Modernismo y Generación del 98
1. Conceptos de Modernismo y Generación del 98
Tanto los modernistas como los autores de la Generación del 98 eran gente nueva con una nueva estética que rompía con la del siglo XIX. Todos pretendían una renovación lingüística que traería nuevas posibilidades expresivas, y adoptaron también una postura crítica ante las normas sociales y la situación política.
Rasgos comunes:
- a) Actitud de rebeldía: ambos se muestran rebeldes ante la sociedad que les ha tocado vivir. Se rebelan contra la sociedad burguesa, materialista, positivista y utilitaria, y lo hacen en diversos frentes:
- Anticientificismo: critican los efectos del desarrollo científico; Unamuno denuncia el hecho de que la ciencia se estuviera convirtiendo en un fin en sí mismo y no en un medio para mejorar la vida del ser humano.
- Frente al desarrollo de la ciencia abanderan la filosofía irracionalista y vitalista.
- En contra de la industrialización: denuncian sus fallos, los destrozos que la industria provoca en las ciudades. No reniegan de la ciencia en sí o de la industria sino del uso que la burguesía hace de ellas. El materialismo burgués y el utilitarismo se oponen radicalmente al cultivo del espíritu.
- b) Deseo de renovación y cambio.
Diferencia de posturas:
Ante esta crisis de la conciencia burguesa adoptan dos posturas:
- Aislamiento aristocrático y el refinamiento estético como huida ante una realidad adversa. Así, los modernistas abanderan la individualidad, la originalidad y la diferencia. Practican el culto a la belleza como medio de evasión.
- Rebeldía política: tienen un programa ético y filosófico de contenido regeneracionista. El grupo del 98 es un grupo de pensadores que siente la necesidad de intervenir sobre la sociedad española, posee un carácter de apertura a Europa y de confianza en el progreso.
2. Lenguaje y estilo
Para el Modernismo la lengua es el primer instrumento del poeta cuya función está en depurarlo buscando en él cualidades estéticas al servicio de la belleza. Renuevan los recursos poéticos de la época y crean unos propios.
Para el 98 el lenguaje es un vehículo: poseen un concepto utilitario de la palabra y prefieren cargarla de intensidad escogiendo aquella que se adecua más estrechamente a la realidad. La búsqueda por la palabra exacta les lleva a rescatar palabras olvidadas, tomadas de las actividades artesanales o de las tareas del campo. Los del 98 rompen los viejos moldes del siglo XIX, rechazan el costumbrismo, los largos pasajes de la novela realista. Emplean una sintaxis recortada y párrafos breves. Se afanan por mostrar naturalidad, llenando de sustancia el lenguaje y dejando de lado las imágenes; rechazan la retórica y el lenguaje grandilocuente.
3. Temas
En el Modernismo se distinguen dos direcciones principales en los temas:
- a) Intrascendente o escapista: evasión de la realidad. El autor modernista rechaza el mundo cotidiano y se evade de la realidad refugiándose en mundos imaginarios y fantásticos donde abunda lo bello y estético: ambientes y lugares legendarios, mitológicos y exóticos. Es una temática de contenido intrascendente y preocupado por el aspecto puramente formal.
- b) Trascendente o intimista: el poeta se adentra en su mundo interior reflejando sus deseos de vida y goce, pero mostrando también angustia vital y tristeza. Es una temática de contenido profundo y trascendente; la melancolía y la angustia existencial son sentimientos centrales.
La Generación del 98 se caracteriza por un acusado carácter individual. Los temas tratados son:
- a) La preocupación por España: cada autor denuncia las circunstancias que no le gustan y propone, desde su punto de vista subjetivo, las reformas necesarias para la revitalización del país. Se centran en la búsqueda del alma española por tres vías:
- El paisaje: fueron grandes viajeros y describieron con minuciosidad los paisajes de las distintas regiones, en especial el paisaje castellano, reflejo de la austeridad de sus habitantes.
- La historia: investigan la historia del país para explicar la decadencia.
- La literatura: estudian y valoran a autores medievales, como Berceo o Manrique. La Celestina y El Quijote son analizados y reinterpretados.
- b) La preocupación existencial: la reflexión sobre el significado de la existencia, el papel de la religión en la vida del hombre y las dudas de carácter religioso.
- c) La temporalidad: el tiempo es motivo de meditación. Como elemento formador de la historia (Unamuno), como continuidad lineal y sucesiva en la concepción de la novela (Baroja), como realidad que pasa (A. Machado).
4. Autores principales
Las figuras del Modernismo español son Manuel Machado, Villaespesa, Manuel Reina. Dos miembros de la Generación del 98 —Antonio Machado y Valle-Inclán— comenzaron su andadura dentro del movimiento modernista. También Juan Ramón Jiménez en la primera etapa de su obra.
En el Modernismo español hay mucho más de intimismo que de escapismo hacia mundos lejanos y exóticos. Menos sonoridades y preciosismos formales.
Rubén Darío
El creador e impulsor del Modernismo, publicó su primer libro, Azul, en 1888, mezcla de poesía y prosa. En Prosas profanas (1896) estableció un modelo de poesía que sería imitado en Hispanoamérica y en España, contiene la mayor parte de los rasgos generales del Modernismo.
Su obra posterior, Cantos de vida y esperanza (1905) y El canto errante (1907), introduce otros temas y otro estilo diferentes. Aparecen poemas políticos, preocupaciones existenciales (el miedo a la muerte), e incluso poemas irónicos sobre su propia poesía modernista.
Generación del 98
Miguel de Unamuno
Es el autor más prolífico y variado de todos. Escribió poesía, ensayo, artículos, teatro y novela. Como narrador, denominó nivolas a sus creaciones, que se caracterizan por su contenido filosófico y por la ausencia de referencias a la realidad exterior de los personajes. Son novelas que indagan en las complejidades espirituales y psicológicas de sus protagonistas. Paz en la guerra (1897) y, sobre todo, Niebla (1914), y San Manuel Bueno, mártir (1933).
Pío Baroja
Su visión pesimista y su sinceridad le llevan a atacar las hipocresías morales y políticas de la sociedad contemporánea.
Podemos dividir sus numerosas novelas en dos grupos principales:
- Las novelas de pensamiento: expone sus ideas filosóficas, su visión del ser humano y de la sociedad. Camino de perfección (1902), La busca (1904) y El árbol de la ciencia (1911).
- Las novelas de acción: personajes aventureros al margen de las convenciones y en lucha constante por sus ideales. Zalacaín el aventurero (1909), Las inquietudes de Shanti Andía (1911) y la serie Memorias de un hombre de acción.
José Martínez Ruiz, «Azorín»
En Azorín destaca la observación minuciosa y detallista de la realidad. Es un escritor contemplativo, ensimismado, preocupado por el paso del tiempo y por alcanzar lo más esencial y lírico de la realidad.
La voluntad (1902) y Antonio Azorín (1903).
Ramón María del Valle-Inclán
Es el escritor más inclasificable y original del período. Valle fue novelista y dramaturgo. En su producción novelística destacan las cuatro Sonatas (de Otoño, de Estío, de Primavera y de Invierno, 1902-1905).
La prosa musical y el lenguaje exquisito las convierten en las novelas más importantes del Modernismo.
En su etapa final, en plena creación de los esperpentos escribe novelas como Tirano Banderas (1926) y la trilogía inacabada El ruedo ibérico (1927).
Antonio Machado
El interés por el paisaje y los tipos castellanos, la crítica social de algunos poemas de Campos de Castilla de Machado le acercan a este grupo, aunque se diferencia de ellos por el intimismo simbolista de Soledades, galerías de otros poemas, el popularismo de Nuevas canciones o por los poemas militantes que Machado escribió en plena guerra civil, cuando las circunstancias mostraron que las ideas del 98 habían quedado ampliamente superadas por los acontecimientos que desencadenaron la guerra civil del 36.
El Novecentismo y las Vanguardias
El Novecentismo
1. Una nueva generación: características
Hacia 1910-14 aflora una nueva generación literaria, El Novecentismo, que funcionará como puente entre la del 98 y la siguiente del 27.
Sus componentes fueron un grupo de intelectuales, filósofos, historiadores, investigadores y literatos entre los que destacan Ortega y Gasset, Eugenio D’Ors, Américo Castro, Ramón Pérez de Ayala, Ramón Gómez de la Serna y Juan Ramón Jiménez.
Frente a la actitud apasionada, vivencial, autodidacta y más localista de la generación del 98, El Novecentismo presenta estas características:
- Planteamiento del problema de España en términos más precisos y racionales.
- Deseo de modernización intelectual de España. Poseen una formación sólida; se encuentran abiertos al horizonte europeo y están al día en todo tipo de investigaciones; quieren divulgar esta cultura en el nivel más alto posible, para lo que fundarán periódicos, revistas y editoriales (Revista de Occidente). Ortega y Gasset se convierte en el galvanizador de las energías intelectuales del país.
- Aproximación al poder para desde allí intentar transformar el país.
- Exigencia de sistematización, de selección de la obra.
- En la obra literaria extremarán el cuidado formal, consiguiendo una prosa de gran perfección.
2. Componentes
Ramón Pérez de Ayala (1880-1962)
A) Poesía
Los tres libros de poesía personifican la tierra, el mar y el río:
- La paz del sendero (1904): libro anclado en la temática de la tierra, con un regusto modernista. Ante el paisaje siente un hondo estremecimiento. Los motivos son la vieja parra, el mastín hogareño, los muebles antiguos, los diálogos rurales y las casonas. Interpretación pictórica y musical de la tierra asturiana.
- El sendero innumerable (1916): es el mar ilimitado e inmenso. Proceso de universalización que se sobrepone al país natal.
- El sendero andante (1921): naturaleza y hombre se hermanan en una especie de epopeya del río.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
Está adscrito al Novecentismo por razones cronológicas y por rasgos compartidos con la ideología de la generación. Asumió la jefatura del movimiento poético. Sus analogías con el Modernismo responden a un momento juvenil que evolucionará.
A) Etapas de su poesía
Juan Ramón es el modelo absoluto de la obsesión por la creación poética. El grupo del 27 será fundamentalmente poético gracias a su ejemplo. Su trayectoria poética está marcada por la total dedicación a la Poesía y a la búsqueda incesante de la Belleza. La división más acertada es la realizada por él mismo, que distingue tres etapas: una época sensitiva, una etapa intelectual y una etapa “verdadera”, fruto de una depuración con preferencia por la prosa.
- 1ª Época (1898-1915). Poesía sensitiva:
Trayectoria juvenil del poeta, dentro de un neorromanticismo y simbología modernista.
La suave musicalidad y la ambientación de paisajes y jardines crepusculares o nocturnos reflejan la melancolía del poeta con pinceladas impresionistas de color. El conjunto es modernista: Arias tristes (1903) o Jardines lejanos (1904). La soledad sonora (1908) es el título más representativo de esta tendencia modernista.
Por entonces compone también su famoso libro de prosas poéticas Platero y yo (1914): poemas en prosa en torno al propio poeta y a su acompañante, en medio del paisaje y de las gentes de Moguer.
- 2ª Época (1916-1936). Poesía intelectual:
Se produce la ruptura con el Modernismo. El léxico y la adjetivación modernistas desaparecen. Abundan los versos libres o con asonancias libres, consciente de que se dirige a un público culto y minoritario.
Diario de un poeta recién casado (1917): hacia una poesía pura, desnuda de ornamentos. Mezcla prosa y verso. El lenguaje quiere nombrar lo esencial de las cosas y el poema se simplifica para hacer transparentes las sensaciones.
Eternidades (1918): canta la belleza de la obra, de la poesía.
Piedra y cielo (1919): la obra poética y el creador como creador de un universo nuevo, hasta llegar a la perfección total.
- 3ª Época (1936-1958). Poesía verdadera, poesía esencial:
La depuración progresiva le lleva al uso preferente del poema en prosa.
La estación total (1948): poesía del destierro; intenta una poesía total, que lleva a sus últimas consecuencias los hallazgos anteriores.
Animal de fondo (1949): el hombre (“animal de fondo”) debe situar la cumbre de la obra poética en la belleza misma.
Dios deseado y deseante (1948-49): el poeta se identifica con la naturaleza, con Dios, con la obra poética.
Las Vanguardias
Época de vanguardias
Reciben el nombre genérico de vanguardias o ismos los movimientos artísticos que se suceden en Europa entre las dos guerras mundiales. Esos movimientos nacen con el objetivo de romper con la cultura antigua y proponer una visión novedosa, moderna y original del arte y de la literatura. Los ismos surgen y desaparecen con rapidez, en cuanto la novedad o el escándalo pierden su efecto. Sin embargo, algunos llegaron a consolidarse y a influir decisivamente en la literatura posterior. Los principales ismos europeos son:
Futurismo: nace en 1909 con un manifiesto del escritor italiano Marinetti. Es un movimiento antirromántico, que exalta la civilización mecánica y la técnica.
Cubismo: nace como escuela pictórica, pero el cubismo literario arranca con Apollinaire. Como en la pintura, se propone descomponer la realidad para proceder a composiciones libres de conceptos, imágenes o frases. Su figura más destacada es Picasso.
Dadaísmo: es la rebeldía pura, contra la lógica, contra las convenciones estéticas o sociales. Surge en Zurich durante la Primera Guerra Mundial. Su figura más destacada fue Tristán Tzara.
Surrealismo: fue el ismo de mayor importancia y repercusión posteriores. Supuso un cambio radical en la concepción del papel del arte y del trabajo del artista. Sus principios los expuso André Bretón en su Manifiesto surrealista de 1924.
Influido por las doctrinas de Freud y Marx, propugna una liberación total del hombre: liberación de los impulsos reprimidos en el subconsciente y liberación de la represión que sobre el hombre ejercen las normas hipócritas de la sociedad burguesa.
Buscaban liberar el poder creador del hombre, tarea para la que la poesía es un instrumento idóneo. Con el fin de registrar los estados de ánimo, los impulsos profundos, recurrieron a técnicas como la escritura automática. Así se produce una liberación del lenguaje respecto a los límites de la expresión lógica. España fue el país europeo donde la repercusión del Surrealismo fue mayor: Lorca, Cernuda o Aleixandre entre otros estuvieron influidos por este movimiento.
Ultraísmo: fue un efímero movimiento español en la línea del antisentimentalismo y la deshumanización.
Creacionismo: se inicia en Francia y llega a España de la mano de Vicente Huidobro. Pretende un alejamiento de la realidad que conduce a la abstracción.
2. El Vanguardismo en España
El desarrollo del vanguardismo español está marcado por unos hechos determinantes:
- En 1909 Ramón Gómez de la Serna publica la traducción del Manifiesto futurista.
- En 1918 llega a España Vicente Huidobro, fundador del Creacionismo.
- En 1925 se publica la traducción del Manifiesto surrealista de Bretón.
Conviene decir que las más tempranas manifestaciones de la vanguardia española se deben a Ramón Gómez de la Serna. Ejerció una importante labor creadora y de divulgación de los movimientos de vanguardia. A través de revistas, de tertulias y de su propia creación literaria, Gómez de la Serna consiguió arrastrar a toda una generación de jóvenes escritores al clima de renovación y libertad de las vanguardias. Cultivó diversos géneros, pero destacan sus Greguerías, unos apuntes breves que encierran una metáfora insólita. Él mismo las definió como Humorismo+Metáfora= Greguería.
Como consecuencia, surgen dos movimientos que recogen el espíritu vanguardista: el Creacionismo y el Ultraísmo. En ambos se defiende la libertad absoluta de la creación artística. La poesía no tiene por qué referirse al mundo real: es una creación sin trabas. En la forma, se escriben caligramas, desaparecen los signos de puntuación y se establecen imágenes y asociaciones insólitas. El Ultraísmo, además, incorpora los temas futuristas en poemas dedicados a los avances técnicos de la vida moderna.