Literatura Infantil Española del Siglo XX: Un Viaje por la Imaginación y la Creatividad

Literatura Infantil Española del Siglo XX

La literatura infantil española del siglo XX experimentó un notable auge, con autores que dedicaron su talento a crear mundos imaginativos y personajes entrañables para los más pequeños.

Antes de la Guerra Civil

En esta primera etapa, destacan tres nombres:

Salvador Bartolozzi

Bartolozzi fue un artista y escritor que ilustró la famosa edición de Aventuras de Pinocho de Collodi y creó sus propias series de historietas, como Pinocho y Chapete y Aventuras de Pipo y Pipa.

Elena Fortún

Fortún, bajo el seudónimo de Celia, escribió una serie de novelas protagonizadas por la niña madrileña Celia, que cuestionaba el mundo de los adultos y gozó de gran popularidad entre los lectores infantiles.

Antoniorrobles

Antoniorrobles, conocido por sus cuentos y libros de poesía, fundó la revista infantil El perro, el ratón y el gato y publicó obras como 26 cuentos infantiles en orden alfabético y 8 cuentos de los juguetes vivos.

Después de la Guerra Civil

Tras la Guerra Civil, surgieron nuevos escritores que continuaron el legado de los anteriores:

Borita Casas

Casas creó el personaje de Antoñita la Fantástica, una niña de fuerte imaginación que denunciaba los defectos de la sociedad a través de sus aventuras.

Ana María Matute

Matute, considerada una de las mejores novelistas de la posguerra española, escribió obras infantiles como El polizón del Ulises y El verdadero final de la Bella Durmiente.

Gloria Fuertes

Fuertes, poeta y escritora, destacó por su lenguaje claro y sencillo, y sus versos llenos de frases hechas y proverbios que llegaban al pueblo.

Carmen Conde

Conde, primera académica de número de la Real Academia Española, recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Canciones de nana y desvelo.

El Boom de la Literatura Infantil y Juvenil

En la década de 1975 a 1985, la literatura infantil y juvenil experimentó un auge con autores como Fernando Alonso, Consuelo Armijo, Joan Manuel Bisbert y Jordi Sierra i Fabra, entre otros.

Esta época se caracterizó por un mayor cuidado en la edición y un afán por llevar los libros a los más jóvenes, incluso a los prelectores.

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