1.2.- Técnica narrativa y estilo
La novela social opta por el objetivismo o conductismo, cuyas características más
destacadas son:
Narrador oculto, que desaparece del relato y pretende reflejar la realidad de un
modo imparcial, como si la hubiera registrado con una cámara
cinematográfica.
En los personajes, ausencia de análisis psicológico: solo se sabe lo que hacen y
dicen.
Predominio del diálogo sobre la narración. Los diálogos se esfuerzan por
reflejar las características del habla coloquial.
Estilo sencillo y fácilmente comprensible. La obra se estructura en secuencias.
Protagonista colectivo, generalmente un grupo social. Cuando es un individuo,
representa a la clase social a la que pertenece.
El tiempo y el espacio concentrados. La acción transcurre en poco tiempo
(unas horas, un día) y en espacios reducidos (una casa, un barrio).
Los temas se centran en los problemas sociales contemporáneos de los
escritores que tuvieron que enfrentarse con la censura en muchas ocasiones:
+ La dureza de la vida en el campo y la explotación del proletariado (Dos
días de septiembre ,1992 de Caballero Bonald; Los bravos, 1954 de Jesús
Fernández Santos).
La burguesía, su vacío y su egoísmo (Juegos de manos, 1954 de Juan
Goytisolo).
+ La soledad e incomunicación del individuo (Entre visillos, 1958 de
Carmen Martín Gaite; Los Abel ,1948 de Ana María Matute).
El éxodo rural y la vida en los suburbios (La resaca, 1958 de Juan
Goytisolo).
+La Guerra Civil, vista desde la infancia o adolescencia (Duelo en El
Paraíso, 1955 de Juan Goytisolo; Primera memoria, 1960 de Ana María
Matute).
Destacamos de este periodo la novela El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio,
obra que le valió el Premio Nadal. En ella, unos jóvenes de clase obrera pasan un
domingo de excursión en el río Jarama junto a la venta de Mauricio. Al anochecer, tres
de los jóvenes deciden bañarse para combatir los efectos del alcohol: Luci muere
ahogada y su cadáver sigue los trámites administrativos de rigor. La novela, modelo
objetivista de los cincuenta, era una prueba de las relaciones entre realidad y palabra: el
lenguaje coloquial alcanza sus mayores logros. La novela es casi un documental sin
protagonista.
2.- RENOVACIÓN DE LAS TÉCNICAS NARRATIVAS (1962-1975)
A principios de la década de los sesenta se produce un cambio en la novela española.
Las causas de este cambio pueden deberse a un cansancio del Realismo Social.
Por un lado, la sociedad española experimenta una transformación importante con la
industrialización, el turismo y la flexibilización de la censura. Por otro, la irrupción de
los nuevos modelos narrativos inspirados en los grandes novelistas extranjeros del siglo:
Marcel Proust (A la búsqueda del tiempo perdido), James Joyce (Ulises) o Thomas
Mann (La Montaña mágica), que habían incluido en sus novelas nuevas formas de
narrar mediante saltos temporales, estructuras circulares, etc.…
Así pues, el realismo social de los años cincuenta evolucionará hacia la novela
estructural, cuya intención es la indagación en la personalidad del individuo a través de
su conciencia y de su contexto social.
La novela de los años sesenta no abandona la reflexión crítica sobre la sociedad
española, incluso la amplía a aspectos como los tópicos arraigados en las mentes
españolas. Pero su presentación formal es radicalmente novedosa. La novela presenta
los acontecimientos de un modo innovador, utilizando un léxico riquísimo, lleno de
innovaciones y expresividad y creando estructuras novelísticas complejas.
Lo característico de la novela española de este período será la introducción de múltiples
recursos técnicos que buscan apartarse de las formas tradicionales. Los más utilizados
son:
+ Narrador cambiante, cuando es omnisciente se utiliza con un distanciamiento
irónico al introducir digresiones e intervenciones irónicas.
+Cambio frecuente de perspectivas narrativas. En la misma novela, puede pasarse
de la narración en tercera persona a la narración en primera persona. Aparece el relato
en+ segunda persona. Nos ofrece diferentes puntos de vista sobre una misma realidad.
Monólogo interior, nos permite conocer el mundo interior de los personajes al
reproducir los pensamientos que brotan de un modo incontrolado.
+ Ruptura de la secuencia cronológica, a través de saltos temporales, desorden
cronológico o elipsis temporales.
El argumento deja de tener importancia. Lo que importa es el tratamiento dado a
la anécdota y el enfoque sobre los acontecimientos.
+ Los personajes se presentan y definen por sus comportamientos, no por lo que los
narradores nos dicen de ellos. Viven en conflicto con su entorno y con su propia
personalidad. Están desequilibrados, desorientados y presentan trastornos psicológicos
o de otro tipo.
Utilización de la técnica del contrapunto (varias historias se van entrelazando).
Se introducen elementos discursivos no narrativos: comentarios, explicaciones,
digresiones, fragmentos de guías turísticas, instancias, etc.
La consecuencia producida por la renovación de las técnicas narrativas es que nos
encontramos ante novelas exigentes con el lector. Las dificultades de comprensión
derivadas de la acumulación de complejidades formales obligan a una participación más
activa por parte del lector en comparación con los relatos tradicionales.
La novela que cambió el rumbo de la narrativa castellana en estos años fue Tiempo de
silencio (1962) de Luis Martín Santos: Pedro es un joven investigador del cáncer que
necesita ratones para sus experimentos. Para conseguirlos, entra en contacto con una
familia de chabolistas dirigida por el Muecas. Pedro no consigue evitar la muerte de
Florita, hija del Muecas, a causa de un aborto clandestino y eso le costará la cárcel y la
muerte de su novia a manos del novio de Florita. La novela española halló en él una
técnica de distanciamiento que permitía salvar la censura y dar expresión a una nueva
etapa. En esta novela se incluyen grandes novedades. La ironía y el humor son los
medios empleados para mostrar los problemas de la sociedad española. El tono
existencial y la carga simbólica marcan el contenido de una novela que refleja una
sociedad y una existencia vacías. El carácter innovador de la novela lo establecen su
riqueza léxica tendente al barroquismo y el empleo de un vocabulario culto y científico
que choca con la realidad que se presenta.
2.1.- Autores:
Camilo José Cela participa en esta experimentación con San Camilo1936 (1969), largo
monólogo interior escrito en segunda persona en el que se presenta el Madrid anterior al
comienzo de la guerra.
Miguel Delibes, sorprendió con Cinco horas con Mario (1966), obra en la que
introduce innovaciones narrativas: monólogo interior, lenguaje coloquial, reiteraciones,
etc.…: Carmen vela el cadáver de su marido, Mario, y conversa con él durante la noche.
En este soliloquio, en el que la viuda le reprocha al marido su forma de comportarse,
descubrimos dos formas de entender la vida: la egoísta y reaccionaria de la mujer, y la
liberal del marido.
Gonzalo Torrente Ballester
La saga/fuga de J.B. (1972) es una parodia de las técnicas
novelísticas experimentales de estos años. Es una novela de gran imaginación y
complejidad.
Juan Goytisolo pasa a defender la renovación narrativa con la publicación de Señas de
identidad (1966): una conciencia acusadora en segunda persona del singular ayuda a
Álvaro Mandiola a repasar su vida ante los veinticinco años de paz franquista. Ante la
violencia en España, Álvaro rechaza su identidad, su lengua – se incluyen párrafos en
francés o en catalán- y su cultura. La novela presenta innovaciones como las rupturas en
el espacio y en el tiempo, narración en segunda persona del singular combinada con la
primera y la tercera, presencia de párrafos en otros idiomas, monólogo interior, y uso de
formas discursivas no literarias: informes policiales, folletos de turismo, voces de
obreros…
Juan Benet
Volverás a la región (1967) tiene una estructura muy compleja, en la que
los personajes y las acciones se introducen de modo desordenado. Los acontecimientos
se ubican en la zona imaginaria de Región, símbolo de España. Se presenta la
decadencia de la condición humana, asociada a la ruina de su entorno.
Juan Marsé publica en 1966 su primera obra importante: Últimas tardes con Teresa,
visión crítica de la burguesía catalana en la que cuenta las relaciones entre un joven
delincuente y un estudiante de familia burguesa, pero superando la tendencia de la
novela social y empleando técnicas narrativas experimentales.
3.- LA NOVELA DESDE 1975
En los años setenta surge un nuevo grupo de escritores cuyas características más
importantes son:
1) Su evolución hacia formas tradicionales del relato en las que la anécdota vuelve
a cobrar importancia,
2) La organización de la trama según géneros menores (novela policíaca, de
aventuras, folletín, etc.).
3) La desvinculación del compromiso social y político: los problemas humanos
tratados desde la individualidad;
4) El tratamiento temático que transmite una sensación de desencanto, aunque el
tono empleado sea jovial y humorístico.
En 1975 Eduardo Mendoza publicó La verdad sobre el caso Savolta novela de gran
éxito debido a su argumento claro y a sus personajes bien delimitados. En ella introduce
recursos técnicos como la mezcla de materiales narrativos diversos, el desorden
cronológico, la parodia de otros géneros y la variedad de recursos estilísticos.
3.1.- Otros autores
Otros autores importantes serán Luis Mateo Díez, Julio Llamazares, Antonio Muñoz
Molina, Luis Landero, Manuel Vázquez Montalbán, Juan José Millás, Álvaro Pombo,
entre otros. Las tendencias narrativas de estos autores siguen vigentes en la novela
actual con autores como Javier Marías, Rosa Montero, Jesús Ferrero y Almudena
Grandes.
La novela actual se caracteriza por la utilización de formas narrativas tradicionales y
por la importancia que se confiere al relato en detrimento de otro tipo de exigencia
literaria. Predominan las narraciones sencillas en las que el novelista tan solo pretende
contar historias de carácter realista.
3.2.- Tendencias temáticas de la novela actual
Pese a alejarse del experimentalismo, existen múltiples formas de entender la novela de
estos últimos años. Algunas tendencias son las siguientes:
Novela de ambientación histórica: El capitán Alatriste (1996-2006), de Arturo
Pérez-Reverte; Los girasoles ciegos (2004), de Alberto Méndez; Historia del rey
transparente (2005) de Rosa Montero.
Novela de intriga: El bandido doblemente armado (1980) de Soledad Puértolas; El
invierno en Lisboa (1987), de Muñoz Molina; La sombra del viento (2001), de
Carlos Ruiz Zafón.
La creación literaria dentro de la novela: El desorden de tu nombre (1988), Juan
José Millás; El mal de Montano (2002) de Enrique Vila-Matas.
Novela lírica o intimista: La lluvia amarilla (1988) de Julio Llamazares; Mañana
en la batalla piensa en mí (1994) de Javier Marías; Son de mar (1999), Manuel
Vicent.
Las memorias: El jinete polaco(1991) Antonio Muñoz Molina
La exploración de la realidad: La fuente de la edad (1986) Luis Mateo Díez; Los
aires difíciles (2002) Almudena Grandes.
La novela testimonial: Pájaro en la tormenta (1984) Isaac Montero; Sefarad
(2001) A. Muñoz Molina; Soldados de Salamina (2001) Javier Cercas.
TEMA 9.- LA NARRATIVA ESPAÑOLA EN LA SEGUNDA MITAD DEL
SIGLO XX.
Como hemos visto, la Guerra Civil supuso un profundo corte en la evolución literaria
española. En lo referente a la periodización de la novela que se inicia después del año
1936, la crítica literaria ha señalado cuatro etapas sucesivas (Posguerra, Realismo
Social, Renovación técnica y la novela desde 1975) y cinco generaciones de novelistas
que se han ido incorporando a lo largo de estos años:
Generación del 36: autores que se dan a conocer durante la Guerra Civil o en los
años inmediatamente posteriores.
Generación del 50: novelistas que comienzan a publicar en torno al año 1950.
Generación del 68: autores que aparecerán en la década de los 60.
Promoción del 80 y del 90: últimas incorporaciones de la novela.
1.- EL REALISMO SOCIAL (1950-1952)
A principios de los 50 se produce el renacimiento del género narrativo. La censura se
relaja y ese hecho permitirá la aparición de novelas en las que la denuncia de la pobreza,
la persecución y la injusticia sean los temas predominantes. El objetivo es conseguir que
la gente tome conciencia de las injusticias y desigualdades y que contribuya a su
erradicación. El escritor es un ser comprometido con su sociedad: debe ser solidario
con el sufrimiento humano y luchar por la transformación del mundo. Como
consecuencia, la estética dominante es el realismo: las novelas pretenden reflejar la
realidad española y servir como instrumento de denuncia de las injusticias sociales. A
esta tendencia se le ha llamado novela social, cuyo hecho decisivo es la aparición de una
nueva generación de escritores jóvenes, la llamada Generación de Medio Siglo.
En este cambio participan autores como Camilo José Cela, Miguel Delibes y Gonzalo
Torrente Ballester.
Pero dentro de este realismo encontramos diferentes tendencias:
Objetivismo: el novelista se comporta como un observador de la realidad sin
tomar partido ante ella. ( El Jarama, de Sánchez Ferlosio)
Realismo crítico: el novelista no acepta la realidad tal como es y pretende
explicarla poniendo de relieve sus mecanismos profundos y denunciarla.
(Carmen Martín Gaite, Ignacio Aldecoa).
Realismo socialista. Esta tendencia pretende reflejar la realidad en su proceso
revolucionario (la lucha de clases), reduciéndola a un enfrentamiento entre
opresores y oprimidos. Estas novelas pretenden contribuir a la conversión de los
trabajadores al espíritu socialista. Técnicamente es una novela muy pobre.
Realismo mágico. Tendencia característica de la literatura latinoamericana (Juan
Rulfo, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, etc.…), aunque hay también
novelas españolas (Álvaro Cunqueiro, Ana María Matute). Son novelas en las
que la realidad y lo fantástico y maravilloso se entremezclan.
Uno de los precursores de la novela social es Camilo José Cela, quien se anticipa con
su obra La colmena (1951). Ésta es una novela sin apenas argumento: en el Madrid de
posguerra, más de trescientos personajes nos muestran, a través de múltiples y pequeños
fragmentos, su vivir cotidiano, lleno de miseria y penurias. Dinero, hambre y sexo se
convierten en las únicas preocupaciones de unos personajes alienados en esa gran
colmena donde lo importante es sobrevivir. Su estructura y perspectiva narrativa
ahogada y su cadáver sigue los trámites administrativos de rigor. La novela, modelo
objetivista de los cincuenta, era una prueba de las relaciones entre realidad y palabra: el
lenguaje coloquial alcanza sus mayores logros. La novela es casi un documental sin
protagonista.
2.- RENOVACIÓN DE LAS TÉCNICAS NARRATIVAS (1962-1975)
A principios de la década de los sesenta se produce un cambio en la novela española.
Las causas de este cambio pueden deberse a un cansancio del Realismo Social.
Por un lado, la sociedad española experimenta una transformación importante con la
industrialización, el turismo y la flexibilización de la censura. Por otro, la irrupción de
los nuevos modelos narrativos inspirados en los grandes novelistas extranjeros del siglo:
Marcel Proust (A la búsqueda del tiempo perdido), James Joyce (Ulises) o Thomas
Mann (La Montaña mágica), que habían incluido en sus novelas nuevas formas de
narrar mediante saltos temporales, estructuras circulares, etc.…
Así pues, el realismo social de los años cincuenta evolucionará hacia la novela
estructural, cuya intención es la indagación en la personalidad del individuo a través de
su conciencia y de su contexto social.
La novela de los años sesenta no abandona la reflexión crítica sobre la sociedad
española, incluso la amplía a aspectos como los tópicos arraigados en las mentes
españolas. Pero su presentación formal es radicalmente novedosa. La novela presenta
los acontecimientos de un modo innovador, utilizando un léxico riquísimo, lleno de
innovaciones y expresividad y creando estructuras novelísticas complejas.
Lo característico de la novela española de este período será la introducción de múltiples
recursos técnicos que buscan apartarse de las formas tradicionales. Los más utilizados
son:
+Narrador cambiante, cuando es omnisciente se utiliza con un distanciamiento
irónico al introducir digresiones e intervenciones irónicas.
+ Cambio frecuente de perspectivas narrativas. En la misma novela, puede pasarse
de la narración en tercera persona a la narración en primera persona. Aparece el relato
en segunda persona. Nos ofrece diferentes puntos de vista sobre una misma realidad.
+Monólogo interior, nos permite conocer el mundo interior de los personajes al
reproducir los pensamientos que brotan de un modo incontrolado.
+Ruptura de la secuencia cronológica, a través de saltos temporales, desorden
cronológico o elipsis temporales.
+ El argumento deja de tener importancia. Lo que importa es el tratamiento dado a
la anécdota y el enfoque sobre los acontecimientos.
+Los personajes se presentan y definen por sus comportamientos, no por lo que los
narradores nos dicen de ellos. Viven en conflicto con su entorno y con su propia
personalidad. Están desequilibrados, desorientados y presentan trastornos psicológicos
o de otro tipo.
Utilización de la técnica del contrapunto (varias historias se van entrelazando).
Se introducen elementos discursivos no narrativos: comentarios, explicaciones,
digresiones, fragmentos de guías turísticas, instancias, etc.
La consecuencia producida por la renovación de las técnicas narrativas es que nos
encontramos ante novelas exigentes con el lector. Las dificultades de comprensión
adelantan algunas innovaciones posteriores:
– protagonista colectivo
– ausencia de un final preciso, que la convierte en una novela abierta
– el alcance existencial y social de la obra
– el desorden cronológico de los capítulos divididos en secuencias
– el objetivismo conductista de la perspectiva narrativa.
Otro autor precursor de la novela social es Miguel Delibes, quien en 1950 publica El
camino obra en la que emplea un estilo sobrio y sencillo para retratar el mundo rural
castellano. Esa misma sencillez se encuentra en Mi idolatrado hijo Sisí (1953), La hoja
roja (1959) o Las ratas (1962), surgidas de la observación de la realidad y de los tipos
que configuran el campo castellano y las clases medias urbanas.