Sociedad y Cultura en la Época de Cervantes
El Gobierno de Felipe II y la Contrarreforma
La España de Miguel de Cervantes (1547-1616) se enmarca en el contexto del reinado de Felipe II, una época de máximo esplendor imperial, pero también de profundas tensiones religiosas y sociales. La Contrarreforma, como respuesta a la Reforma Protestante, tuvo una gran importancia en la España de la época, y el espíritu de la Contrarreforma se refleja en la obra de Cervantes. El erasmismo, una corriente humanista que abogaba por una reforma interna de la Iglesia, también tuvo cierta influencia, aunque fue perseguido por la Inquisición.
Decadencia y Desengaño
Tras la derrota de la Armada Invencible en 1588, España comenzó a experimentar un lento declive. En la sociedad, se extendió un sentimiento de melancolía y desengaño, reflejo de la decadencia política y el agotamiento económico. Esta atmósfera se refleja en la literatura del Barroco, y *El Quijote* es un claro ejemplo de ello, donde se entremezclan el humanismo renacentista y el desengaño barroco.
Vida de Miguel de Cervantes
Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en 1547. Su infancia estuvo marcada por los constantes viajes por España debido al trabajo de su padre, que era cirujano. En su juventud, se vio obligado a viajar a Italia tras ser acusado de herir a un hombre en un duelo. Allí, continuó su carrera militar y participó en la **Batalla de Lepanto** en 1571, donde perdió la movilidad de su mano izquierda, lo que le valió el apodo de «el Manco de Lepanto».
Tras recuperarse, de camino a España, fue capturado por piratas berberiscos y pasó cinco años cautivo en Argel. Finalmente, fue rescatado por frailes trinitarios y regresó a España. Vivió una época de penurias económicas y trabajó como recaudador de impuestos. Debido a irregularidades en su trabajo, fue encarcelado, y se cree que fue en la cárcel donde comenzó a concebir *El Quijote*.
Tras su liberación, escribió y publicó la primera parte de *El Quijote* en 1605, que tuvo un gran éxito. Continuó escribiendo prolíficamente, publicando obras como las *Novelas Ejemplares* y *Viaje del Parnaso*. En sus últimos años, ingresó como novicio en la Orden Tercera de San Francisco, profesó los votos definitivos y murió en Madrid en 1616.
El Hombre Detrás del Escritor
Cervantes fue un hombre muy culto, a pesar de no haber estudiado en la universidad. Era un ávido lector y poseía un profundo espíritu religioso. Se le describe como un hombre de buen humor, paciente, comprensivo y tolerante, con un gran sentido del humor y la ironía, cualidades que se reflejan en su obra.
Cervantes como Poeta y Dramaturgo
Aunque Cervantes es principalmente conocido por su prosa, también incursionó en la poesía y el teatro. Como poeta, no alcanzó gran reconocimiento. En cuanto a su faceta como dramaturgo, en un principio se adhirió a la estética clasicista, pero con la llegada de Lope de Vega y el cambio en el gusto del público, se vio obligado a adaptarse. Escribió numerosos entremeses, que destacaron por su calidad, popularidad y buena construcción dramática.
Cervantes y la Creación de la Novela Moderna
Exceptuando *La Galatea*, que es una novela pastoril, se considera que Cervantes creó la novela moderna con *El Quijote* y las *Novelas Ejemplares*. En estas obras, utiliza elementos del realismo, como la descripción detallada de ambientes, el estudio psicológico de los personajes y el uso del lenguaje coloquial. Cervantes retrata con objetividad la realidad que le rodea, sin entrometerse en la narración.
Análisis de *El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha*
Publicación y Recepción
*El Quijote* se publicó en dos partes. La primera, en Madrid en 1605, causó un gran revuelo literario y obtuvo un éxito inmediato, con numerosas ediciones y traducciones. Sin embargo, Lope de Vega, el dramaturgo más popular de la época, no recibió bien la obra. En 1614, apareció una segunda parte apócrifa escrita por Alonso Fernández de Avellaneda. Esto motivó a Cervantes a escribir y publicar la segunda parte de *El Quijote* en 1615, como réplica a la obra de Avellaneda.
Fuentes e Influencias
Las fuentes e influencias de *El Quijote* están estrechamente relacionadas con la intención de la obra. Cervantes declaró que su propósito era escribir una invectiva contra los libros de caballerías, para «deshacer la autoridad y cabida que en el mundo y en el vulgo tienen los libros de caballerías». Para ello, tomó como fuente principal los propios libros de caballerías, como *Amadís de Gaula*, *Palmerín de Grecia* y *Tirante el Blanco*, con el fin de parodiarlos. Se ha especulado sobre la posible existencia de personajes reales que inspiraran a Don Quijote, pero el personaje es, en esencia, una figura intemporal y universal.
Otra posible fuente de inspiración es el *Entremés de los romances*, que presenta una dinámica similar a la de *El Quijote*, pero utilizando romances en lugar de novelas de caballerías.
Estructura Narrativa
El argumento de *El Quijote* se articula en torno a tres salidas: dos en la primera parte y una en la segunda. Cada salida sigue un esquema similar: partida, aventuras y regreso al hogar. Los personajes se van perfilando y definiendo a lo largo de la narración. La estructura es abierta, sin una trama propiamente dicha, sino una sucesión de episodios. Inicialmente, Cervantes concibió *El Quijote* como una novela corta, hasta la aventura del vizcaíno. A partir de ahí, se introducen narraciones secundarias que enriquecen la obra. Desde el punto de vista estructural, la segunda parte es más compacta y cohesionada.
Narrador y Punto de Vista
En *El Quijote* no hay un único punto de vista narrativo. Hasta la aventura del vizcaíno, el narrador es omnisciente. A partir de ese momento, Cervantes introduce la figura de un supuesto redactor, Cide Hamete Benengeli, que le permite distanciarse de la narración y acotar sus comentarios. Este recurso está justificado por el tono paródico de la obra, ya que en las novelas de caballerías también era habitual la presencia de un supuesto cronista.
La Parodia como Recurso Central
Con un fin paródico, Cervantes contrapone la realidad a las alucinaciones fantásticas de Don Quijote, quien interpreta el mundo según los libros de caballerías. Por ejemplo, confunde molinos de viento con gigantes, ventas con castillos y rebaños de ovejas con ejércitos. Cuando la evidencia de la realidad se impone, Don Quijote recurre a la excusa de los encantadores, que, según él, transforman la realidad para engañarlo. Al principio, la transformación de la realidad es un esfuerzo de Don Quijote, pero a medida que avanza la novela, los demás personajes le siguen la corriente, ya sea para ayudarle o para burlarse de él, especialmente en la segunda parte.
La Personalidad de Don Quijote
Don Quijote es un personaje monomaníaco, obsesionado con los libros de caballerías. Su vida monótona y gris le lleva a buscar una compensación en las novelas de caballerías (NDC). De los caballeros andantes, Don Quijote admira aquello de lo que él carece, hasta que cae en el desvarío. A medida que avanza la novela, el personaje de Don Quijote gana en profundidad, mostrándonos las complejidades del alma humana. A pesar de sus errores y locuras, el lector siente cariño por él, ya que es un personaje bondadoso y noble. Al final, la realidad termina por imponerse y Don Quijote recupera la cordura antes de morir.
La Personalidad de Sancho Panza
A menudo se ha considerado a Sancho Panza como la antítesis de Don Quijote, definiéndolo negativamente como ignorante, glotón y materialista. Sin embargo, Sancho es un personaje rico y complejo, dotado de sentido común y honradez. En muchos aspectos, Don Quijote y Sancho se contraponen, pero en otros se complementan. Al final de la novela, Sancho se contagia del idealismo de Don Quijote, en un proceso conocido como «quijotización» de Sancho.
Los Personajes Secundarios
En *El Quijote* aparecen numerosos personajes secundarios que representan a diferentes grupos sociales de la época. Estos personajes están retratados de forma realista, y cuanto más estrecha es su relación con la pareja protagonista, más perfilados están. En conjunto, los personajes secundarios ofrecen una visión crítica de la España del siglo XVII.
Lengua y Estilo
Según Cervantes, la obra debía ser escrita con un estilo sencillo y llano, pero esto es relativo. Un análisis detallado revela el uso de numerosas figuras retóricas. La lengua de los personajes contribuye a su caracterización. Cuando Don Quijote asume el papel de caballero andante, utiliza un lenguaje arcaico y artificioso. Fuera de ese rol, su lenguaje es más coloquial. En sus discursos, emplea un tono ciceroniano. El habla de Sancho se caracteriza por el uso abundante de refranes y la deformación de palabras, como «sobajada» en lugar de «sobarbada».
Intención e Interpretación
Cervantes afirmó que su intención era ridiculizar los libros de caballerías, y así lo entendieron sus contemporáneos. Sin embargo, con la llegada del Romanticismo, se empezó a interpretar *El Quijote* como una obra con un trasfondo simbólico de heroísmo, entrega y generosidad. Posteriormente, se identificó a la pareja protagonista como la representación del materialismo (Sancho) y el idealismo (Don Quijote). No obstante, lo verdaderamente novedoso y trascendente de *El Quijote* es el juego de perspectivas, la ironía y la simpatía con la que Cervantes retrata a sus personajes y la realidad que les rodea.