Luces de Bohemia: Una Inmersión en la España de 1920
4. La Realidad Política y Social
Luces de Bohemia se sitúa en el Madrid de 1920, una época convulsa y dramática para España. Valle-Inclán cuestiona los puntos más críticos de la realidad de su momento. Políticamente, este período marca el final del régimen de la Restauración (50 años). Cánovas del Castillo, artífice de esta política, defendía la monarquía como intrínseca a España, relegando la democracia. La Constitución de 1876 otorgaba amplios poderes al rey. El sistema político consistía en la alternancia pactada entre conservadores y liberales, con caciques rurales asegurando los resultados electorales. La corrupción era habitual, afectando desde políticos hasta rufianes, como se muestra con el Ministro de Gobernación y Don Latino.
Socialmente, el atraso de la sociedad española, salvo una minoría burguesa, se caracterizaba por la pobreza y el analfabetismo. El sistema productivo estaba atrasado, con el proletariado en condiciones deplorables y una vida rural aún peor. La inflación tras la Primera Guerra Mundial exacerbó las tensiones. Los trabajadores, influenciados por el anarquismo y el comunismo (impulsado por la Revolución Rusa de 1917), se enfrentaron a la negativa de las clases adineradas, resultando en huelgas y enfrentamientos. La ley de fugas permitía disparar a supuestos fugitivos, como ocurre con el anarquista catalán en la obra.
Luces de Bohemia critica el sistema político y la realidad social a través del esperpento.
5. Modernismo y Generación del 98
La crisis de fin de siglo (s. XIX) trajo cambios políticos, ideológicos y estéticos. El pensamiento cambió del objetivismo al subjetivismo, con la intuición como guía. Los artistas buscaban renovar el arte desde una mirada subjetiva, mostrando su percepción de la realidad. La literatura también buscó nuevos caminos: la renovación del arte con una postura antiburguesa y la recuperación de la belleza del lenguaje (Modernismo). Tras el «desastre» de 1898 (pérdida de Cuba y Filipinas), la Generación del 98 buscaba regenerar la vida pública española. Ambos movimientos buscaban un lenguaje claro, preciso y bello, con un espíritu de protesta y amor al arte. Los modernistas priorizaban la belleza, mientras que los noventayochistas buscaban la verdad.
Valle-Inclán, autor de obras modernistas (Sonatas) y noventayochistas, evolucionó tras la Primera Guerra Mundial hacia una crítica más social, utilizando el esperpento para reflejar la España de los años 20 y 30. Max Estrella simboliza esta evolución, del modernismo al compromiso social.
6. Max Estrella y Don Latino
Casi todos los personajes están esperpentizados, excepto el preso catalán y la madre del niño. Valle utiliza animalizaciones, aspectos chabacanos y cosificaciones para lograr este efecto. Los personajes, desclasados y unidos por la desidia, corrupción, egoísmo e incultura, se clasifican en:
- Arquetípicos: Representantes de un colectivo.
- Animales: Perros, gato, ratón.
- Representativos de grupos sociales: Reflejan la sociedad española, especialmente el habla madrileña.
Los personajes representan diversos niveles sociales:
- Poderosos y cómplices.
- Comerciantes.
- Pueblo.
- Marginados.
- Bohemios: Jóvenes poetas y vividores, como Max Estrella.
Max Estrella, basado en Alejandro Sawa, es un rebelde ciego y en la miseria. Denuncia con humor las situaciones insoportables. A lo largo de la obra, abandona su egocentrismo y se compromete social y políticamente, simbolizando la evolución de Valle-Inclán.
Don Latino, contrafigura de Max, es contradictorio y grotesco. Representa los rasgos esperpentizados. El lenguaje entre los personajes es rico y diverso, reflejando la oralidad.