Novecentismo y Generación del 14
Características
El Novecentismo, movimiento de origen catalán, fue creado por Eugenio D’Ors hacia 1906 y divulgado a partir de la publicación de sus glosas, primero en el periódico de la vanguardia de Barcelona y posteriormente en las páginas del ABC de Madrid.
Los autores del Novecentismo comparten los siguientes rasgos:
- Preocupación por la obra literaria y sus aspectos estéticos.
- Conciencia de representar a la intelectualidad del momento, rechazando el sentimentalismo y el culto al yo poético.
- Reflexiones sobre la política y la cultura de la época.
La ideología novecentista rechaza los postulados románticos y realistas-naturalistas del siglo XIX. Políticamente, defiende la europeización de España. Culturalmente, promueve una revolución cultural desde el poder y defiende la formación universitaria frente al autodidactismo de la generación anterior.
La preocupación estética de los escritores novecentistas es lograr una obra perfecta y pulcra que produzca placer estético por su belleza. Para ello, propugnan una literatura con los siguientes rasgos:
- Antirromanticismo: No buscan transmitir sentimientos al lector.
- Revalorización del mundo clásico grecolatino: Serenidad y equilibrio.
- Tendencia minoritaria: Dirigida a una élite intelectual.
- Lenguaje complejo y depurado.
Estas características estéticas se reflejan en la obra fundamental del periodo: La deshumanización del arte de José Ortega y Gasset.
Características de la Novela
Aunque la novela no fue el género predilecto del Novecentismo, se intentó renovar la narrativa española superando el realismo mediante la experimentación. Se distinguen dos tendencias:
- Tendencia lírica: Capta los elementos sensoriales (luz, color, olor…) prescindiendo de la acción y cultivando la belleza. Su máximo representante es Gabriel Miró, con obras como Las cerezas del cementerio y El obispo leproso.
- Tendencia intelectual: Plantea temas humanos universales con amplio contenido conceptual, utilizando un estilo preciso y pulcro. Su máximo representante es Ramón Pérez de Ayala, con obras como Luz de domingo y Luna de miel, luna de hiel.
Características del Ensayo
El ensayo fue el subgénero preferido por los novecentistas para expresar su ideología. Los temas más tratados fueron:
- El tema de España: Con una visión crítica, reivindican la europeización del país.
- El tema de la literatura: Se busca una nueva concepción literaria basada en la deshumanización del arte, rechazando las estéticas anteriores y propugnando un arte minoritario.
Destacan ensayistas como Gregorio Marañón (El ensayo del conde-duque de Olivares y Enrique IV), Manuel Azaña (El ensayo de la invención del Quijote y otros ensayos) y José Ortega y Gasset, máximo representante del movimiento, con obras fundamentales como La España invertebrada y La deshumanización del arte (1925), que analiza el arte contemporáneo, incluyendo las literaturas novecentista y vanguardista.
Para Ortega y Gasset, el nuevo arte tiende a:
- La deshumanización: Evita el contenido humano, anecdótico y sentimental.
- El intelectualismo: Se basa en la razón, no en la emoción.
- El alejamiento del gran público: Se dirige a lectores entendidos.
La Lírica Novecentista: Juan Ramón Jiménez
La lírica novecentista supera los modelos estéticos e ideológicos del Modernismo. Tiende a la pureza y a la desnudez, sin artificios ni adjetivación, buscando la deshumanización total.
El gran poeta de este periodo es Juan Ramón Jiménez, quien buscó la perfección y la belleza suprema en su obra, revisando sus poemas hasta su muerte. Su trayectoria ejemplifica la evolución de la lírica española del Modernismo al Vanguardismo.
Se distinguen tres etapas en su producción, con temas recurrentes como la belleza, la poesía, el amor, la naturaleza, la eternidad y Dios:
- Etapa Sensitiva (1900-1915): Composiciones románticas e intimistas, influidas por Bécquer, con rasgos modernistas. Obras: Almas de violeta, Arias tristes, Jardines lejanos, La soledad sonora, Sonetos espirituales y Platero y yo.
- Etapa Intelectual (1916-1936): Poesía pura o desnuda, depurada de artificios, sentimentalismo y anécdotas. Busca «el nombre exacto de las cosas». Crea su propio léxico y ortografía (ejemplos: x por s ante consonante [estraños], ie por y [yedra], g por j cuando suena como j [intelijencia]). Obras: Diario de un poeta recién casado y La estación total.
- Etapa Suficiente (1936-1958): Desde el exilio, alcanza la máxima depuración con un sentimentalismo más acentuado. Obras: Animal de fondo y Dios deseado y deseante.
En 1956 recibió el Premio Nobel de Literatura, que no pudo recoger personalmente debido al fallecimiento de su esposa, Zenobia Camprubí.