La renovación de la novela en los años sesenta: procedimientos narrativos.
A partir de
1960 se manifiesta un cansancio ante el realismo dominante en la
novela española, y algunos críticos manifiestan la necesidad de
fantasía, señalando el peligro del anquilosamiento. Afirman que las
novelas deben seguir siendo realistas pero con otro tipo de
argumentos y temas no tan sociales. Además,
cada vez tienen más en cuenta las aportaciones de los novelistas
extranjeros, y resultó determinante el ‘boom’ de la novela
hispanoamericana. Fue gracias a que en 1962 Mario Vargas Llosa ganó
el premio Biblioteca breve con La ciudad y los perros.
Así los novelistas españoles comenzaron a fijarse en ese lenguaje y
la creación de mundos fantásticos. En 1962 Martín Santos escribe
Tiempo de silencio,
considerada la obra inaugural de la nueva etapa de nuestra
literatura. Pero en los años posteriores se producen aportaciones
decisivas, como Cinco horas con Mario,
de Delibes. Los autores de esta época pertenecen tanto a los
surgidos en los años 40 (Cela, Delibes o Ballester), en los años
50, conocidos como la “Generación de medio siglo” (Goytisolo) y
algún autor jovencísimo (Guelbenzú). Esta novela se
caracteriza por la pérdida de relieve de la historia, y por el deseo
de experimentación que es muy diferente dependiendo de cada caso,
pero hay unas características generales de la novela experimental:
-Continúa siendo una novela objetiva. -El argumento se difumina, y la trama narrativa pierde importancia. Antes era importante ya que era una crítica social, pero ahora ya no. -Se reduce el número de personajes secundarios, y el protagonista pasa a ser el centro de la novela, aunque en muchas ocasiones es un ser amorfo sin perfiles físicos, un narrador que orienta el punto de vista del relato. -En cuanto a la perspectiva narrativa, ahora el narrados omnisciente denuncia e interviene. Se alterna entre la primera y la tercera persona, y se usa con frecuencia la segunda, un tú narrativo que crea la sensación de un diálogo ficticio con el propio narrador. -Se rompe la linealidad temporal. Se evita el relato lineal, y se producen anticipaciones (flash-forward) y retrocesos temporales (flash-back), con lo que hay un desorden cronológico. -El espacio tiende a reducirse y a comprimirse, incluso a veces desaparece para pasar a ser un marco impreciso. -Monólogo interior o fluir de la conciencia: consiste en reproducir los pensamientos de un personaje tal como brotarían de su conciencia. -La estructura suele ser abierta, rompiéndose la estructura lineal. El final carece de sentido o se deja a la imaginación. -La demolición de los pilares tradicionales de la novela, lo que hace que se hable de antinovela. -La renovación lingüística y estilística: el lenguaje que hasta ahora era sencillo, se complica mediante todo tipo de procedimientos. En los elementos discursivos hay que destacar las digresiones del autor, que ya no se priva de comentar lo que sucede. También hay un escaso uso del diálogo en estilo directo. Todo esto, dificulta la lectura. -Los recursos técnicos son muy variados. Pro ejemplo hay novelas que suprimen los signos de puntuación. También se utilizan distintos tipos de letra para presentar historias alternadas, o para cambiar el punto de vista del narrador.
Algunos nombres: Luis Martín Santos y Tiempo de
silencio
. Juan Marsé. Juan
Goytisolo.
Luis
Martín Santos y Tiempo de silencio
:
Luis Martín Santos nació en Marruecos, y murió en San Sebastiań
en un accidente de tráfico.
En 1962 publica Tiempo de silencio, y marcó un hito en la novela española contemporánea. No fue por su argumento que continuaba siendo realista, sino por la búsqueda de nuevas formas que oponer al gastado estilo de la narrativa social. Esta obra se convirtió en pionera de todo el experimentalismo narrativo. El argumento trata de un médico involucrado en la muerte de una chica, a la que se le había practicado el aborto en malas condiciones. La joven muere y el médico es encarcelado, pero tras una investigación queda libre. El novio de la joven, en venganza, mata a la novia del médico, y este decide abandonar la ciudad para dedicarse a la medicina rural. Este argumento sirve para analizar los distintos grupos sociales del Madrid de los años 40 (la alta y baja burguesía, los intelectuales de clase media y los grupos marginales) y hay una crítica a la miserable sociedad española.
El discurso abandona la técnica objetivista para centrarse en el monólogo interior, y el texto ofrece múltiples perspectivas. El lenguaje es culto y difícil.
Juan Marsé:
Nació en Barcelona, donde ambienta sus obras. Su infancia coincidió
con la posguerra, lo que ha influenciado su modo de escribir, ya que
en sus obras analiza la degradación moral y social de la posguerra.
Sus primeras novelas son de un realismo social, aunque con algún
elemento nuevo. Reaparece el autor omnisciente con sarcásticas
intervenciones, se utiliza el monólogo interior y para la crítica
social se adopta una actitud humorística. De sus obras
destacan: –
Últimas
tardes con Teresa (1966). –
Si te dicen que caí (1973)
,
probablemente su obra maestra. –
La
muchacha de las bragas de oro
(1978).
Juan Goytisolo: nació en Barcelona en una familia de escritores, y tuvo una sólida formación intelectual. Sus primeras novelas se encuadran en el realismo social, pero ofrecen una constante búsqueda formal (monólogo interior, juego temporal). En su segundo momento, se inscribe en el objetivismo como en La resaca o en Fin de fiesta, donde la crítica social se centra en la burguesía y en los jóvenes intelectuales. Posteriormente, con Señas de identidad, una de sus novelas más importantes, aparece un tema que será constante en su obra: el rechazo de una interpretación parcial de la historia y la cultura españolas.