Modernismo y Generación del 98: Dos Corrientes Literarias de Renovación

Modernismo y Generación del 98: Dos Corrientes de Renovación

Tanto el Modernismo como la Generación del 98 buscan la renovación y rechazan el positivismo filosófico y el realismo.

El Modernismo: Búsqueda de la Belleza y Evasión de la Realidad

El Modernismo, originado en Hispanoamérica, tuvo a Rubén Darío como su máximo representante. Se caracteriza por:

  • La búsqueda de la belleza y la perfección formal.
  • El rechazo de lo cotidiano.
  • La predilección por lo refinado, elegante, raro y singular.
  • La pasión por lo misterioso y lo erótico.
  • El rechazo de los convencionalismos sociales, de los que huyen a través de la bohemia, el anarquismo y el aristocratismo.
  • La defensa del cosmopolitismo, con París como ciudad de referencia.
  • La evasión de la realidad inmediata a través del exotismo: lugares lejanos como China y Japón, y otras épocas.

Recibe la influencia de dos corrientes: el Parnasianismo (el arte por el arte) y el Simbolismo. Sus poemas poseen una gran sonoridad y un fuerte poder evocador. Los textos se llenan de símbolos, arcaísmos, cultismos y neologismos. Recuperan versos como los alejandrinos o los dodecasílabos e inventan nuevas estrofas.

La publicación de Azul (1888) de Rubén Darío marca el comienzo de esta nueva escuela poética, que también se plasma en Prosas profanas, cuyos versos reflejan un mundo preciosista y galante. El posterior Cantos de vida y esperanza es un libro más íntimo y pesimista, que muestra el desengaño del poeta nicaragüense, como se aprecia en poemas como «Lo fatal» o «Yo soy aquel que ayer no más decía / el verso azul y la canción profana».

Otros autores fundamentales del Modernismo en Hispanoamérica fueron José Martí, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera y Leopoldo Lugones. En España, se debe mencionar a Manuel Machado y su obra Alma, libro caracterizado por la presencia del erotismo, la frivolidad y lo popular andaluz. Salvador Rueda, Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina o el primer Juan Ramón Jiménez también son poetas españoles modernistas.

La Generación del 98: Preocupación por España y Regeneración Nacional

Los integrantes de la Generación del 98 comparten su preocupación por la situación de España tras el desastre del 98. Centran su atención en el paisaje castellano y en sus gentes, y buscan regenerar el país descubriendo valores nacionales. Mitificarán Castilla, a la que consideran la raíz esencial de la patria.

Autores y Obras Clave de la Generación del 98

  • Antonio Machado: Fue el gran poeta de la Generación del 98. Tras una primera etapa modernista (Soledades, galerías y otros poemas), publica Campos de Castilla, donde muestra su fascinación por esta tierra áspera y pedregosa. Esta obra muestra la contraposición del esplendor pasado y el presente monótono y gris. A su etapa final pertenece Nuevas canciones. Para Machado, la poesía es «palabra esencial en el tiempo», que busca la esencia de las cosas y el fluir del tiempo en ellas.
  • Azorín: Son famosas sus tramas argumentales, la descripción de sensaciones, la subjetividad, la nostalgia y el inexorable paso del tiempo, así como la evolución de sus personajes. Destacan La voluntad, Antonio Azorín, Don Juan, Doña Inés y La ruta de don Quijote.
  • Pío Baroja: Se muestra escéptico ante el comportamiento humano. Sus novelas giran en torno a la aventura y la acción, el poder de la voluntad sobre la abulia o la supervivencia. Zalacaín el aventurero pertenece a la trilogía Tierra vasca, y La busca forma parte de La lucha por la vida. Otra obra destacada es El árbol de la ciencia.
  • Miguel de Unamuno: Vierte sus ideas filosóficas tanto en sus ensayos como en sus «nivolas», novelas de poca acción en las que el autor expresa sus conflictos existenciales. El problema de España y el sentido de la vida vertebran toda su obra. En Niebla, los personajes se rebelan contra el autor; en Abel Sánchez, trata el tema de la envidia y el odio; en La tía Tula, se centra en la maternidad frustrada; y en San Manuel Bueno, mártir, reflexiona sobre la fe y la inmortalidad. Sus ensayos Vida de don Quijote y Sancho y En torno al casticismo muestran su preocupación por España y sus reflexiones sobre la «intrahistoria». Sus conflictos existenciales y religiosos aparecen en Del sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo.
  • Valle-Inclán: Destaca por la magnífica prosa modernista de sus Sonatas, protagonizadas por un donjuán cínico y decadente, el marqués de Bradomín. La guerra carlista es una trilogía de carácter histórico en la que se aprecia la simpatía de Valle por los carlistas. Tirano Banderas es el retrato de un dictador hispanoamericano; la acción se sitúa en un país imaginario y utiliza la técnica del esperpento, tan crucial en su producción dramática: una visión deformada y grotesca de la realidad. Esta visión esperpéntica se traslada también a El ruedo ibérico, donde se parodia la corte de Isabel II.

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