Miguel Hernández: Poesía y Compromiso en la Vanguardia del Siglo XX

Vanguardia y Tradición

Miguel Hernández, poeta principal del siglo XX, es considerado una figura clave de la Generación del 27 y la poesía de posguerra. Influenciado por la tradición culta y popular de las vanguardias, su obra se divide en poesía pura e impura.

En su etapa de poesía pura, se nutre de la tradición culta y la vanguardia, con Góngora como principal influencia. Recibe influencias del Siglo de Oro y de la literatura moderna y contemporánea, lo que resulta en poemas con un estilo elaborado y métrica compleja. Este cultismo inicial se aprecia desde sus primeras obras, con alusiones mitológicas y una fusión del poeta con la naturaleza, característica del costumbrismo regionalista.

Entre los autores cultos que influyeron en su obra destacan Garcilaso, Quevedo y Machado. También se aprecian rasgos del surrealismo en sus metáforas, que rompen con la lógica y dificultan la comprensión.

Con el estallido de la guerra, Hernández abandona sus creencias iniciales y se adentra en la poesía impura. En esta etapa, se aprecia la influencia del neopopularismo, una recreación de la tradición popular.

Esta influencia se manifiesta tanto en la forma como en el contenido de sus poemas. Hernández da un salto a la sencillez, utilizando paralelismos y repeticiones que facilitan la poesía oral. Los temas que trata, como el amor y la muerte, son característicos de los cancioneros y romanceros. En esta etapa, se dedica a recobrar y reconstruir formas populares de romances y canciones.

Imágenes y Símbolos

Las imágenes y los símbolos en la poesía de Miguel Hernández varían según su etapa creativa y vital:

  • 1ª etapa: La naturaleza como objeto real. Culto a lo material y a lo humilde.
  • 2ª etapa (etapa amorosa-existencial): Los objetos se convierten en metáforas de la pena amorosa o la amenaza existencial.
  • 3ª etapa (etapa bélica): Las imágenes y símbolos magnifican el valor del pueblo fiel a la República y el aliento de la poesía en tiempos de guerra.
  • 4ª etapa (etapa carcelaria): Los símbolos que antes inspiraban valor se convierten en símbolos de pérdida: la ausencia de libertad, del amor, de la justicia y la solidaridad.

Aunque la utilización de símbolos es constante, algunos predominan en cada etapa: la luna (naturaleza) en la primera; el rayo (amor y existencia) y el toro (pena amorosa) en la segunda; el viento (valor épico e histórico) y la tierra (naturaleza y trabajo) en la tercera; y la luz y la sombra (alegría y esperanza frente a la tragedia) en la última.

Trayectoria Poética

En 1933 se publica Perito en lunas, donde el barroquismo aprendido de Góngora se canaliza en 42 octavas reales que describen, con complejas metáforas, objetos cotidianos. En 1936 aparece El rayo que no cesa, obra maestra de Hernández, compuesta principalmente por sonetos de rigurosa factura clásica, cuyo tema central es la frustración amorosa. El equilibrio entre la emoción y la densidad conceptual otorga a estos poemas una fuerza expresiva excepcional.

La poesía intimista de El rayo que no cesa da paso a una poesía de tono social en Viento del pueblo, El hombre acecha y Cancionero y romancero de ausencias (escrita en la cárcel entre 1939 y 1941). En Viento del pueblo y El hombre acecha, los motivos bélicos y patrióticos se expresan con un lenguaje directo y vigoroso. Cancionero y romancero de ausencias refleja la amargura de su última etapa: la prisión, la angustia por su familia, las consecuencias de la Guerra Civil.

Estos poemas, inspirados en la lírica popular, se despojan de artificios retóricos. Algunos, como las «Nanas de la cebolla», conmueven por su tono humanísimo y su intimismo, muy alejados del barroquismo inicial.

Temas

Naturaleza

La naturaleza es un tema recurrente en la obra de Hernández, reflejada mediante símbolos. En Perito en lunas, la naturaleza es el motivo central. En Viento del pueblo y El hombre acecha, la naturaleza le permite expresar su compromiso social, defender la libertad y a los pobres.

Amor

El amor se concibe inicialmente como un despertar sexual y una pugna religiosa. Luego, evoluciona hacia el amor-lamento y el amor-ilusión, culminando en el amor-dolor. Su familia lo lleva al amor-alegría y amor-fraternidad, pero la guerra lo transforma en amor-odio. Finalmente, en la cárcel, cultiva el amor-esperanza.

Vida y Muerte

La muerte tiene un doble sentido: la unión con la naturaleza y el nacimiento de una nueva vida. Hernández muestra su compromiso social al resaltar la relación entre la poesía y la realidad.

Compromiso Social y Político

Miguel Hernández es un poeta comprometido con su entorno. Su compromiso ideológico se mantiene firme, aunque sus ideas evolucionan desde el catolicismo inicial hacia ideas laicas y republicanas de izquierdas durante su estancia en Madrid y la guerra civil.

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