Luces de Bohemia de Valle-Inclán: Esperpento, Modernismo y Generación del 98

Luces de Bohemia en su Contexto Histórico y Literario

Justificación de la Inclusión de Luces de Bohemia en la Etapa del Esperpento

La inclusión de Luces de Bohemia en el ciclo del esperpento se debe a que en la obra se ven reflejadas las vanguardias, la Generación del 98 y el Modernismo.

En primer lugar, los elementos vanguardistas en Luces de Bohemia son dos: una parte del subjetivismo propio de las vanguardias, que permitía profundizar en la realidad íntima de sus personajes, y por otra, la experimentación formal. El esperpento de Valle-Inclán se asemeja al movimiento expresionista alemán, que reducía los personajes a fantoches y utilizaba colores fuertes para provocar emociones en el espectador.
En segundo lugar, Luces de Bohemia se encuadra en la Generación del 98 por una serie de características que esta obra posee. La corrupción política y moral, la miseria, la incultura y la injusticia en España aparecen en toda la obra. En Luces de Bohemia aparece la vida cotidiana y miserable del protagonista y del pueblo de Madrid, contrastada con el lujo de los poderosos. Otra característica de la Generación del 98 que también aparece reflejada en el texto son las preocupaciones existenciales: Max muere de frío, pero también de angustia ante su vida miserable y sin sentido.
El cuidado del lenguaje, común al Modernismo y la Generación del 98, también aparece en Luces de Bohemia, donde Valle pretendía representar los tres géneros: el teatro en los diálogos, y la narrativa y la lírica en las acotaciones. En esta obra, las acotaciones pasan a ser fragmentos narrativos y líricos de gran intensidad y calidad literaria.
Por último, la gran variedad de personajes de distintas clases sociales y culturales permitía una gran variedad de diálogos.

A finales del siglo XIX, en toda Europa se producen una serie de cambios a nivel político, ideológico y estético, produciéndose la revalorización del subjetivismo frente al objetivismo de la literatura. Durante los primeros años del siglo XX se cuestiona el uso de la razón como medio para solucionar los problemas del ser humano y conocer la realidad. Así pues, entre los años 20 y 30 del siglo XX, en Europa se recurre a la intuición y al pensamiento racionalista. Los jóvenes artistas de principios del siglo tomaron como punto de partida la subjetiva mirada del autor sobre el mundo para representarlo en el arte y la literatura, ya que lo importante era mostrar cómo percibía el artista una determinada realidad. El subjetivismo se impuso como una nueva vía de experimentación. En Luces de Bohemia, Valle-Inclán denuncia la atrasada y miserable realidad de España en los años 20 a través del esperpento.

Respecto al contexto histórico y literario en España, la Restauración monárquica, el caciquismo y la derrota de la guerra de Cuba provocaron la reacción de los autores de la Generación del 98, que comenzaron una renovación de la literatura: los modernistas a través de la recuperación de la belleza formal, y los autores de la Generación del 98 a través de la regeneración de la vida pública a nivel cultural y político. Por último, Valle-Inclán es el primer dramaturgo español moderno que rompió con el teatro realista burgués, lo que lo alejará de los teatros comerciales, alejándose así del negocio de los escenarios.

Características del Esperpento y su Reflejo en Luces de Bohemia

Valle-Inclán distingue tres modos de ver el mundo artísticamente: de rodillas, de pie o levantado en el aire. Cuando se mira de rodillas, se considera a los personajes de una condición superior a la del autor; cuando se está de pie, los personajes están en las mismas condiciones que el autor; y cuando se mira levantado en el aire, se ve el mundo desde un plano superior, considerando a los personajes como seres inferiores al autor y con un punto de ironía. Valle-Inclán aporta el esperpento, un nuevo concepto que pretendía deformar los rasgos de los personajes y el entorno, exagerándolos y ridiculizándolos con la finalidad de hacer el retrato emocional de la sociedad española de su tiempo.

En Luces de Bohemia, Valle-Inclán desmonta a sus personajes para no ser héroes mediante varias operaciones esperpentizadoras. Utiliza la técnica de «desclasificar» para acentuar en todos los personajes de la obra, sean de la clase social que sean, la golfería, la ignorancia y la holgazanería. Otra técnica utilizada es la «deshumanización», para ello suprime a los personajes de razón, sentimientos y cultura, hasta transformarlos en títeres utilizando técnicas de «idiotizar», «animalizar» y «cosificar», o atribuir a cada personaje un objeto que lo caracterice. La sociedad, el gusto vulgar y chabacano, la falta de luz (elemento simbólico, ya que Valle nos quiere comunicar que la luz representa el entendimiento, la inteligencia)… Otros elementos esperpentizadores que utiliza Valle-Inclán en su obra son el humor, la ironía y el sarcasmo.

A diferencia del teatro realista burgués, donde el espectador no se podía ver reflejado con los personajes y las situaciones, el teatro de Valle-Inclán, mediante el uso de los recursos esperpentizadores, consigue que el espectador, en vez de identificarse con ella, le obligue a pensar y a juzgar lo que está viendo en el escenario.

Modernismo y Generación del 98 en Luces de Bohemia

El Modernismo y la Generación del 98 tienen en común la búsqueda de un lenguaje literario diferente, su espíritu de protesta y su profundo amor al arte. En cambio, los modernistas buscan la belleza del lenguaje, y los de la Generación del 98 buscan la verdad. La obra más importante de Valle-Inclán dentro del Modernismo son las Sonatas, cuatro novelas cortas cuyo protagonista es el Marqués de Bradomín. Estas novelas son el mejor ejemplo de prosa modernista en España. El Modernismo defendía una evasión de la sociedad burguesa hacia tiempos pasados y espacios de ensoñación. Pero a partir de su experiencia como corresponsal de guerra durante la Primera Guerra Mundial, se seguía oponiendo a la conservadora sociedad burguesa, pero desde posiciones muy críticas. Esto hizo que Valle-Inclán se aproximara a la ideología reformadora de la Generación del 98.

Valle-Inclán aportó el esperpento a la Generación del 98, y a partir de esta inclusión, todas sus obras, narrativas o teatrales, presentarán rasgos esperpentizadores. Con el esperpento, Valle reflejó y denunció la realidad miserable y deformada de la España de los años 20 y 30. Max Estrella, protagonista de Luces de Bohemia, podría llegar a representar la evolución del propio autor, de sus posturas modernistas hacia su inclusión en la Generación del 98. Max representará al intelectual comprometido con la regeneración de España, propia de la Generación del 98. Finalmente, Valle-Inclán evoluciona hacia ideologías como el socialismo y el comunismo, e incluso ingresa en el Partido Comunista.

Temas Principales en Luces de Bohemia

La literatura: uno de los rasgos característicos en Valle-Inclán es el culto a la literatura. En esta obra viene reflejada en citas, recuerdos, etc.
La bohemia como forma de vida: el bohemio, como Max, implica la miseria como consecuencia de su voluntaria decisión de vivir del arte, en este caso de la literatura. El bohemio frecuentará el mundo de la marginación social y reacciona contra el poder establecido.
El esperpento: también recurre al panorama social que hay en España y denuncia el hambre y la corrupción política, pero también ofrece soluciones para mejorar España.
La religión: expondrá una gama de ideas religiosas relacionadas con la época de Luces de Bohemia. Contrastan, por ejemplo, la religiosidad de Rubén Darío con el ateísmo de Max.
La muerte: aparece de forma a lo largo de toda la obra, desde la muerte de Max hasta la invitación al suicidio colectivo que se nos propone en la primera escena.
La ceguera de Max Estrella: la utiliza para caracterizar la extremosidad del personaje de Max.

Los Personajes: Max Estrella y Don Latino

Todos los personajes presentan rasgos esperpentizadores, exceptuando el anarquista catalán y la madre con el niño muerto en sus brazos. Valle-Inclán utilizará la técnica de «desplazar» al aspecto chabacano y «desclasificar» para esperpentizar a los personajes. Los personajes representan a un colectivo de un oficio en particular. Por otra parte, están los personajes animales, como el perro de Don Latino, y finalmente los personajes representativos de todos los grupos sociales, como los poderosos, los comerciantes, el pueblo, los marginados y los bohemios.

En cuanto a los protagonistas de Luces de Bohemia, son Max Estrella y Don Latino de Hispalis. Max Estrella es un rebelde, es ciego y tiene una mujer francesa y una hija, Claudinita. Padece atentados contra la inteligencia que se cometen en España y posee gran ingenio. Max es un auténtico personaje vivo, dinámico. Así, de una postura principalmente carlista, va sufriendo a lo largo de toda la obra un proceso de compromiso humano, social y político. Este proceso se inicia al conocer al preso catalán y termina con la madre del niño muerto. Max simboliza la evolución estética y política de Valle-Inclán. Don Latino es un personaje contradictorio, solo le interesa su propio beneficio y sablea a todo el que tiene por delante, incluso estafa a su amigo Max. Es un mentiroso, cobarde, tramposo y sumiso con las autoridades. En definitiva, Luces de Bohemia es un canto a la libertad, por eso los únicos héroes son el preso catalán y la madre del niño muerto; los demás personajes, de alguna manera, están esperpentizados.

Luces de Bohemia y la Realidad Política y Social

Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936) es uno de los autores más importantes de la literatura española. Nació en el seno de una familia hidalga, lo que condicionó su carácter y su actividad literaria. Llevó una vida bohemia y su apariencia era estrafalaria. Su vida se desarrolló entre Galicia, Madrid e Hispanoamérica. Además, fue periodista. Ideológicamente evolucionó desde una postura tradicionalista (carlismo) a una postura mucho más revolucionaria (progresista). Fue el mejor autor que supo encarnar el espíritu bohemio en un personaje, Max Estrella (Luces de Bohemia).

Los años 1920 y 1930 en España eran tiempos dramáticos y agitados. Algunos hechos históricos que favorecieron esta decadencia de España fueron la derrota de Cuba, la Semana Trágica de Barcelona, la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la alternancia pactada del partido conservador y liberal, la pobreza y la corrupción española, etc. Todo ello llevó a los intelectuales de la Generación del 98 a denunciar la situación de decadencia del país. Valle-Inclán se comprometió con los más débiles.

Luces de Bohemia fue publicada por primera vez en 1920 en la revista «España», pero en 1924 se publicó como libro, introduciendo la escena del anarquista catalán y la de la mujer gritando con su hijo muerto en brazos.

Finalmente, Luces de Bohemia fue estrenada en el año 1970 en el Teatro Principal de Valencia.