Novela Realista y Naturalista del Siglo XIX en España

La Novela Realista y Naturalista en el Siglo XIX en España

Contexto Histórico y Literario

Este movimiento, originado en Francia con autores como Balzac, Stendhal y Flaubert, se extendió y consolidó en Europa. En España, coincidió con la llegada de la burguesía al poder (1868), alcanzando su apogeo en la década de 1880. En lugar de exaltar la libertad individual, se centró en el análisis de la realidad social, especialmente los conflictos de la clase obrera. Influyeron diversas corrientes de pensamiento como el positivismo, el marxismo y el evolucionismo, destacando en España el krausismo. El auge de los artículos de costumbres (Larra y Mesonero Romanos), las novelas por entregas, las traducciones de autores extranjeros (Tolstoi, Flaubert, Balzac, Dickens) y la tradición realista española (novela picaresca, El Quijote) contribuyeron a su desarrollo.

La Novela Realista

La novela realista se convirtió en el género idóneo para observar, representar y explicar la realidad social. Sus características principales son:

  1. Finalidad: Ofrecer una visión verosímil de la realidad de un tiempo histórico específico, basada en la vida cotidiana. El escritor adopta una postura crítica, de denuncia y con deseo de transformación social. El lector se identifica con los personajes y las tramas.
  2. Eje temático: El conflicto entre el individuo y la sociedad. Se representan individuos inadaptados que se enfrentan a la colectividad y suelen ser derrotados. Se centra en la vida de la clase media, eliminando lo fantástico y creando atmósferas creíbles.
  3. Personajes: Representan los rasgos de su grupo social, con un carácter individual. Son retratados física y psicológicamente, utilizando técnicas como el monólogo interior o la narración en estilo indirecto libre.
  4. Ambientes: Diversidad de cuadros costumbristas, localizados en la época del autor, con referencias a acontecimientos históricos y respetando la cronología.
  5. Narrador: El autor tiende a desaparecer, utilizando la tercera persona y un narrador omnisciente que conoce a los personajes e interviene con una intención moralizadora, satírica o irónica. El género epistolar utiliza la primera persona.
  6. Estilo: Busca la sobriedad, sencillez, agilidad en el diálogo y profundidad en las reflexiones. Se reproducen hablas populares y vulgares, enriqueciendo las técnicas narrativas y descriptivas.
  7. Descripciones: Detalladas descripciones de lugares, personas y objetos, basadas en la documentación y la observación.

Periodos y Autores

  • Prerrealismo:

    Alterna aspectos románticos y realistas. Autores: Cecilia Böhl de Faber (La Gaviota) y Pedro Antonio de Alarcón (Sombrero de tres picos, El escándalo, El niño de la bola).
  • Realismo:

    A partir de 1868. Surgen las novelas de tesis. Dos corrientes: conservadora (José Mª de Pereda – Sotileza) y progresista (Benito Pérez Galdós – Doña Perfecta, Gloria, Marianela).
  • Madurez del Realismo:

    Década de 1890. Mayor objetividad y calidad descriptiva. Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta, Miau, El amigo manso, Tormento (Madrid), Nazarín, El abuelo, Misericordia (espiritualistas y simbólicas). Juan Valera: Pepita Jiménez, Doña Luz, Juanita la Larga. Clarín: La Regenta y cuentos.
  • Tendencia al Naturalismo:

    Influencia de teorías filosóficas (Determinismo y Positivismo) y científicas (Darwinismo). Temas como la miseria, la corrupción y el alcoholismo. Autores españoles incorporan elementos del naturalismo francés (temas, técnicas), pero rechazan el determinismo biológico. Emilia Pardo Bazán: Los pazos de Ulloa, La madre Naturaleza. Vicente Blasco Ibáñez: La barraca, Arroz y tartana, Cañas y barro.

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