Los secretos de la mansión Grisard

Personajes

Isabelle: Es una muchacha de aspecto frágil y enfermizo, muy bonita y reservada, que vuelve a Beaufort después de estar cinco años fuera. Con una fortuna heredada, adquisición una mansión apartada del pueblo.

Maximilien Grillet: Es el gendarme de Beaufort. Es un chico joven y con ganas de contribuir a la multitud, pero no se le ve muy avispado. Está enamorado de Isabelle en misterio

Señorita Dubois: Es una vieja comadre del pueblo, con pasión de los chismorreos y muy ágil de cabeza. Es un personaje considerable en la historia porque asiste para Max con la situacion.

Otras comadres: Las otras vecinas cotillas que se llenan de agrupar y esparcir comentarios son la señora Buquet, mujer del alcalde, la señora Chancel, mujer del notario, la señora Bonnard y la señora Lavaine.

Mijaíl: Es el criado de Isabelle. Su fachada es imponente, prominente y grande, con el pelo blanco e incapaz de pronunciar palabra.

Jerôme Bonnard y otros niños: Los chiquillos del pueblo son intrépidos y juegan un papel importante en la novela porque ellos mismos se ofrecen, en una ocasión, arreglar el secreto.

Philippe de Latour: Es el hijo de un marqués del que se enamoró Isabelle. Se le cree muerto.

Capítulo 1

La señora Bonnard va esparciendo el rumor de que la señorita Isabelle volvió a Beaufort y enseña, además, que se vio cubierta en un lío amoroso muy extravagante. Isabelle era una huérfana que el cura de la región acogió en su casa en calidad de criada. Ella tenía un trabajo de lavandera y hacía otros pequeños recados para el párroco. Cuando se enamoró de Philippe de Latour, se escapó con él y se la relacionó con el robo de un medallón. Se ve impropio de Isabelle, pero los cotilleos en un pueblo pequeño no perdonan a nadie. La señora Bonnard y su compinche, la señorita Lavoine, están a Isabelle en la notaría y esta les dice que ha comprado una propiedad alejada. Más adelante, la multitud comienza a acostumbrarse a la existencia de Mijaíl, el criado de la señorita Isabelle, más allá de ser un hombre muy peculiar. Ella no se aproxima a los oficios religiosos.

Capítulo 2

El grupo de las comadres escoge realizar una visita a Isabelle en la mansión Grisard, así que cada una transporta un obsequio de bienvenida y se detallan sin comunicar. Isabelle las recibe a regañadientes y las invita a pasar, pero próximamente caen en la cuenta que la joven vive austeramente, sin muebles ni ocasión de prestar taburete a cinco visitantes. Las mujeres, ofendidas, se retiran de la vivienda y vuelven al pueblo, salvo Lavoine y Dubais, debido a que la primera perdió un chal por los alrededores de la vivienda y se queda a buscarlo. Solo ellas dos escuchan un alarido terrorífico.

Capítulo 3

Las señoras le cuentan al gendarme lo que han escuchado y le piden que vaya a investigar la mansión Grisard, ya que quizás Mijaíl logró daño a su señora de alguna forma. Max ingresa a contemplar a Isabelle y le enseña lo que le contaron las señoras. Isabelle inventa una explicación muy tontorrona: dice que a Mijaíl se le cayó una utilidad en el pie y que gritó. Max le resta consideración, pero se preocupa por su fachada, que es muy poco saludable. Isabelle se define como una hija de la noche, más proclive a reposar por el día y vivir en la nocturnidad. Max se despide de ella y le pide que se protega.

Capítulo 4

Max quiere encontrar más información sobre Isabelle y para eso va a comentar con el cura para el que antes trabajaba, pero este se expone muy hostil con el gendarme y no quiere contemplar nada sobre la muchacha. Es también en este exacto instante cuando un granjero solicita la presencia del gendarme para enseñarle el estado de su vaca. El animal está muerto en el establo, pero, ocasionalmente, sin algo de sangre en el cuerpo y la marca de dos orificios a la altura del cuello. El hijo pequeño del granjero propagará el rumor y la verdad es que en breve la novedad se corre por el pueblo.

Capítulo 5

El granjero recibe un giro postal con dinero muy para adquirir tres vacas de un benefactor anónimo. Hasta el día de hoy, el pueblo está agitado y los hombres deciden realizar una batida por parejas para buscar a la criatura que ha secado a la vaca. A Max le toca la región donde está la vivienda de Isabelle y le dice lo que pasó. El chico que le acompaña es Jerôme y piensa que la mansión Grisard oculta algo, así que piensa volver.

Capítulo 6

Llega un médico a Beaufort que va a contemplar a la señorita Isabelle, pero, por alguna razón, a la mañana siguiente vuelve a París a toda prisa. Max quiere entrar en contacto con él y escoge que también irá a París para hallar más información.

Capítulo 7

En París, Max contacta con un detective privado al que conoce por haber hecho un cursillo de criminología con él. El detective dice que se ocupará del caso: buscará información sobre ese doctor y sobre Isabelle. Mientras la diligencia de Max vuelve, Jerôme se aproxima durante la noche a la mansión Grisard. En el sótano, a través de un ventanuco, ve a Isabelle y a Mijaíl, este con un cuchillo lleno de sangre. Antes de que lo pillen, el chico sale corriendo y se asegura cubrir todos los secretos de esa casa.

Capítulo 8

Las indagaciones sobre la vaca muerta siguen su curso y un primo del notario envía información: según las consultas que logró, hay ejemplares de murciélagos hematófagos que, acertadamente, se alimentan de la sangre de sus presas. Hasta el día de hoy, Jerôme prepara otra incursión en la mansión Grisard con dos amigos, el pequeño Armand y Maurice, el hijo del granjero cuya vaca apareció muerta. Isabelle se deja ver por el pueblo porque Mijaíl está con gripe y requiere realizar la adquisición

Capítulo 9

Una carta del detective desde Frankfurt llega a Max. Allí se afirma que el hijo del marqués de Latour está muerto. El detective adjunta una factura que no puede abonar, así que Max le pide que deje la situacion. Hasta el día de hoy, los chiquillos se aproximan a la mansión para ver qué pasa en su sótano. Armand distrae a Isabelle rompiendo un cristal de la vivienda y Jerôme se cuela en el sótano. Aunque no ve nada, cree sentir una respiración pesada. Antes de que Isabelle los pille, los tres tipos van corriendo. Jerôme y Maurice se caen por un terraplén, en tanto que Armand es atacado por una criatura con ojos rojos.

Capítulo 10

Agradecidamente, el niño no muere en el ataque; sencillamente se queda en estado de shock. El doctor del pueblo sugiere reposo y después le confiesa a Max que es un caso extraño. Jerôme tiene una pierna rota, pero nada serio. Max sabe que los niños estaban realizando algo que ellos consideraban riesgoso, así que le sonsaca a Jerôme la información que necesita.

Capítulo 11

Con el ataque del niño, el pueblo quiere una segunda batida y deciden buscar de hecho dentro de las viviendas, debido a que el murciélago habita en rincones oscuros y alguno podría albergarlo sin saberlo. Exploran el sótano de Isabelle sin hallar nada en especial. Jerôme se asegura, en relación consiga volver como estaba, contemplar el secreto que dejó en la cama a su amigo.

Capítulo 12

Este es un capítulo de colosal acción. Por un lado, llega un nuevo forastero a Beaufort: un tal Danegham, un inglés. Mijaíl lo está aguardando, pero se hace tarde y Max le pide que se vaya a garantizar de Isabelle, que él tiene como función aguardar al invitado y conducirlo a la posada del pueblo en relación llegue. El pequeño Jerôme, que vió que Mijaíl está en el pueblo, se escoge a continuar a la mansión Grisard utilizando que Isabelle está sola. Max ha recibido otra carta, en esta ocasión desde Polonia, del detective, pero no la abre todavía. En un instante particular, el padre de Jerôme comunica la desaparición de su pequeño y los dos corren hacia el bosque. Allí ven algo terrible: Mijaíl carga con el cuerpo inconsciente del chiquillo, como si lo hubiera atacado, y el padre del jóven se regresa loco, pero Max consigue omitir que le dispare. Vuelven al pueblo, Max para dudar en la investigación y el padre de Jerôme para reclutar otros hombres para ir detrás de Mijaíl. En eso, Max recuerda la carta del detective y la lee. Saca una conclusión precipitada y pasa que Philippe de Latour está vivo. Consigue un caballo para continuar a casa de Isabelle antes que la turba del pueblo.

Capítulo 13

Acertadamente, Philippe de Latour sigue vivo. Es un vampiro que consume sangre humana, pero Isabelle está realizando un colosal esfuerzo para revivir su parte humana. Danegham es un inglés aventurero y explorador que conoce a estas criaturas. No piensa que haya configuraciones para Philippe, pero Isabelle le enseña cómo Philippe puede comentar y es consciente de su situación, aunque algunas oportunidades se transforma en una bestia. El pequeño Jerôme está en una de las habitaciones, inconsciente, pero fuera de deber. Max les dice a Isabelle y Mijaíl que tienen que huír antes de que los hombres de Beaufort vayan a por ellos.

Capítulo 14

Isabelle y Philippe alcanzan huír en el caballo debido a que Mijaíl se queda a pelear con los hombres que van detrás de ellos. Max también consigue calmar a la multitud que se ha desplazado hasta la vivienda, pero no puede omitir que quemen la vieja mansión Grisard.

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