El Siglo XVII: Crisis y Barroco
El Barroco es un movimiento cultural que ocupa el siglo XVII. En un principio, fue un desarrollo natural del Renacimiento que poco a poco adquirió rasgos peculiares. El siglo XVII es una época de inquietud, de inestabilidad y crisis del hombre y de la sociedad española, consecuencia de una serie de hechos políticos, económicos y sociales.
Crisis Social y Política
Con la consolidación de la monarquía absoluta, que impone su autoridad y ahoga todo intento de oposición y crítica. La revitalización de la nobleza aumenta su patrimonio y privilegios, y el empobrecimiento y la miseria del pueblo llano.
Decadencia de España
Cuya percepción se acentúa a medida que avanza el siglo. Mientras que la monarquía española extiende sus dominios por el mundo, aumentan las calamidades: la bancarrota económica, la despoblación y la sangría humana en los campos de batalla de Europa.
Triunfo del Espíritu de la Contrarreforma
Surgió de los postulados del Concilio de Trento, que supone una vuelta a la religión tradicional. Proliferan ahora los milagros, las leyendas y tradiciones piadosas, etc., y la radicalización de la intolerancia racial y religiosa con la persecución de los sospechosos de no ser cristianos viejos. Se expulsa a los moriscos en 1609 y a cualquier persona que se dedicara a los negocios, demostrara curiosidad intelectual o criticara la situación social y política.
Estado de Ánimo Barroco: El Desengaño
Ante este estado de cosas, algunos escritores se someten al orden político-religioso oficial como propagandistas del absolutismo, de la religión ortodoxa y de los temas del honor y la limpieza de sangre, como ocurre con Lope de Vega y Calderón. Otros chocan con el mundo que les rodea y se resumen en el desencanto y el pesimismo. Este desengaño se concreta en algunos temas tópicos que se repiten profundamente en la literatura barroca:
La visión negativa del mundo y de la vida, que se expresa con una serie de recursos:
- El mundo es un caos, un desorden y un laberinto en el que los seres humanos nos encontramos perdidos y desorientados, sometidos a los vaivenes de la fortuna.
- El mundo es una feria, teatro o mercado en el que todo se compra y se vende.
- La vida es un sueño, pura apariencia, una ilusión, de modo que en ella se confunden los límites entre la realidad y la irrealidad, entre lo verdadero y lo falso, entre el ser y el parecer.
- El mundo está lleno de engaños a los ojos que nos hacen ver las cosas no como son.
Desconfianza ante el hombre, que se encuentra perdido en un mundo hostil, en lucha consigo mismo. El hombre es un lobo para el hombre, pues su crueldad supera la de las mismas fieras.
La preocupación por el tiempo y la muerte. La vida es breve, pasajera, un tránsito inexorable hacia la muerte, ante la cual solo cabe la resignación o una rebeldía inútil. Según Quevedo, «vivir es caminar breve jornada».
Para la reflexión sobre la muerte, el paso del tiempo, la fugacidad de la vida y la vanidad de lo terreno, se nos ocurren ciertas metáforas:
- El tema de la cuna y la sepultura: la visión de la vida entre los pañales y la mortaja, símbolos con los que se resalta el tránsito fugaz.
- La identificación de la vida breve del hombre con la de las flores.
- La comparación del ciclo de la vida humana con las estaciones del año.
- El tema de las ruinas.
La Novedad del Estilo Barroco
Frente a la naturalidad del estilo renacentista, la nota característica del lenguaje barroco es la artificiosidad y la exageración, que se traduce en un estilo exuberante y adornado (gongorismo o culteranismo) o en una expresión concisa y lacónica (conceptismo).
El Gongorismo y el Culteranismo
Luis de Góngora es el creador de un mundo poético bello e ideal, alejado de la realidad cotidiana. Lo llamativo y extremoso en él es la forma, los artificios decorativos que recargan y embellecen un estilo muy personal, el gongorino, y que los imitadores de Góngora llevaron a una exageración pedante y ridícula conocida como el culteranismo. Sus características incluyen:
- Abundantes adjetivos y epítetos.
- Gran cantidad de metáforas.
- Latinismos sintácticos.
- Cultismos.
- Mitología clásica.
El Conceptismo
Lo barroco no está en la forma, sino en el contenido, en la condensación de los conceptos que lo convierte en un lenguaje riquísimo, complejo y difícil, en el que se exprime el significado de las palabras. Este ingenioso afán de concisión, que expresa «lo bueno, si breve, dos veces bueno», se pone al servicio de una visión barroca.
Vida y Personalidad de Góngora
Nació en Córdoba. Tras estudiar en Salamanca, fue nombrado racionero de la catedral de Córdoba, lo que le obligó a tomar órdenes mayores, quizás sin demasiada vocación. Tras viajar por diversas ciudades, se estableció en Madrid en 1617 y fue nombrado capellán del rey, lo que le obligó a ordenarse sacerdote. Góngora era de carácter agrio y malhumorado, de un talante mordaz y ayudante crítico, un tanto soberbio y despectivo, y propenso a la envidia y el recelo.
Su Trayectoria Poética
Tradicionalmente se ha advertido una doble vertiente en la poesía de Góngora que correspondía con dos etapas sucesivas de su vida y con dos aspectos radicalmente opuestos de la actividad poética: príncipe de la luz y príncipe de las tinieblas. Sin embargo, en la actualidad se considera que Góngora es un escritor barroco que, en su búsqueda de un estilo original, sigue un proceso de intensificación y acumulación de recursos cultos que ya están en sus primeros poemas. Además, alterna dos enfoques poéticos: la creación de un mundo ideal y el acercamiento a la realidad.
Su producción poética se puede clasificar en dos grupos:
- Poemas menores: letrillas, romances y sonetos, en los que se alternan enfoques delicados y líricos.
- Poemas mayores: más extensos y escritos en su madurez.
La Fábula de Polifemo y Galatea trata un tema clásico del amor imposible entre el cíclope y la ninfa. En las Soledades, que quedó incompleto, Góngora quiso describir las cuatro edades del hombre.
La Valoración de su Poesía
Su personalidad y su actividad poética le granjearon a Góngora encarnizados enemigos, entre ellos Lope y Quevedo, con los que sostuvo agrias polémicas que van desde lo literario al insulto personal. Pero también tuvo admiradores e imitadores fervorosos que darían lugar al estilo culterano. La crítica valoró siempre de forma positiva la poesía de inspiración popular y la de carácter satírico y burlesco.
Una Biografía de Quevedo
Nació en Madrid. Su origen noble y su educación cortesana adelantaron su afición a las intrigas cortesanas, su orgullo de castellano viejo y sus aires de nobleza. En 1613 marchó a Italia con el duque de Osuna, virrey de Nápoles, donde participó en intrigas y conspiraciones políticas. En 1639, quizás sospechoso de espionaje o traición, fue encarcelado y permaneció en prisión cuatro años sin que formulasen ningún cargo contra él.
Una Personalidad Barroca
Fue un hombre de vastísima cultura, adquirida por medio de un insaciable afán de lectura, y un políglota que dominaba varias lenguas modernas y era un experto conocedor de las clásicas. Quevedo es el modelo perfecto de hombre barroco:
- Critica cruelmente a la sociedad y al poder.
- Vive la vida frenéticamente.
- Es un misógino que desprecia a la mujer como encarnación de la falsedad y la hipocresía.
- En Quevedo hay un talante aparentemente alegre y desenfadado.
Su Obra Poética
Además de numerosas obras en prosa, su poesía es variada y abundante. Sus poemas, publicados póstumamente con el título de Parnaso español, muestran dos vertientes de la personalidad de Quevedo:
- El lírico grave, de gran hondura de sentimiento, que expresa su visión noble y delicada del amor.
- El poeta satírico y burlesco, que dedica su espíritu mordaz a la sátira personal.
Una Vida Agitada: Lope de Vega
Nació en Madrid, hijo de artesanos, aunque tuvo pretensiones de hidalguía que le valieron las burlas. Tras participar en una expedición a las Azores, se enamoró de Elena Osorio, mujer casada, hija de un hombre de teatro, a la que cantó apasionadamente. Pero pronto violó el destierro para raptar a doña Isabel de Urbina, mujer noble con la que se casó posteriormente. En 1595 regresó a Madrid y se casó con Juana de Guardo, mujer de escaso atractivo, aunque con buena dote. En 1613 murió su mujer y Lope, en una crisis de arrepentimiento, se ordenó sacerdote al año siguiente.
El Cambio de Mentalidades: Del Medievo al Renacimiento
Durante el otoño de la Edad Media se ha ido produciendo un cambio de mentalidades que triunfa en el Renacimiento italiano. A la religiosidad medieval, que hacía que la vida girase en torno al amor y al temor de Dios, sucede una actitud antropocéntrica según la cual el hombre es la medida de todas las cosas.
- La fe y la creencia en los dogmas deja paso a la autoridad de la razón y la curiosidad y el espíritu crítico, que serán la base de la ciencia moderna y de los grandes descubrimientos geográficos.
- El colectivismo y anonimato de la Edad Media va siendo suplantado por el individualismo que exalta al hombre y sus obras. Se valora la fama, el éxito y la actividad social o política, y se estimula la propiedad intelectual y artística.
- La devoción y la mortificación conviven con el vitalismo y la secularización de la vida. El mundo deja de ser una cárcel o un valle de lágrimas para convertirse en algo que merece vivirse, de manera que al pueblo le gustan las fiestas, romerías y celebraciones.
- Se produce una separación entre la religión y la vida mundana, que lleva consigo la exaltación del amor humano y la admiración del arte pagano.
La Nueva Poesía Renacentista
La revolución temática y formal de la poesía renacentista del siglo XVI no es una continuación natural de las tendencias clasicistas iniciadas en el siglo XV, sino que fue introducida de nuevo por Boscán y Garcilaso. El amor platónico, la naturaleza y la mitología clásica son manifestaciones de esta nueva visión de la poesía.
Los Nuevos Temas
De la filosofía neoplatónica y del poeta Francesco Petrarca procede la nueva concepción del amor. Se trata de un amor espiritual, visto como fuente de vida y un camino de perfección que embellece y dignifica al enamorado al contemplar la belleza física y la perfección moral de la mujer amada. Este amor espiritual es la base de la gran poesía del Renacimiento, como el Canzoniere de Petrarca, que recoge su amor apasionado por Madonna Laura, alegre y feliz mientras ella vivía y desconsolado tras su muerte, o los sonetos y églogas de Garcilaso de la Vega.
De la literatura clásica, a través del Renacimiento italiano, llega la valoración positiva de la naturaleza y la atención a la descripción paisajística. Ahora renacen algunos tópicos clásicos:
- El mito de la Edad de Oro: la primera tras la creación, cuando no había necesidad de justicia ni leyes, no existía el tuyo ni el mío, etc.
- Se trata de una naturaleza idealizada, apacible y armónica, que responde al tópico clásico del locus amoenus.
Además de los tópicos paisajísticos, el renacimiento de lo clásico se manifiesta en las abundantes citas y recreaciones de motivos, temas y personajes de la mitología grecolatina, siguiendo el gusto por lo pagano que impregna la literatura del momento.
Las Nuevas Estructuras Métrico-Rítmicas
Tan importante como la temática es la renovación formal basada en la adopción de nuevas estructuras métrico-rítmicas de origen italiano que se apartan del ritmo octosílabo. Con Boscán y Garcilaso de la Vega se aclimata definitivamente el endecasílabo italiano. Los endecasílabos, solos o combinados con los heptasílabos, forman nuevas combinaciones estróficas.
Panorama de la Lírica Castellana del Siglo XVI
La primera mitad está ocupada por Boscán y Garcilaso y los poetas de la llamada escuela italianizante, que son los introductores de las nuevas formas y temas italianos, frente a los poetas tradicionales como Cristóbal de Castillejo.
En la segunda mitad, los nuevos temas y formas se ramifican en diversas manifestaciones que a grandes rasgos se pueden agrupar en dos tendencias:
- Una poesía profana cuyo tema es el amor platónico.
- Una poesía ascético-mística, en la que el amor platónico y el gusto por la naturaleza de ascendencia pagana se convierten en elementos simbólicos. Fray Luis de León representa la escuela poética salmantina.
Un Caballero Renacentista: Garcilaso de la Vega
Poeta profano, miembro de una ilustre familia, Garcilaso de la Vega nació en Toledo. Toda su vida se desarrolló en el ámbito de la corte al servicio del emperador Carlos V. Desempeñó misiones diplomáticas, intervino en varios hechos de armas y visitó más de una vez Italia. Garcilaso encarna el ideal de caballero renacentista en el que se armonizan las armas y las letras. Sin embargo, en su poesía deja al margen las resonancias bélicas y las actividades de cortesano y hombre de mundo para reflejar solo la voz del amor. Sus versos expresan dolor ante un amor imposible.
Su Obra Literaria
La obra poética de Garcilaso es breve: escribió tres églogas, cinco canciones y una epístola, y cuarenta sonetos. Los siglos posteriores lo han considerado como un verdadero maestro.
La Poesía Ascético-Mística
En la literatura ascético-mística se unen la tradición religiosa medieval y la nueva espiritualidad del Renacimiento. Esta literatura describe el camino de perfección, la escala ascendente que recorre el alma para alcanzar la comunión con Dios:
- La vía purgativa: cuando el alma, mediante la penitencia y la oración, se purifica del pecado y se libera de las pasiones.
- La vía iluminativa: el alma, llevada por el ejemplo de los santos y concentrada en la pasión y redención.
- La vía unitiva: es una gracia especial que hace que el alma se enajene y huya del mundo para llegar a la unión espiritual con Cristo.
La primera vía es común a la ascética y la mística, mientras que las otras dos son un privilegio reservado solamente a los místicos.
Fray Luis de León
Su Vida y su Personalidad
Nació en Belmonte en 1527, pero toda su vida estuvo vinculada a Salamanca, donde estudió teología. En 1572 fue denunciado por la Inquisición por preferir el texto hebreo de la Biblia y por desafiar la prohibición del Concilio de Trento de traducir los textos bíblicos a las lenguas romances. Estuvo preso casi cinco años, en los que padeció toda clase de privaciones, hasta que en 1576 regresó triunfalmente a la universidad. Fray Luis fue un hombre de amplísima cultura que gozó de una gran fama entre sus contemporáneos y de la admiración de sus alumnos. Era un temperamento polémico y apasionado que intervino en numerosas disputas y enfrentamientos.
Obras en Prosa y en Verso
Entre sus obras en prosa se mezclan los comentarios bíblicos, las experiencias personales y las notas costumbristas. Podemos destacar:
- De los nombres de Cristo: como asunto, la conversación de tres frailes agustinos.
- La perfecta casada: tratado sobre las virtudes de la casada cristiana.
- Traducción y comentarios del Cantar de los Cantares.
- Exposición del libro de Job.
Su obra poética es muy breve.
San Juan de la Cruz
Una Vida al Servicio de la Orden Carmelita
Nació en Fontiveros en 1542. Ingresó muy joven en la orden del Carmelo y estudió en Salamanca. En sintonía con la tarea iniciada por Santa Teresa de Jesús, emprendió la reforma de la orden carmelita en su rama masculina con la renovación y fundación de monasterios. En 1577, rencillas y envidias dentro de la orden le llevaron a la cárcel durante ocho meses, donde sufrió toda clase de humillaciones.
Su Obra Literaria
San Juan de la Cruz es uno de los más grandes poetas de la lengua castellana, cuya fama y estimación no han sufrido nunca altibajos. Su poesía se considera prodigiosa expresión del sentimiento amoroso. Su obra poética es breve y tradicionalmente se ha clasificado en dos grupos:
- Poemas mayores: Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva, en los que expresa su sublime experiencia mística.
- Poemas menores: en número de diecinueve, que son también una originalísima manifestación de su experiencia espiritual.