La Novela del Siglo XX: Ruptura y Renovación
El siglo XX fue testigo de la máxima expansión de la novela, cuya crisis de finales del siglo XIX abrió paso a dos tendencias: la continuación del realismo y el espíritu renovador de autores como Proust, Kafka, Joyce y Thomas Mann. Estos últimos rompieron con las convenciones realistas y trazaron las nuevas pautas de la novela contemporánea, dividida en dos periodos separados por la Segunda Guerra Mundial.
Periodos y Características de la Novela del Siglo XX
- Antes de la Segunda Guerra Mundial: Influencia vanguardista, problemas existenciales y religiosos.
- Después de la Segunda Guerra Mundial: Disminución de la experimentación técnica e imposición de la denuncia social.
Las características generales que recorren esta narrativa son:
- Tendencia al narrador en primera persona (monólogo interior).
- Multiplicidad de puntos de vista.
- Uso especial del tiempo (saltos temporales).
- La ciudad como escenario.
- Antihéroe como protagonista, a veces confundido con la multitud (novela coral).
- Reflexión constante sobre la tarea de narrar (metaliteratura).
Marcel Proust y la Búsqueda del Tiempo Perdido
El francés Marcel Proust consagró su vida a la redacción de En busca del tiempo perdido (7 entregas entre 1912-1927), una novela-río donde el narrador desarrolla, en monólogo interior, el relato de la vida de un hombre que quiere escribir una novela.
Los temas recurrentes se describen en tres planos:
- El mundo de la burguesía y la aristocracia (ascenso social).
- Relaciones amorosas (celos y desconfianza).
- La creación artística como tabla de salvación.
Las aportaciones del autor a la novela del siglo XX son:
- La memoria como recurso para reconstruir su vida.
- Personajes caracterizados fragmentariamente.
- Minuciosas descripciones y largos periodos sintácticos que hacen ardua la lectura.
- La novela como obra total donde se funde la literatura con la pintura y la música, himno de la pasión amorosa de los personajes.
Franz Kafka y la Literatura Circunstancial
La obra del checo Kafka se inscribe en la literatura circunstancial, porque aborda temas de la vida del hombre (soledad, frustración, culpabilidad y lo absurdo del mundo cotidiano). Su técnica destaca por:
- El sentido simbólico de sus personajes.
- El interés por lo extraño y siniestro de la vida burguesa (condición del hombre contemporáneo en La metamorfosis, la justicia en El proceso (1925), y la creación de normas en El Castillo (1926)).
- La presencia del humor negro, que transforma la broma en metáfora de la existencia humana.
James Joyce y la Epopeya de la Contemporaneidad
El dublinés James Joyce es el responsable de las nuevas dimensiones de la novela contemporánea. Sus novelas tienen a Dublín como escenario, donde se fragua una innovadora epopeya de la contemporaneidad.
Mientras que en Dublineses (1914) percibimos muerte y pesimismo, Retrato de un artista adolescente (1916) está repleto de elementos autobiográficos a través del protagonista Stephen Dedalus, que también aparece en su Ulises (1922).
Entre sus técnicas más relevantes se encuentra:
- La concentración temporal de la acción y el espacio.
- Tratamiento del lenguaje con diversos registros.
- Léxico variado.
- Uso de citas.
- Estilo que imita el lenguaje jurídico, científico y teatral.
Thomas Mann y la Reflexión en la Narración
El alemán Thomas Mann es uno de los grandes innovadores de esta época gracias a su propuesta de incorporar la reflexión a la narración. La reflexión sobre el artista y el debate entre arte y vida aparecen en Muerte en Venecia (1912) o Doctor Faustus (1947). Mann busca un lugar para el artista burgués en esta nueva sociedad y lo encuentra cuando, tras conseguir un Nobel, condena públicamente el nazismo y se exilia en diferentes países europeos y americanos.
Su gran obra es La montaña mágica (1912-1924), donde relata los días pasados por el protagonista, Castrop, en un sanatorio mental al que llega de visita y se queda tras serle diagnosticada una enfermedad. Asiste a las discusiones de personajes con distintas posturas intelectuales ante la civilización occidental, la enfermedad o la muerte, como la razón ilustrada, el autoritarismo moral y el irracionalismo vitalista y sensual. El tema es el fracaso de la cultura como herramienta organizadora del mundo.
Novedades narrativas:
- Existencia de un personaje colectivo.
- Falta de acción.
- Concentración del espacio y el tiempo.
Es una novela total gracias a sus indagaciones filosóficas, elementos simbólicos, distanciamiento narrativo, ironía y falta de acción.
El Teatro del Siglo XX: Una Brecha en el Romanticismo
A finales del siglo XIX se abre una brecha en el teatro romántico en cuanto a temas, personajes, construcción dramática y estilo. Se impone un teatro más acorde con la nueva sociedad burguesa, consciente de los cambios políticos, económicos y sociales del momento.
Su finalidad es reflejar la sociedad del momento, aunque hay dos tendencias:
- Una moralizante y convencional (teatro de evasión y comedia burguesa).
- Un realismo crítico que denuncia los problemas de la burguesía.
Los personajes se caracterizan como seres reales, se vuelve a las formas clásicas con innovaciones como la unificación en un solo acto, se simplifica la escenografía y se elimina el artificio mediante un estilo natural. Este teatro tuvo notable influencia en la posterioridad.
Antón Chéjov y la Innovación Teatral
La labor teatral de Chéjov tardó en ser reconocida por sus planteamientos innovadores. A su éxito contribuyó su mujer (célebre actriz rusa), la compañía Stanislavski y el Teatro del Arte de Moscú, que dotó de naturalidad sus representaciones.
Sus dramas comparten los mismos asuntos y personajes: frustración y soledad de seres mediocres e incapaces de adaptarse a los nuevos tiempos, aunque a veces aflora la esperanza en un futuro mejor, mediante el trabajo, la ciencia y la razón. Desarrolló la acción indirecta, insinuando lo que ocurre fuera de escena para potenciar la imaginación del espectador.
Obras teatrales:
- La gaviota (1896): tragedia amorosa que introduce reflexiones sobre el teatro.
- Tío Vania (1899): reflexión sobre el hombre sencillo que siente que ha perdido su vida.
- Las tres hermanas (1901): refleja la frustración y anhelos de tres hermanas que viven en una ciudad provinciana y sueñan con una vida mejor.
- El jardín de los cerezos (1904): refleja los problemas económicos de una familia y el conflicto generacional.
August Strindberg: Precursor del Teatro de la Crueldad y el Absurdo
El sueco Strindberg suele considerarse precursor del teatro de la crueldad y el absurdo. Sus temas son: crítica al matrimonio, sociedad decadente, lucha de sexos y conflictos internos del individuo, representados por personajes complejos. Usa el «asesinato psíquico», muerte producida por el sufrimiento de una relación dolorosa. Renueva la técnica simplificando la escenografía. Mezcla dos etapas:
- Una naturalista (La señorita Julia).
- Otra expresionista, donde se aleja de las unidades dramáticas, mezclando realidad y fantasía.
Henrik Ibsen y los «Dramas de Ideas»
El teatro de Ibsen se caracteriza por presentar «dramas de ideas» sobre cuestiones que preocupaban en su tiempo: hipocresía, conflictos generacionales o el papel de la mujer burguesa en la sociedad. El tema central es el enfrentamiento del individuo con la sociedad que no lo comprende y lo rechaza.
Ibsen se decanta por el respeto de las tres unidades y de recursos de intriga clásicos, como la presencia de un personaje malvado que desencadena el conflicto o la aparición de cartas reveladoras del pasado de los protagonistas. Su trayectoria abarca desde el drama histórico romántico, pasando por el realismo crítico que lo llevará al éxito con obras como Casa de muñecas (1879) (sobre la liberación de la mujer) hasta sus últimas obras de carácter simbólico (Hedda Gabler, 1890).