El Novecentismo: o Generación del 14
Grupo de escritores que sirvieron de puente entre la generación de fin de siglo y las vanguardias. Todos ellos poseen una sólida formación académica, lo que se refleja en sus características: defienden lo intelectual y rechazan los rasgos subjetivos y personales. Separan la literatura y la vida, dando lugar a lo que Ortega llamó «la deshumanización del arte». Huyen del tono vehemente y apasionado y persiguen el equilibrio clásico, basado en lo simple. Emplean el simbolismo, pero lo depuran de su sentimentalismo. Siguen preocupándose por la modernización de España, pero defienden el europeísmo y lo universal. El género literario predominante es el ensayo.
La Poesía Novecentista
Esta poesía está representada por Gómez de la Serna, impulsor de las vanguardias y creador de la greguería, y especialmente por Juan Ramón Jiménez.
Las Vanguardias
En los primeros años del siglo XX, sucedieron movimientos estéticos conocidos como vanguardias o ismos, caracterizados por actitudes renovadoras contra el arte burgués de la época. Los vanguardistas intentaron realizar una revolución en todos los ámbitos de la sociedad, y no solo en el artístico. Su rechazo al arte contemporáneo implicaba un desprecio por la sociedad que lo había acogido y fomentado. Comparten una serie de rasgos comunes:
- Su rebeldía contra las propuestas anteriores y la experimentación.
- El gusto por la modernidad, por el dinamismo de los avances tecnológicos y de la industrialización.
- El irracionalismo.
- El rechazo a las normas de la creación estética.
Movimientos Vanguardistas Más Importantes
- Expresionismo: Representación de las tensiones espirituales internas distorsionando las formas para expresar sentimientos y emociones.
- Futurismo: Exaltación de la acción y la violencia; se tratan temas como la máquina, buscando dinamismo, rapidez verbal y rompiendo la sintaxis.
- Cubismo: Tiene en cuenta los aspectos visuales, tipos de letra y la disposición de los textos creando imágenes.
- Dadaísmo: Contra la lógica y las convenciones mediante un lenguaje incoherente e irracional.
- Creacionismo: Propone crear una realidad dentro del poema mediante la construcción de imágenes nunca dichas.
- Surrealismo: Defiende la liberación total de los impulsos reprimidos en el subconsciente del hombre y de la represión que ejerce sobre él la sociedad burguesa. La poesía se convierte en el instrumento idóneo para liberar el poder creador del hombre. Se desarrollan diversas técnicas para expresar los diferentes estados de ánimo e impulsos del individuo. El surrealismo introduce lo humano, lo social y lo político.
Las primeras vanguardias llegaron a España con Guillermo de Torre y su libro Literaturas europeas de vanguardia. Se distinguen cuatro etapas:
- Gómez de la Serna publica un manifiesto hablando de la nueva literatura.
- Nacen el ultraísmo y el creacionismo.
- Se vuelve a las preocupaciones humanas ligadas al surrealismo.
- Las vanguardias retroceden dando paso a contenidos sociales y de denuncia.
El autor más importante es Ramón Gómez de la Serna, inventor de la greguería.
La Generación del 27
Los poetas que se dan a conocer en la década de los 20 reciben este nombre por la fecha de 1927, que hace referencia a un acto celebrado para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora. Juan Ramón Jiménez y Ortega y Gasset son las dos figuras que más influencia ejercieron sobre estos poetas. Todos ellos pertenecen a la burguesía liberal y tienen una gran cultura literaria. Mantienen una relación personal estrecha y unas ideas estéticas parecidas. Coinciden con las vanguardias en el propósito de renovar la poesía, pero respetan la tradición española.
Etapas de la Generación del 27
- Hasta 1927: Cultivan una lírica deshumanizada, evasiva y alegre, en sintonía con los movimientos de vanguardia europeos. La literatura se considera un juego con las palabras y los conceptos, sin necesidad de reflejar la realidad de la vida, buscando únicamente la propia belleza. Dentro de esta línea se sitúa el neopopularismo (presente en Lorca o Alberti), la poesía vanguardista más cercana a los movimientos europeos (en Gerardo Diego) y la poesía pura, que predomina la reflexión sobre la emoción, siguiendo las huellas de Juan Ramón Jiménez (representada por Jorge Guillén y Pedro Salinas).
- A partir de 1927: Se observa un movimiento de rehumanización. Vuelven a escribir sobre los grandes problemas del hombre. En esta etapa es importante la influencia del surrealismo, por ejemplo, en Poeta en Nueva York de Lorca, Sobre los ángeles de Alberti, La destrucción o el amor de Vicente Aleixandre y Los placeres prohibidos de Luis Cernuda.
- Con la Guerra Civil: Se dispersa el grupo. Los que sobreviven siguen escribiendo una poesía profundamente humana, como es el caso de Miguel Hernández con las famosas Nanas de la cebolla.
Juan Ramón Jiménez
Máximo representante del novecentismo, concibió toda su producción poética como parte de un único libro al que se van integrando sus nuevos textos, a la vez que se encuentran en permanente corrección, buscando siempre la perfección absoluta. Se establecen tres etapas en la división de su producción:
Época Sensitiva (hasta 1915)
Arias tristes y Paisajes lejanos lo sitúan en el modernismo. Otros elementos empezaban un cambio, por lo que se aprecia un intento de superación del modernismo que es evidente en Estío. Poesía conceptual y formalmente sencilla, propia de la segunda etapa.
Época Intelectual (inicia con Diario de un poeta recién casado, 1917)
Abre la poesía española a anotaciones vanguardistas como el verso libre, poemas en prosa, etc. La desaparición de la anécdota conduce a una poesía desnuda que busca la expresión indecible (Eternidades y Piedra y cielo). En el proceso de abstracción, los poemas son breves. La suma de búsqueda de la perfección y la creación de una poesía cada vez más depurada lo aproxima a los novecentistas. En Estación total recoge poemas escritos de 1923 a 1936. El poeta intenta escapar de los límites del tiempo y poseer la belleza y la realidad.
Época Suficiente o Verdadera
Comprende toda su producción de los años del siglo. Destaca En el otro costado, donde recrea conceptos claves como la unidad profunda de todo lo existente, la visión panteísta de la realidad y la conciencia del poeta como Dios que da sentido al mundo. Acumula de forma caótica recursos de su vida. Identifica esa conciencia con un Dios que nada tiene que ver con el cristianismo, sino creado por el poeta, fruto del esfuerzo de depuración.