Maravilla y realidad: Explorando el realismo mágico

El Realismo Mágico

El realismo mágico consiste en desdibujar las fronteras entre lo real y lo irreal, mezclando elementos reales con otros mágicos y extraordinarios que escapan a la razón. El guatemalteco Miguel Ángel Asturias con El señor presidente (1946) y el cubano Alejo Carpentier con El reino de este mundo (1949), son los precursores de esta corriente narrativa. Pero sería el colombiano Gabriel García Márquez (premio Nobel de Literatura) el auténtico artífice de esta corriente narrativa con una obra capital de la novela contemporánea: Cien años de soledad (1967).

Rasgos del Realismo Mágico

  1. Tratamiento
    1. Coexistencia o alternancia de lo mágico y lo real: Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la “normalidad”. Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero (por lo regular) nunca explicados.
    2. Presencia de lo sobrenatural, lo paranormal o lo onírico: Experiencias extrasensoriales como parte de la percepción de la realidad. Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias “sobrenaturales” o “fantásticas”. En Cien años de soledad, los poderes de Clara.
    3. Importancia del mito, la leyenda y el cuento popular: Se puede apreciar en el contenido de la novela, representaciones de mitos y leyendas que por lo general son latinoamericanas. En Cien años de soledad, Pedro García podía comunicarse con las hormigas.
    4. Polifonía o narración caleidoscópica: Contiene multiplicidad de narradores, con el fin de darle distintos puntos de vista a una misma idea y mayor complejidad al texto. En Cien años de soledad son:
      • Una compilación de escritos de Esteban Trueba, narrados en primera persona.
      • Las anotaciones en el diario de Clara, su esposa (“los cuadernos de anotar la vida”).
      • Las ediciones y anotaciones de su nieta Alba, tal y como se desprende del epílogo de la novela.
    5. Distorsión del tiempo: Encontramos tres posturas:
      • Tiempo cronológico lineal: Las acciones siguen el curso lógico del tiempo.
      • Ruptura de planos temporales: Mezcla de tiempo presente con tiempo pasado y tiempo futuro.
      • Tiempo estático o cíclico: El tiempo cronológico se detiene, es como si no trascendiera.
      En Cien años de soledad asistimos a la combinación de estas tres posturas, pues, la obra en su conjunto no es sino un amplio flash-back a partir de la voz de Alba, representante de la última de las cuatro generaciones de los Trueba-Del Valle.
    6. Preocupación estilística, visión “estética” de la vida que no excluye la experiencia de lo real: En Cien años de soledad, como el libro es una recopilación de escritos de diferentes autores, el punto de vista cambia frecuentemente sin previo aviso (narración en primera y tercera persona, monólogos, diálogos en estilo directo…). Es también un rasgo estilístico, cuando menos curioso, la mezcla de tonos y tratamientos: el drama, la denuncia, la sátira, el humor, la tragedia…
  2. Temas
    1. Diversidad de épocas históricas: La colonización española, la independencia de España en el siglo XIX y la tumultuosa vida política reciente. En Cien años de soledad el macrotiempo abarca casi 7 décadas.
    2. Mestizaje o criollismo: Tres culturas se hermanan o entran en conflicto aleatoriamente: la cultura española, la india y la africana. Esteban Trueba, en Cien años de soledad, se considera superior a los indígenas que trabajan sus tierras; sus prejuicios racistas provocarán la rebeldía de sus trabajadores o la venganza de sus bastardos.
    3. La omnipresencia de la muerte o las referencias al más allá: Una especie de sino fatal preside las historias hispanoamericanas. Las alusiones a personajes muertos, presencias fantasmales, espíritus, fuerzas misteriosas o esotéricas… El título de la novela La casa de los espíritus ya lo dice todo: Clara (la clarividente) y las hermanas Mora poseen la facultad de contactar con los muertos, sobre todo en la “casa de la esquina”, donde realizaban sesiones de espiritismo.
    4. Escenarios americanos sórdidos o deprimidos: En mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la pobreza y marginalidad social, espacios donde la concepción mágica, mítica, aún es vivida con normalidad. En Cien años de soledad Esteban Trueba se hace a sí mismo tras salir de la pobreza en que les había sumido a él y a su familia un padre pródigo muerto prematuramente.
  3. Personajes
    1. Copiosidad de personajes: Sagas familiares (los Buendía en Cien años de soledad, los Trueba en La casa de los espíritus…), novelas urbanas (La ciudad y los perros, El túnel) y ámbitos rurales (Crónica de una muerte anunciada). En Cien años de soledad más de 50 personajes de relieve pueblan sus páginas, aunque no está de más decir que Esteban Trueba y Clara del Valle parecen erigirse como sus auténticos protagonistas.
    2. Heterogeneidad de personajes: Todas las razas, todas las culturas, todos los arquetipos humanos se dan cita en la novela hispanoamericana (v.gr., El amor en los tiempos del cólera, Del amor y otros demonios). Los personajes presentes en las obras de esta corriente suelen tener viajes, no sólo de tipo físico, como los que sufren los personajes de las obras criollistas, por dar un ejemplo, sino que éstos cambian de espacios y tiempos desde sus pensamientos y su estado onírico, como ocurre en la novela polifónica de La casa de los espíritus.

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