Novela Española de Principios del Siglo XX hasta 1939: Tendencias y Autores Clave

La novela desde principios del siglo XX hasta 1939: tendencias, autores y obras representativos

1. Generación del 98

Características: El término «Generación del 98» fue acuñado por Azorín. Constituye un grupo generacional cuyas características más importantes son:

  • Preocupación social: Reflejada en su interés por el “problema de España”. Buscan la esencia de lo español en el idioma, la tradición, en las vidas de las gentes sin historia o en el paisaje de Castilla.
  • Preocupaciones filosóficas: Cuestiones como el sentido de la vida o el destino son fundamentales en muchas de sus obras.
  • Inquietudes literarias comunes: Crítica del realismo, búsqueda de un lenguaje preciso y natural, e innovaciones en los géneros literarios.

En 1902 aparecen cuatro novelas reveladoras de una nueva sensibilidad: La voluntad de Azorín, Amor y pedagogía de Unamuno, Camino de perfección de Pío Baroja y Sonata de Otoño de Valle-Inclán. Estas obras representan una ruptura con la narrativa del Realismo, manifestándose en dos aspectos clave: la irrupción del subjetivismo y una clara preocupación artística con el propósito de renovar las técnicas de la novela.

  • Unamuno: Escribió siempre sobre sus preocupaciones personales: el sentido de la vida, la existencia de Dios… Destacan sus ensayos, como La agonía del cristianismo.
  • Baroja: Destaca su visión pesimista de la vida, su actitud individualista, su carácter inconformista e independiente y su escepticismo radical acerca de la religión, la política y la soledad. Su producción es muy extensa. Algunas de sus novelas se encuentran repartidas en trilogías, como “La raza”, a la que pertenecen La dama errante, La ciudad de la niebla y El árbol de la ciencia.
  • Azorín: Su estilo es minucioso, lento, casi impresionista. Sus novelas presentan un desarrollo fragmentado, con gran abundancia de descripciones y un cierto tono lírico. Pasa de las ideas anarquistas de su juventud a defender en su madurez posturas conservadoras. Destaca: La voluntad.
  • Valle-Inclán: Su obra evoluciona desde una etapa de modernismo inicial (Las cuatro Sonatas), pasando por una fase de transición (el ciclo de “La guerra carlista”) hasta la etapa esperpéntica, con el ciclo de novelas de “El ruedo ibérico”, entre las que destaca Tirano Banderas.

2. Novecentismo o Generación de 1914

Esta generación supone el primer paso para la introducción de las vanguardias en España y se caracteriza por su deseo de renovar la estética.

Defiende: La pulcritud y el equilibrio como principales valores de un arte puro, el rigor y la precisión de las ideas y, dentro de la novela, el desprecio del realismo (el arte no debe confundirse con la vida).

Los escritores novecentistas cultivaron fundamentalmente el ensayo, y entre ellos destaca:

  • José Ortega y Gasset: Para él, el arte debe ser intelectual, dirigido a la inteligencia y no al corazón. Obra: La rebelión de las masas.
  • Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró: Pérez de Ayala es el máximo representante de la “novela intelectual”. Obra: La pata de raposa. Gabriel Miró es el autor de la novela “lírica”, donde adquieren gran importancia los sentimientos y los estados de ánimo. Obra: Las cerezas del cementerio.

3. Narradores de la Generación del 27

Dentro de la Generación del 27 destacan narradores como:

  • Max Aub: El laberinto mágico.
  • Francisco Ayala: Muertes de perro.

Se ha eliminado la última parte porque parece una mezcla con otro tema (Federico García Lorca y el teatro), que no encaja con el desarrollo de la novela hasta 1939.

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