Literatura Hispanoamericana: Del 40 al Boom

La Renovación Narrativa (1940-1960)

En la década de 1940, América del Sur experimentó un notable crecimiento urbano, enriqueciendo la vida cultural con la llegada de numerosos intelectuales españoles republicanos y europeos exiliados. Los rasgos innovadores de este periodo son la renovación del lenguaje y el uso de nuevas técnicas estructurales. Los temas también sufrieron una variación notable, incorporando una preocupación de carácter existencial y humano a la intención social. Las novelas presentan una trama de carácter urbano, superando la concepción realista tradicional con la corriente denominada realismo mágico.

El realismo mágico parte de una interpretación de la realidad de América del Sur que mezcla componentes muy variados: lo racional, lo onírico, lo fantástico, lo mágico o maravilloso, unidos a aspectos propios suramericanos como la fuerza de la naturaleza, la historia y el mito.

Entre los autores más destacados se encuentran Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias y Juan Rulfo.

Jorge Luis Borges (1899-1986)

Ensayista y poeta, destaca especialmente por sus cuentos: Ficciones (1944), El Aleph (1949) y El Libro de Arena (1975). Su estilo se caracteriza por la concisión y la ironía. Asocia la fabulación y la fantasía a lo insólito y enigmático de la vida humana, así como a lo simbólico y mítico. Algunas constantes en sus relatos son:

  • La fusión y confusión entre la realidad y la ficción.
  • El misterio de la identidad: el doble, el sueño, la reencarnación.
  • La visión del mundo como un laberinto indescifrable.
  • La concepción circular del tiempo.
  • Las referencias cultas, reales o inventadas, que aportan verosimilitud a sus historias.

Junto a Adolfo Bioy Casares, Borges también escribió relatos policiacos como Seis problemas para don Isidro Parodi (1942).

Juan Rulfo (1918-1986)

El mexicano Juan Rulfo se convirtió en uno de los maestros del nuevo estilo con sus cuentos El Llano en Llamas (1953) y, sobre todo, con la novela Pedro Páramo (1955), en la que Comala, un pueblo, se presenta como auténtico protagonista. Comala representa el mundo de los muertos y se halla dominada por un cacique, Pedro Páramo. Rulfo emplea diferentes juegos espacio-temporales para relatar el viaje de un hombre al pueblo de su padre, cuya historia reconstruirá dialogando con vivos y muertos. La novela consta de setenta secuencias; las treinta y siete primeras se construyen con un narrador en primera persona, Juan Preciado; los restantes fragmentos narrativos se relatan en tercera persona. El estilo es cuidado y posee características poéticas.

El «Boom» de la Narrativa Hispanoamericana (1960 en adelante)

Se conoce como «Boom» latinoamericano o como promoción del realismo mágico a una serie de escritores de la segunda mitad del siglo XX, promocionados en Europa a partir del éxito de la novela La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Esto atrajo la atención mundial sobre la literatura hispanoamericana, ya que durante su desarrollo se había consolidado un nuevo estilo de narración que mostraba de forma directa y concisa la realidad social de América Latina. Otras innovaciones fueron la ampliación de temas (indistintamente rurales o urbanos), la integración de lo real y lo fantástico, la renovación de las técnicas narrativas y la frecuente experimentación con el lenguaje.

Juan Carlos Onetti, Carlos Fuentes y Julio Cortázar

El argentino Julio Cortázar (1914-1984) nació en Bruselas y vivió la mayor parte de su vida en París, aunque siguió los problemas políticos y sociales de Hispanoamérica y defendió las revoluciones cubana y sandinista. Sus cuentos suponen un hito en la renovación narrativa: Bestiario (1951), Final del juego (1956), Todos los fuegos el fuego (1966). En ellos, con un estilo ambiguo, irónico y tierno a la vez, lo fantástico y lo absurdo surgen en medio de lo cotidiano. También ha escrito libros misceláneos como Historias de cronopios y de famas (1962) y La vuelta al día en ochenta mundos (1967), con un peculiar sentido del humor.

Sus novelas se caracterizan por la experimentación con el lenguaje y su análisis del hombre moderno, con sus preocupaciones existenciales y sociopolíticas. Lo fantástico domina en Los premios (1960). Su principal novela, Rayuela (1963), es una obra clave de la literatura hispanoamericana. Su estructura en secuencias sueltas permite distintas lecturas y, por tanto, diversas interpretaciones. También emplea otras técnicas como la distorsión del espacio y del tiempo, con el fin de expresar mejor los temas del caos y el azar de la vida y la relación entre el artista y lo creado. En 1968 publica 62. Modelo para armar, que hace referencia al capítulo 62 de Rayuela. Libro de Manuel (1973) es una crítica a la realidad sociopolítica y a las dictaduras en Latinoamérica, en la que se emplea la técnica del collage.

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