La literatura del siglo XVIII
La Ilustración es un movimiento que surge en Francia. A España llegó años más tarde, durante el reinado de Carlos III, en forma de literatura útil, práctica y que sirviese para educar al pueblo.
Se distinguen dos variantes de acuerdo a la época:
- Primera mitad del siglo XVIII -> La principal obra fue el ensayo como una expresión de las ideas ilustradas… “Poética” de Luzán
- Segunda mitad del siglo XVIII -> Surgió el Neoclasicismo en una época de transición. Viéndose un decoro, destacan composiciones de poesía filosófica, didáctica y tragedia.
Como características principales, hay que nombrar el buen gusto, la utilidad y reglas que buscaban el equilibrio y sencillez. Sin embargo también se aprecia un sentimentalismo como una forma de Prerromanticismo.
El ensayo está caracterizado por una intención didáctica y donde la opinión es el aspecto clave. En estas obras de carácter reflexivo, el yo proyectado del autor crea un marco de ficción. Se consideran los creadores de eta género Montaigne y Bacon. No obstante, dentro de la época tuvieron una gran influencia los escritos de Feijoo donde se criticaban diversos aspectos de la sociedad, Cadalso y las Cartas Marruecas, y los discursos de Jovellanos.
El teatro, junto con el ensayo fue el género más importante de este periodo puesto que era el género preferido del pueblo y donde más fácilmente se podía educar, prevaleciendo el deleite y la enseñanza.
El Teatro Neoclásico buscaba claridad y naturalidad en sus obras, con el fin de imitar las acciones humanas. Por ello y de acuerdo a esta verosimilitud, se respetó la regla “de las 3 unidades” (unidad espacial, temporal y de acción) atendiendo al decoro y se respetaban las realidades de los personajes. Asimismo, el número de personajes no podía exceder de los 8-10, y nunca podía haber más de 3-4 al mismo tiempo en escena.
Dentro del teatro neoclásico, hay variantes:
- Tragedia Neoclásica à Está escrita en verso y tenía finalidad didáctica. Su principal mensaje era la pasión (Moratín).
- Comedia neoclásica à Se asentó en España y se caracterizaba por ridicularizar los vicios de la sociedad. Destaca la razón y el buen sentido (Moratín y Iriarte).
- Comedia sentimental à Destaca por sus virtudes como la sensibilidad, la humanidad, la laboriosidad o la honradez (El delincuente honrado de Jovellanos).
TEMA 2 – El romanticismo literario del siglo XIX
El Romanticismo es un movimiento que rompe con los esquemas establecidos en el Neoclasicismo, defendiendo la fantasía, la imaginación y la pasión, frente al racionalismo anterior. Se inició en Alemania y pronto se extendió por toda Europa; sin embargo, su llegada a España fue tardía y breve.
En la prosa destaca la novela, con dos subgéneros:
- La novela histórica, que se desarrolla a imitación de Walter Scott (escritor de Ivanhoe). Los argumentos se extraen de la Historia nacional, y giran en torno a un héroe y su lucha contra el destino. Por ello, estaban inspiradas en la época medieval y eran comunes las leyendas (Espronceda, Larra y Carrasco).
- La novela social (o de folletín), toma como modelo al francés Eugenio Sue, plantea problemas sociales con un tono melodramático, y es publicada a través de periódicos.
No obstante, otra variante que fue adquiriendo gran importancia gracias a los periódicos y las revistas fue el costumbrismo. El fin de estos escritos era reflejar los distintos aspectos de la sociedad, centrándose los autores en la clase media y firmando con seudónimos para evitar ser reconocidos.
En el costumbrismo destaca Larra con sus composiciones:
- Artículos de costumbres à Analiza de forma crítica la sociedad, sobretodo valores y usos sociales.
- Artículos políticos à Refleja una ideología liberal, tratando temas como la censura y la libertad de expresión.
- Artículos de crítica literaria à Critica las formas de las obras teatrales.
Los poetas románticos componen su poesía en medio de un arrebato de sentimientos, plasmando en versos todo cuanto sienten o piensan, mediante métricas vulgares, prosaicas y de gran diversidad. Los principales temas son:
- La propia intimidad, con sentimientos rebeldes, liberales y angustia existencial.
- El amor pasional y el destino.
- Temas históricos y legendarios, donde se cuestiona la existencia de Dios.
- La sociedad moderna, luchando contra la injusticia (sobretodo marginados).
Dos de los autores más destacados son: José de Espronceda, con obras como El Estudiante de Salamanca, y Gustavo Adolfo Bécquer, autor de un Romanticismo más tardío, que escribió Leyendas y Rimas, que eran 79 poemas breves.
El teatro del Romanticismo comienza a triunfar con el estreno de D. Álvaro o la Fuerza del sino, del Duque de Rivas. Otro autor importante fue Zorrilla, que escribió Don Juan Tenorio. Es un teatro sin normas, con libertad en muchos aspectos:
- Temática: temas legendarios, aventureros, histórico-nacionales… con el amor y la libertad como estandarte. No buscan enseñar, sino conmover.
- Personajes: El número de personajes aumenta. El héroe masculino suele ser misterioso y valiente. La heroína es inocente y fiel. Ambos están marcados por un destino fatal.
- Estructura: La regla de las tres unidades desaparece. Se mezclan prosa y verso, así como tragedia y comedia.
- Escenarios: Cementerios y ruinas. La naturaleza se muestra acorde con los sentimientos y estados de ánimo de los personajes.
TEMA 3 – NoveIa realista y naturalista del siglo XIX
El Realismo es un movimiento contrario al Romanticismo: los realistas pretenden testimoniar documentalmente la sociedad de la época y los ambientes más cercanos al escritor, en oposición a la estética del Romanticismo. Llega a España con retraso, por lo que convive varios años con el Romanticismo. Se termina de asentar gracias a la revolución de La Gloriosa, en 1868, y la primera obra puramente realista fue La Fontana de Oro (1870) de Benito Pérez Galdós.
Otro movimiento paralelo fue el Naturalismo, que va un paso más allá que el Realismo, y presenta al ser humano sin libertad, determinado por la herencia genética y el medio en que vive. Comienza con la novela La desheredada, escrita también por Benito Pérez Galdós.
Los realistas consideran la novela como el género más adecuado para reflejar la sociedad de manera objetiva. La componen de tal forma que sea verosímil (mediante una descripción y observación precisa de la realidad), prestando atención al detalle. Los temas y personajes están extraídos de la realidad, y son generalmente burgueses; el registro utilizado se ajusta a su clase social. Finalmente, al igual que en neoclasicismo, la novela tiene una intención moral.
La novela realista española surge por la influencia de autores extranjeros, especialmente franceses (como Gustave Flaubert y Stendhal con Rojo y negro), ingleses (como Charles Dickens, escritor de Oliver Twist y David Copperfield, entre otras obras) y rusos (Tolstoiy su Guerra y paz y Dostoyevski con Crimen y castigo). Durante el proceso de transición del Romanticismo, el Realismo estuvo representado en España por autores como Fernán Caballero (La Gaviota), o Juan Valera (autor de Pepita Jiménez).
El autor más representativo de la época fue Benito Pérez Galdós, un canario que pasó la mayor parte de su vida en Madrid, donde se dedicó a la literatura, a la política y al periodismo. Escribió artículos de costumbres y teatro, sin embargo, mayor importancia tuvieron sus 80 novelas, de las cuales podemos distinguir tres etapas: novelas de tesis sobre temas políticos y sociales, novelas contemporáneas de carácter costumbrista en las que refleja el Madrid de la época, y novelas de temas espirituales y morales. Además escribe 46 novelas históricas llamadas Episodios Nacionales.
Otro gran autor fue Leopoldo Alas “Clarín”, natural de Zamora pero que se consideraba asturiano. Fue un novelista crítico, y sus principales obras La Regenta.
Emilia Pardo Bazánfue una autora gallega de técnica naturalista. Dedica sus novelas al proletariado urbano, al pueblo, al mundo rural y a la ciudad. Sus novelas más emblemáticas son Los pazos de Ulloa y La tribuna.
TEMA 4 – El modernismo y la Generación del 98
El Modernismo surgió a finales del s. XIX en Hispanoamérica, con influencias del parnasianismo y simbolismo franceses, y más tarde se expandió por Europa. Su principal representante fue Rubén Darío. Se creó con la intención de renovar la situación social y política, así como las tendencias artísticas del momento, es decir, Realismo y Naturalismo. En un principio el término “modernista” tuvo carácter despectivo ya que era utilizado por aquellos que se oponían a las novedades, pero con el tiempo pasó a designar, sin ninguna connotación negativa, a los cultivadores de esta nueva tendencia.
Sus principales características son:
- La huida de lo cotidiano y la búsqueda de la belleza formal.
- Lenguaje y estilo propios: Se utilizaban muchas metáforas e imágenes y se simplifica la sintaxis.
- Sentimientos de bohemia, rebeldía y desprecio hacia la burguesía, a pesar de que algunas obras tienen un aire aristocrático (como las sonatas)
- Prestaban especial atención a lo raro, lo singular y lo especial.
- La manifestación de esta corriente es principalmente poética, aunque se cultiva también prosa y teatro.
Hay tres principales líneas temáticas:
- Línea escapista: los modernistas se evadían de la realidad en el espacio (a mundos exóticos) y en el tiempo (a épocas medievales, renacentistas, clásicas…)
- Línea intimista: Se refugiaban en el mundo interior, mostrando su malestar con pena y nostalgia.
- Contraste entre amor refinado y erotismo sensual.
Los máximos representantes del modernismo fueron Rubén Darío y Valle-Inclán.
Rubén Darío se caracteriza por la utilización de un lenguaje poético que busca la belleza estética. Publicó numerosas obras como Azul que marcó el comienzo de la nueva escuela poética o Cantos de Vida y Esperanza, su obra más reconocida y valorada.
Ramón del Valle-Inclán se centró en el drama y en la novela. En cuanto a sus novelas, destacan: Sonatas y Tirano Banderas. Además escribió obras teatrales como Luces de bohemia, en que utiliza la técnica del esperpento.
El término Generación del 98 apareció por primera vez en 1913 en un estudio publicado por Azorín. Fue un grupo de autores que, tras el desastre del 98, año en que se perdieron las últimas colonias americanas, y que trajo consigo una situación de crisis en todos los ámbitos de la sociedad española, surgieron defendiendo la necesidad de cambio y regeneración del país. Algunos de ellos fueron: Pío Baroja, Miguel de Unamuno y Azorín, que formaban el “grupo de los tres”, sin embargo también colaboraron con Valle-Inclán y Antonio Machado.
La Generación del 98 supuso un movimiento exclusivamente español, que convivió con el modernismo. Existe la opinión de que no hay diferencia entre ambos movimientos, sin embargo, se clasifica como dos movimientos.
Los géneros preferidos fueron el ensayo y la novela. En cuanto al estilo, tuvieron un deseo de renovación estética, por lo que utilizaron palabras castizas y en desuso, con todos subjetivos. Finalmente, los temas giraron en torno al amor y dolor por la patria. Para ello, describen sus pueblos, paisajes y cultura, profundizando en su “intrahistoria”. Además, tratan también problemas existenciales como el sentido de la vida y la muerte.
Azorín fue novelista y ensayista, sin embargo tuvo mayor repercusión como crítico literario. Escribió ensayos como La ruta de Don Quijote o Los pueblos.
Pío Baroja escribe novelas independientes como: Camino de perfección, y trilogías como: Zalacaín el aventurero y El árbol de la ciencia.
Miguel de Unamuno centra su obra en temas filosóficos como la búsqueda de la verdad del ser humano. Escribe ensayos (Del sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo), novelas con una estructura propia llamada nivola (como Niebla), poesías (El Cristo de Velázquez) y algunas obras teatrales.
Por último, Antonio Machado fue el poeta más representativo de la generación. Su obra se divide en tres etapas: Etapa modernista (Soledades y Soledades, galerías y otros poemas), Castilla (Campos de Castilla) y poesía final (Nuevas canciones y La Guerra).
TEMA 5 – El novecentismo y las vanguardias
El novecentismo era una generación europeísta con una tendencia cosmopolita, con una unificación de las modas, la música y las formas sociales en Europa y con una sólida formación intelectual. Esta generación busca la belleza a través de la inteligencia y se caracteriza por sus trabajos universitarios, el conocimiento y la práctica de las lenguas extranjeras, la riqueza lingüística y el aprovechamiento de la musicalidad. Los géneros más cultivados fueron el teatro, la poesía y la novela, aunque el ensayo se hizo resaltar con Ortega y Gasset.
José Ortega y Gasset escribió obras filosóficas como La rebelión de las masas y La deshumanización del arte. Este autor incitaba una lucha intelectual, política y creativa. Gabriel Miró escribió Las cerezas del cementerio. Ramón Pérez de Ayala realizó una serie de novelas, clasificadas en tres etapas: Etapa autobiográfica (A.M.D.G.). De la etapa de transición, destaca la trilogía Prometeo. Durante su tercera etapa habló sobre el lenguaje, el amor y el honor.
Paralelo a este movimiento, aunque un poco más tarde, surgió el Vanguardismo que tenía características comunes a otros movimientos como el futurismo (admiración por el progreso), el cubismo, el dadaísmo y el surrealismo.
En Europa, las principales corrientes fueron:
- Futurismo à El futurismo se declara antirromántico, militarista y rechaza la influencia de la herencia pasada. Admira el riesgo y la rebeldía junto a avances modernos.
- Cubismo à Rompe con la noción tradicional de la perspectiva, yuxtapone planos y representa formas geométricas.
- Dadaísmo à Su primer manifiesto expone un carácter provocador y una negación total del arte y de las cultas anteriores, acabando con la lógica y la memoria.
- Surrealismo à La liberación del lenguaje da entrada a una poesía más humanizada y preocupada por temas existenciales.
- Expresionismo à Junto con el cubismo, proviene de la pintura. Insiste en el poder irracional y utiliza imágenes violentas en las que deforma la realidad para representar la angustia, el miedo, la opresión, la masificación y la deshumanización.
En España las principales corrientes fueron el ultraísmo (la imagen y la metáfora tienen gran importancia), el creacionismo (movimiento en el que el arte no debe imitar la realidad, sino crear su propia realidad, donde destacad Gerardo Diego), y el Surrealismo.
Ramón Gómez de la Serna creó la greguería (mezcla de humor y metáfora). Esto junto con los ambientes madrileños dio lugar a novelas como El torero Caracho.
Juan Ramón Jiménez destaca como autor poético. Su obra se divide en varias etapas, las obras de la primera etapa fueron Nubes y Arias. La segunda etapa es una poesía pura durante la cual publica libros como Diario de un poeta recién casado. Después, poesía desnuda, con obras como Eternidades. En tercer lugar, poesía de plenitud, a la que pertenece Animal de fondo. Por último escribe una prosa poética que será su obra más identificativa: Platero y yo.