Renovación del relato
Los años del cambio de siglo traen modificaciones sustanciales al arte de la novela. Es apreciable la renovación en los rasgos siguientes:
- A) Abandono de la estructura lineal típica del Realismo por un modo de narrar con continuos saltos cronológicos.
- B) La novela anterior reflejaba una clase social; ahora aparecerá un protagonista individual en el que se manifestará la angustia, el afán o la inseguridad inherente a la naturaleza humana.
- C) En la nueva novela aparecerá con frecuencia un relato donde se describe el proceso de formación o educación del protagonista.
- D) La novela se convierte en un vehículo para el conocimiento y formulación de ideas.
- E) Los nuevos novelistas muestran, en general, mayor preocupación por el estilo y composición.
La novela en la Generación del 98
Miguel de Unamuno
Trata temas como la tradición, la intrahistoria y el concepto de España, la conciencia trágica de la existencia y la sed de eternidad. Estos temas se plasman en sus “nivolas”, caracterizadas por su desnudez narrativa, los atrevimientos formales, una gran presencia del diálogo y ausencia de hilo argumental previo. Entre sus obras sobresalen:
Amor y pedagogía, Niebla, La tía Tula, San Manuel Bueno, mártir.
Valle-Inclán
La trayectoria novelística de Valle comienza por una etapa modernista inicial en sus Sonatas; continúa con una fase intermedia en el ciclo de La Guerra Carlista: Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera, Gerifaltes de antaño. En esta trilogía se aprecia preocupación por la política.
La última etapa es la presidida por el ESPERPENTO; se basa en la burla aparente de la realidad, la crítica profunda y la animalización de caracteres humanos. Pertenece a esta etapa la trilogía del “Ruedo ibérico” con obras como Tirano Banderas, La corte de los milagros, Baza de espadas; en ellas se da la visión esperpéntica del reinado de Isabel II que culmina con la Revolución de 1868.
Pío Baroja
Su narrativa es una mezcla de pesimismo y vitalismo; posee también ciertos tonos moralistas, radicales e individualistas. Sus obras nos presentan el proceso de aprendizaje de la vida de sus protagonistas a través de la experiencia y el diálogo. Baroja concibe la novela como “un saco donde cabe todo”; su aspiración es “escribir con sencillez”. Su extensa producción novelística puede dividirse en trilogías:
- “La lucha por la vida”: La busca, Mala hierba, Aurora roja.
- “Tierra vasca”: Zalacaín el aventurero, La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz.
- “La raza”: La dama errante, La ciudad de la niebla, El árbol de la ciencia.
José Martínez Ruiz, “Azorín”
Posee un estilo narrativo impresionista, con fuertes dosis de lirismo:
- Una sintaxis nominal.
- Una preferencia por la frase corta.
- El tiempo verbal suele ser el presente.
Las novelas presentan una estructura fragmentada con predominio de lo descriptivo, con tramas argumentales mínimas.
Se aprecia un uso abundante de los diálogos sin apenas entrar en los detalles.
Obras: La voluntad, Las confesiones de un pequeño filósofo, Doña Inés.
La narrativa del Novecentismo
Características generales
La novela novecentista se caracteriza por el antirrealismo, antirromanticismo y antinoventayochismo.
- Los escritores son europeístas y cosmopolitas.
- Defienden la pureza formal y estilística de sus obras, que pretenden configurar como un arte selectivo y minoritario.
- Poseen una sólida formación universitaria y un marcado talante liberal.
- Se decantan por una novela “deshumanizada”, alejada de todo sentimentalismo.
- Pretenden reflexionar sobre la inteligencia creadora del hombre.
Autores y obras
Gabriel Miró
Destaca por su capacidad extraordinaria de captar sensaciones: luz, aromas… llena sus páginas con una riqueza pocas veces igualada. Dámaso Alonso le decía “gran poeta en prosa”.
Tiene un gran dominio del lenguaje, cuajado de imágenes vivísimas de gran belleza.
En sus novelas, la acción deja de ser elemento fundamental y pasa a ser soporte de espléndidas descripciones.
Obras: Las cerezas del cementerio, El obispo leproso, Nuestro padre San Daniel.
Ramón Pérez de Ayala
Este autor tiene como aportación fundamental en la narrativa el hecho de haber ofrecido el modelo más sólido para la creación de la “novela intelectual”.
Su estilo es denso, con una mezcla de ironía y gravedad y lucha por conseguir una precisa transcripción de su pensamiento, de sus paradojas, de su complejidad.
Posee un estilo retórico y academicista.
Obras: Tinieblas en las cumbres, La pata de la raposa, Troteras y danzaderas, A.M.G.D., Belarmino y Apolonio.