LA GENERACIÓN DEL 98: BAROJA, UNAMUNO Y AZORÍN
La generación del 98
Con la etiqueta de Generación del 98 se identifica a un grupo de escritores que
desarrolla su creación literaria a finales del XIX y principios del XX. Los principales
componentes del grupo fueron: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Antonio
Machado y Valle Inclán. Estos autores cumplen los llamados por Petersen “criterios
generacionales”, a saber:
• Nacimiento en años poco distantes (1864, Unamuno; 1875, Machado)
• Formación intelectual semejante
• Relaciones personales entre ellos (colaboran en las mismas revistas, coinciden en
tertulias…)
• Participación en actos colectivos comunes
• Acontecimiento generacional ( el “desastre del 98” en el que España pierde sus
últimas colonias—Cuba, Puerto Rico, Filipinas—da nombre al grupo)
• Presencia de un guía (parten de la filosofía irracionalista, tomando como maestros a
sus representantes: Nietzsche, Shopenhauer, Kierkegaard…)
• Lenguaje generacional
• Desaparición de la generación anterior (descrédito del Realismo y Naturalismo)
Azorín es quien propone la denominación del grupo en unos artículos de 1913; aunque
la idea fue rechazada inicialmente por algunos miembros como Baroja, el concepto se
impone finalmente. Todos ellos protestan contra las costumbres decadentes de la sociedad
española y proponen una reforma total de las conductas sociales y morales. Desarrollan
un idealismo de carácter neorromántico frente al materialismo positivista del período
anterior. La triste y paupérrima realidad española les causa pesimismo y pesadumbre.
Miran confiados al futuro y pretenden crear con sus obras un nuevo espíritu y una España
mejor.
Ideológicamente el grupo evoluciona desde la inicial exaltación europeísta a la
renuncia de la transformación de la sociedad (en la fase de madurez del grupo, a partir de
1910, su principal temática gira en torno a la reflexión existencial y la preocupación
religiosa. Se busca la esencia de España, identificándola con Castilla, desde posturas muy
subjetivas. En definitiva, siguiendo el pensamiento de Unamuno, se pasa del deseo de
“europeizar a España” a la afirmación de los valores castizos que implican “españolizar a
Europa”.)
Desde el punto de vista estético la literatura de este período puede caracterizarse
por los siguientes rasgos:
• Subjetivismo
• Predominio del contenido sobre la expresión
• Renovación lingüística: -lenguaje sencillo y directo
-ampliación del vocabulario mediante la inclusión de
términos propios del habla popular y dialectal o mediante la
recuperación de los significados etimológicos de las palabras
Los temas del 98 son esencialmente cuatro:
A) El tema existencial: la vida humana y su sentido, la soledad, la tristeza y la melancolía,
el amor y la ausencia del amor, etc.
B) El tema religioso: muy vinculado con el anterior, ya que Dios puede ser lo que dé
sentido a la vida humana. La existencia o la no existencia de Dios, el problema del alma y
la inmortalidad, la fe, la razón y el corazón, son preocupaciones que aparecerán en sus
textos.
C)El tema social: Todos estos autores intentaron en uno u otro momento de sus vidas
transformar la vida española: analizaron las causas de la decadencia del país, así como los
problemas concretos que existían en los primeros años del siglo. Aunque desde
perspectivas diferentes, como consecuencia del individualismo característico de esta
generación, todos buscan una imagen de España alejada de los tópicos. Buscan una
España diferente, reflejada en sus tradiciones. Su búsqueda se centra en el
descubrimiento del alma española. Para ello, escogen varios caminos:1.-El paisaje, en especial el de Castilla,en el que descubren el espíritu austero y sobrio del
hombre castellano. Es una visión subjetiva e idealista que pretende captar el alma de
Castilla y de sus gentes a través de su paisaje.
2.-La historia, que será la historia del hombre anónimo, la de los pequeños hechos de la
vida cotidiana. Unamuno la llamará “intrahistoria”.
D)La literatura: intentaron definirla y adaptar los distintos géneros literarios a sus fines. La
literatura será también un camino para el descubrimiento del alma española: volverán sus
ojos a los autores medievales como Berceo, Fernando de Rojas o Jorge Manrique; a
clásicos olvidados como Góngora o Gracián; a Larra por su profundo sentimiento de
España. Especial interés mostraron por Cervantes y El Quijote, obra en la que veían
reflejadas fielmente las conductas de los españoles.
LA NOVELA DEL 98
En los primeros años del siglo XX la novela que se escribe mayoritariamente en España
es continuación del Realismo y Naturalismo del XIX, cuyos rasgos más destacados son:
➔ Narrador omnisciente
➔ Orden lineal
➔ Intento de objetividad
➔ Reflejo de la realidad
➔ Perspectiva única sobre esa realidad
➔ Importancia de la acción e interés por la descripción de caracteres
➔ Estructuración clásica: planteamiento, nudo y desenlace.
La ruptura con la novela realista se produce a partir de 1902, momento en el que
aparecen cuatro novelas que marcarán la pauta de las obras posteriores de los autores del
98. Estos relatos son: La voluntad, de Azorín; Amor y pedagogía, de Unamuno;
Camino de perfección, de Pío Baroja; y Sonata de otoño, de Valle Inclán.
Los rasgos que caracterizan la nueva narrativa son:
Subjetivismo total
Renovación de las técnicas narrativas:
-Novela construida en torno a un personaje central (protagonista) que representa
las ideas y preocupaciones del autor.
-Desaparición del narrador omnisciente
-Perspectivismo
-Primacía del diálogo sobre la narración: las discusiones y conversaciones de los
personajes tienen tanto o más interés que la acción externa
-Alteración del tiempo lineal de la narración. Para ello se recurre a tres
procedimientos:
-Simultaneidad
-Elipsis
-Saltos temporales
-Disminución de la importancia del argumento y de la acción
-Aparición del personaje colectivos
Esta renovación de la novela no es exclusiva de la literatura española, sino que coincide
con una tendencia de la literatura occidental de esta época: James Joyce, Thomas Mann,
Marcel Proust y Virginia Wolf, entre otros muchos.