Literatura Española Medieval
Épica Castellana
La épica medieval se compone de poemas de carácter heroico que relatan las hazañas de héroes populares. Estos poemas, conocidos como cantares de gesta, eran de transmisión oral y a menudo creados por juglares. Son un género literario medieval por excelencia, con ejemplos como los Siete Infantes de Lara, el Cantar de Roncesvalles y el Cantar de Rodrigo.
Poema del Mío Cid
Datado de mediados del siglo XII o principios del XIII, la copia que se conserva del Poema del Mío Cid cuenta con 4000 versos y fue transcrita por el copista Per Abbat en el siglo XIV. Se trata de un texto narrativo anónimo e incompleto, cuyos fragmentos eran cantados por los juglares. El tema central es la recuperación del honor. Se caracteriza por el partidismo del narrador (visión positiva de las acciones del Cid), el uso del estilo directo, la dramatización, las apelaciones, los epítetos épicos, y la alternancia de tiempos verbales (presente, pretérito perfecto simple e imperfecto). La métrica se basa en series (tiradas) de versos monorrimos asonantes, con un número de sílabas no homogéneo y la presencia de cesuras. Su estructura se divide en tres partes o cantares: del Destierro, de las Bodas y de la Afrenta de Corpes.
Mester de Clerecía
Algunos clérigos (copistas y traductores) vieron la posibilidad de enseñar a sus feligreses contando historias. En el siglo XIII nació el mester (oficio) de clerecía, caracterizado por su intención didáctica, la variedad de temas tratados y la preocupación por la métrica. La regularidad del verso se manifiesta en la estrofa utilizada: la cuaderna vía, compuesta por cuatro versos monorrimos de catorce sílabas con rima consonante y dos hemistiquios separados por cesura. Los autores cultos empleaban recursos juglarescos.
Gonzalo de Berceo
Primer autor castellano de nombre conocido, vivió en La Rioja en la primera mitad del siglo XIII. Sus obras más destacadas son la Vida de los Santos de los monasterios en los que trabajó (Santo Domingo de Silos y San Millán de la Cogolla) y los Milagros de Nuestra Señora (25 poemas de tradición medieval). Milagros de Nuestra Señora comienza con una introducción alegórica, seguida de 25 relatos que conforman historias completas.
Prosa en la Edad Media
Don Juan Manuel
Sobrino de Alfonso X el Sabio, Don Juan Manuel fue uno de los protagonistas del reino de Castilla en el siglo XIV y el primer autor de la literatura castellana con plena conciencia de su oficio. Decidió guardar el manuscrito de sus libros corregidos personalmente. El Conde Lucanor (también conocido como Libro de Patronio o Conde Lucanor) es una colección de relatos que recoge la tradición medieval y otros propios de la nobleza del autor, tratando temas de comportamiento moral y social, y prestigio. Don Juan Manuel es el primer escritor castellano que unió el didactismo con la ficción literaria en prosa, siguiendo una estructura que repite en todos los cuentos.
Literatura del Siglo XV
Marqués de Santillana
Don Íñigo López de Mendoza (1398-1458) recibió la influencia de la cultura europea, especialmente del primer humanismo italiano. Su interés por el mundo antiguo lo llevó a reunir una amplia biblioteca y a favorecer las traducciones clásicas. Sus obras más conocidas son dos poemas alegóricos (La Comedieta de Ponza y el Infierno de los Enamorados) y las Serranillas, poemas de arte menor que relatan el encuentro de un caballero con una serrana.
Juan de Mena
Poeta influido por Dante (1411-1456), escribió El Laberinto de la Fortuna (también conocido como Las Trecientas). En esta obra, el poeta viaja al palacio de la Fortuna, donde la Providencia le muestra las tres ruedas de la diosa: dos inmóviles (pasado y futuro) y una móvil (presente). Allí observa la suerte que han corrido otros personajes.
Dante Alighieri
Dante (1265-1321) sintetiza en su Divina Comedia (poema alegórico en tercetos encadenados) el saber clásico y el cristianismo. En su viaje por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, realiza una reflexión sobre el destino humano.
Jorge Manrique
Jorge Manrique (1440-1479) nació en Paredes de Nava (Palencia), donde su padre Rodrigo fue conde. Recibió la influencia de la lírica culta europea, cultivando composiciones burlescas y poesía amorosa de gran calidad, con rasgos de la lírica provenzal. Su obra más importante son las Coplas a la muerte de su padre.
Coplas a la muerte de su padre
Se trata de una elegía compuesta por 40 coplas de sextillas de pie quebrado, con versos octosílabos, rima consonante y estructura 8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c, 8d, 8e, 4f, 8d, 8e, 4f. El tema central es la muerte. La obra se puede dividir en tres partes:
- Estrofas I-XIII: reflexión sobre la vida y la muerte.
- Estrofas XIV-XXIV: recuerdo del poder y lujo de nobles casi olvidados.
- Estrofas XXV-XL: recuerdo de Don Rodrigo y sus virtudes.
La Celestina
Fernando de Rojas, bachiller en La Puebla de Montalbán y alcalde de Talavera (Toledo), escribió La Celestina, partiendo de un primer acto de autor anónimo. La primera edición impresa se publicó en Burgos en 1499, con 16 actos, que aumentaron a 21 a partir de la edición de 1502. Poco más se sabe de Rojas, salvo que era de una familia de conversos (judíos convertidos al catolicismo) y que influyó en la visión del mundo renacentista. El texto está dialogado, sin narrador, con numerosos escenarios urbanos y una larga duración, lo que hacía imposible su representación teatral en aquella época. Cuenta la historia de Calisto y Melibea, con una concepción del amor alejada del amor cortés de los cancioneros: una pasión real, ciega y egoísta.