LA ZARZUELA – El nombre proviene del pabellón del palacete o pabellón de caza del palacio de la Zarzuela (rodeado de zarzas) que servía de escenario para representar historias de carácter mitológico durante el reinado de Felipe IV. El monarca ordenaba representar las fiestas cortesanas con música. Para ello contrataba pequeñas compañías de teatro que, en sus funciones alternaban el canto con pasajes hablados. Así surgieron las primeras zarzuelas. A pesar de que la música de estas primeras zarzuelas se ha perdido, tenemos constancia de quienes eran sus autores Pedro Calderón de la Barca escribió -entre otras- El jardín de Falerina, Fortunas de Andrómeda y Perseo, etc… El autor oficial de la Corte era Juan Hidalgo, de quien sabemos que musicó algunos de los textos de Calderón. Tras el feliz comienzo, la zarzuela entró en declive con la llegada al trono de los Borbones. La ópera italiana se impuso al teatro español, Felipe V apenas hablaba castellano por lo que prefería las obras en Italiano, así que las representaciones de zarzuela fueron arrinconadas a favor de la ópera italiana. Con el reinado de Fernando VI, la ópera se impuso completamente y las zarzuelas quedaron olvidadas. A Fernando le sucedió Carlos III que prefería las obras cortas y las zarzuelas de tema mitológico y costumbrista; su reinado se caracteriza por las revueltas populares, aprovechadas por diversos autores como Ramón de la Cruz, el primero en abandonar la mitología para centrarse en temas costumbristas. Tras la muerte de de la Cruz, nadie continuó su legado y el género estuvo a punto de desaparecer ante el auge de la tonadilla. Con la invasión napoleónica, llegó también la tentativa de imponer la ópera cómica francesa, que también fracasó debido a la omnipresencia de la ópera italiana. Tal era la presencia de la ópera que algunos autores españoles tuvieron que “italianizar” su apellido para que sus obras se estrenasen. Como por ejemplo Francisco Asenjo, que pasó a llamarse Francisco Barbieri. Con la llegada del Romanticismo europeo, el nacionalismo musical español no tuvo más remedio que imitar la ópera seria italiana de temática mitológica. En lengua castellana los compositores no podían estrenar sus obras y las tenían que traducir a italiano. Sin embargo, algunos autores comenzaron a preocuparse por mostrar su propia personalidad. A partir de entonces la zarzuela comenzó a despegar y se fundó en 1849 la Sociedad Artística, cuyo propósito era difundir la zarzuela por toda España. Las principales características de las zarzuelas de este tiempo son: -No pueden escapar de la influencia de los procedimientos dramáticos italianos. -Se incrementan los temas de carácter folclórico y popular. -Sirvieron de base para el nacimiento de un nuevo folclore urbano. -Las representaciones se localizaban casi siempre en Madrid y se dirigian a las clases populares y a la pequeña burguesía. -Mezclan partes cantadas y habladas y abundan los temas cómicos y castizos. -Se diferencia claramente la <<zarzuela chica>> (representada en un acto) y la <<gran zarzuela>>. El éxito de la zarzuela en Madrid pronto se extendió a otras capitales españolas.

El género chico es un tipo de zarzuela caracterizada por: -Argumentos costumbristas que reflejan la vida Madrileña. -Música enormemente popular. -Empleo de bailes del folclore español. -Alusiones constantes a fenomenos sociales contemporaneos. -Personajes tomados de la vida cotidiana con los que el público se identifica. -Las coplas eran cantadas al día siguiente del estreno por todo el mundo. Algunos de los autores más importantes: Federico Chueca (“La Gran Vía”), Tomás Bretón (“La verbena de la paloma”), Jerónimo Jimenez (“Las bodas de Luis Alonso”). El siglo XX puso fin al esplendor del género chico. El nacimiento del nuevo siglo supuso un cambio en las costumbres del público y pronto inició su declive.

El género bufo surgió sobrepasada ya la mitad del siglo, se trataba de un espectáculo corto, más sencillo que el género chico. Contribuyó a la simplificación de las melodías. Con chistes pícaros y actrices ligeras de ropa, pronto las canciones las tatareaba todo el mundo. Algunos locales tuvieron incluso que cerrar por orden gubernamental.

LA TONADILLA – Constituye un tipo de teatro cantado, generalmente de tema comico-satírico y de corta duración. Sus antecedentes son las obras sueltas o tonadas que formaban parte de las grandes obras dramáticas. Estas pequeñas piezas se representaban en los descansos de las zarzuelas y no alcanzaron la mayoría de edad hasta la segunda mitad del siglo XVIII, cuando pasaron a representarse de forma independiente. El argumento es muy sencillo, lo más importante es el personaje que cuenta la acción. Su finalidad es divertir al público, al tiempo que se expone una crítica social o moraleja. Sus personajes pertenecen al pueblo y los argumentos tratan sobre reacciones humanas típicas. Suelen estar divididos en tres partes, introducción (donde se expone el argumento), sección central (donde se centra la acción) y final (que solía constar de unas seguidillas o una copla de despedida).