Narrativa Española desde 1970: Tendencias, Autores y Obras Clave

Narrativa Española desde 1970

1. Introducción

En el contexto histórico y político, es crucial considerar la muerte de Francisco Franco en 1975, que marcó el inicio de la transición democrática en España. Este período significó la desaparición de la censura, el regreso de novelistas exiliados, la apertura hacia la novelística extranjera y el libre desarrollo de la narrativa en otras lenguas de España. Las décadas siguientes a la experimentación novelística de los 60 fueron de síntesis entre vanguardia y tradición, apareciendo una gran diversidad temática y conviviendo diversas tendencias en un mercado cada vez más influenciado por grandes grupos editoriales y de comunicación, mientras se multiplicaban los premios y certámenes literarios. La novela se convirtió en un producto muy adquirido, llegando a editarse millones de copias, los bestsellers o superventas.

2. Rasgos Comunes, Tendencias, Autores y Obras

En los años 70, aunque varias generaciones de narradores convivieron (los que vivieron la Guerra Civil y los nacidos en la posguerra), la gran mayoría combinó lo tradicional con lo experimental, como en La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza. Algunas características de la novelística de esta época son: preferencia por ambientes urbanos, uso de elementos del subgénero policiaco, predominio de problemas individuales sobre los colectivos, importancia de la memoria e influencia de la narrativa anglosajona.

A partir de los 80, aparece una gran variedad de tendencias, difíciles de sintetizar por la falta de perspectiva temporal. Algunas son:

2.1. Novela Testimonial

Narradores que cuentan los años que vivieron durante el franquismo, la lucha política o la transición. Son títulos como La noche en casa de José María Guelbenzu y Los girasoles ciegos de Alberto Méndez, que, aunque no sea vivido por el autor, puede corresponder a esta corriente.

2.2. Novela Experimental o Metanovela

Se reflexiona sobre la creación narrativa, como en Larva (1983) de Julián Ríos o El mal de Montano (2002) de Enrique Vila-Matas.

2.3. Novela Lírica o Intimista

Se da importancia al lenguaje, mito y símbolo, tratando de profundizar en una personalidad frustrada y olvidada. Predominan Francisco Umbral con Mortal y rosa, Carmen Martín Gaite con Nubosidad variable o La lluvia amarilla de Julio Llamazares.

2.4. Novela Histórica

Se añaden nuevas técnicas narrativas y se investiga sobre el pasado remoto. Algunas obras son: El lápiz del carpintero de Manuel Rivas sobre la Guerra Civil, Los girasoles ciegos de Alberto Méndez donde a través de cuatro «derrotas» reúne los peores recuerdos de la guerra y posguerra española, El hereje de Miguel Delibes que llena gran parte de la segunda mitad del siglo XX, El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina sobre diferentes acontecimientos históricos que van explicando la personalidad del narrador, y por último, títulos de Arturo Pérez-Reverte como Cabo Trafalgar, Territorio comanche, El capitán Alatriste o El asedio, donde trata temas como el periodismo, la indagación histórica y el género de aventuras.

2.5. Novela de Intriga

Se introduce el suspense de la novela negra, como en La tabla de Flandes de Arturo Pérez-Reverte, Los mares del Sur de Vázquez Montalbán, El invierno en Lisboa de Muñoz Molina o en La sombra del viento de Ruiz Zafón.

2.6. Novela Realista

Se introduce lo surreal, lo imaginario, lo absurdo. Algunas obras son La fuente de la edad de Luis Mateo Díez y Juegos de la edad tardía de Luis Landero.

Características del Lenguaje Periodístico

1. Ubicación, Funciones, Influencia y Géneros

El lenguaje periodístico se sitúa en la comunicación periodística, que puede ser oral, escrita, audiovisual o digital. Se trata de una comunicación unilateral destinada a un receptor general y disperso. Las funciones generales de los textos periodísticos son opinar, informar y entretener. Las funciones del lenguaje dominantes son la informativa o referencial en los textos informativos, y la apelativa, poética y expresiva en los textos de opinión. Detrás de cada medio de comunicación hay un grupo financiero con intereses económicos e ideológicos. Las características del lenguaje periodístico dependen de los tres géneros en los que éste se formaliza o manifiesta:

a) Los géneros de información incluyen la noticia, el reportaje, el breve y la entrevista. El autor o autora de este tipo de textos no debe realizar valoraciones, juicios u opiniones sobre los hechos narrados.

b) Los géneros de opinión comprenden el editorial, el artículo-comentario, la columna, la crítica y las cartas al director. El autor o autora de estos textos parte de una información y la valora o enjuicia expresando su opinión o postura personal.

c) Los géneros híbridos aúnan información y opinión e incluyen la crónica y la noticia-comentario.

2. Características de los Géneros Informativos: La Noticia

La noticia, subgénero informativo por excelencia, narra objetivamente hechos actuales o de actualidad que pueden interesar a muchos lectores. Es típica su estructura de pirámide invertida: el titular (más destacado en tamaño y negrita) puede ir precedido de antetítulo y seguido de subtítulo; la fuente o emisor y origen de la noticia; el lead o entradilla, en el que se resumen los datos básicos, y el cuerpo de la noticia o desarrollo. En su redacción suele tenerse en cuenta la regla de las 6W o informaciones básicas (qué, quién, cuándo, dónde, por qué y cómo), apareciendo lo menos relevante al final del cuerpo. Esta jerarquización facilita la lectura selectiva y los posibles reajustes. Una fotografía u otro icono, con un pie de foto, sirven de ilustración o reclamo. La noticia exige objetividad, rigor o exactitud, interés, claridad, corrección y concisión. Sin embargo, la objetividad absoluta nunca se da, pues la selección de hechos noticiables es siempre subjetiva y los condicionamientos ya aludidos (ideología, intereses empresariales y contratación publicitaria) pueden ejercer de filtros. Predomina la función referencial, de ahí que su redacción, siempre en tercera persona, tenga que ser lo más objetiva posible.

3. Características de los Géneros de Opinión: El Editorial, el Artículo de Fondo y la Columna

En los géneros de opinión predomina la función apelativa o conativa, pues quien opina pretende convencer al lector. Para hacerlo suele apoyarse en argumentos y recursos típicos de la función poética (metáforas, comparaciones, hipérboles, personificaciones, interrogaciones retóricas, etc.). La función emotiva o expresiva muestra la actitud o estado de ánimo del que opina, cuyo lenguaje puede presentar diversos grados de subjetividad: desde la aparente objetividad del editorial, hasta la máxima subjetividad presente en algunos columnistas que convierten el texto en pequeñas joyas literario-periodísticas.

El editorial es un artículo sin firma que expresa la opinión crítica del periódico sobre un asunto de actualidad con la intención de crear un estado de opinión. La interpretación que se hace de los hechos es acorde con la ideología de la empresa editora. En el periódico, ocupa un lugar destacado en la sección de opinión. De su contenido se responsabiliza el director. Posee gran capacidad de influencia socio-política por lo que es tenido muy en cuenta. Las modalidades de discurso más empleadas son la exposición y la argumentación. La disposición más frecuente es: 1º exposición de los hechos, 2º explicación crítica, 3º justificación de los juicios emitidos, y 4º conclusión.

El artículo-comentario (o artículo de opinión) suele ir firmado por alguna persona ajena a la redacción del periódico y de reconocida preparación (escritores, científicos, filósofos, etc.). También se llama artículo de fondo, pues su extensión, superior al editorial, permite mayor profundidad y desarrollo. Su tono es más personal y libre que el del artículo editorial.

La columna es un artículo de opinión más breve que el artículo de fondo, escrito por un periodista contratado que cuenta con sección fija y periódica (como las columnas de Manuel Vicent, Rosa Montero, Eduardo Mendoza, Manuel Rivas, Félix de Azúa o Maruja Torres en El País, o La Tronera de Antonio Gala en El Mundo). La columna no requiere la especialidad del artículo de fondo, permite grandes dosis de subjetividad y libertad expresiva (humor, ingenio, ironía, frivolidad, crítica ácida, breve relato, prosa poética, etc.), pero precisa gran capacidad de síntesis (para ajustarse a un reducido espacio) y un uso elevado del idioma, por lo que se considera un género híbrido entre el periodismo y la literatura. Puede tratar cualquier tema de actualidad.

4. Características de los Géneros Híbridos: La Crónica

La crónica es un reportaje que se envía desde fuera de la redacción y en el que se narran acontecimientos que el periodista ha vivido o seguido de cerca. Supone información y valoración de los hechos (lo que la diferencia de la noticia y el reportaje). Los corresponsales mandan sus crónicas desde el país en el que están destinados o bien los enviados especiales viajan ocasionalmente para enviarlas cuando el periódico no tiene corresponsal o éste tiene demasiado trabajo. En la crónica, el periodista informa de lo que pasa demostrando que ha vivido diariamente lo que cuenta y puede relatar anécdotas y detalles que en una noticia no serían adecuados. Su campo es muy amplio: deportes, toros, tribunales, sucesos, cualquier hecho de actualidad.

5. Algunos Rasgos Lingüísticos e Incorrecciones en el Lenguaje Periodístico

En los géneros informativos, el uso claro, conciso y correcto del lenguaje (las tres «ces») exige evitar la “literarización” (uso de recursos literarios o expresivos), la “vulgarización” (uso de términos informales para captar lectores) y la “tecnificación” (uso de términos propios de la Administración o de la política, muchas veces vacíos, eufemísticos y oscuros), tentaciones expresivas muy frecuentes.

También deben evitarse: el alargamiento excesivo de la oración, las repeticiones innecesarias, los extranjerismos, la omisión de artículos y preposiciones (“Jueces reanudan actividad”), el llamado condicional de rumor (“Sadam Hussein dispondría de la bomba atómica en veinticuatro horas”), el mal uso del gerundio (“una bolsa conteniendo…”, “…muriendo minutos más tarde”), el galicismo sustantivo + a + infinitivo (“el problema a tratar”), la omisión de verbos auxiliares (“Decir que…”, en vez de “Hay que decir que…”). La preferencia por el estilo nominal, en vez del verbal; los abundantes acrónimos, la utilización de eufemismos que muchas veces suponen una manipulación de los hechos (“operaciones militares”, por bombardeos o invasión militar; “daños colaterales”, etc.), y la abundancia de la voz pasiva (tanto la refleja con “se” como la perifrástica) son rasgos también muy presentes en el lenguaje periodístico.

6. Importancia de Factores Extralingüísticos en la Semiótica del Periódico

También hay que tener en cuenta factores extralingüísticos que implican una valoración implícita de la importancia dada al texto periodístico (sea información u opinión). Así, se consideran más importantes las noticias que aparecen en la primera página y en las primeras páginas de cada sección, las que aparecen en páginas impares y las que aparecen en la mitad superior de la página. También el número de columnas dedicadas, el tamaño, el tipo de letra y el acompañamiento o no de fotografías son factores que “valoran” el contenido de lo comunicado, dejando ver, pese a la supuesta objetividad informativa, la subjetividad implícita en toda selección y jerarquización.

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