herencia, es muy feliz y tiene familia, que es lo que él más anhelaba.
Conclusiones
Todo lo que sucede tiene un sentido, tal vez de desaprobación con las autoridades o de burla a estas mismas. Trata, sobre todo, de hacer mención de la pobreza extrema que se vivía en aquellos tiempos. En los primeros capítulos, se hace mención de los hospicios, lugares donde solo había maltratos para todos los niños. En un principio, la idea de que el gobierno y la iglesia se hicieran cargo de los niños pobres y huérfanos haría que hubiera menos pobreza y, con el tiempo, se tendría más gente útil y provechosa para la nación, pero por culpa de una hipocresía moral de la clase obrera, la señora Mann roba a los niños del hospicio comida, alimentos… felicidad.
***Dickens*** resalta en todo momento que Oliver es considerado un niño sucio, que da asco, feo, cobarde, débil, bueno para nada, desagradable en general; pero hace ver que, para la gente que va más allá de lo físico, Oliver es una persona adorable, llena de vida. El autor, al narrar la lucha de Oliver con Noah, quiere hacer que todos sintamos lástima por la clase baja, ya que Oliver es mal juzgado y, por consiguiente, está esperando llegar a lo más íntimo de los corazones de los lectores. Oliver, al ver cómo habla de su madre el otro joven, muere de rabia, aunque Oliver no conoce nada de cómo debe ser una madre y, lo peor, no está totalmente seguro de que su madre sea eso que expresa Noah. Pero él, desde el momento en que se entera de que su madre muere al nacer Oliver, le toma un respeto como todo niño. En esta parte, se quiere hacer notar que el autor señala la lealtad de los parentescos que debe existir en toda familia inglesa.
Al describir el viaje que tiene Oliver hacia Londres, se aprecia la migración que se tiene de la gente humilde a los centros urbanos de Inglaterra durante la Revolución Industrial.