La Honra: Tema Central del Cantar de Mio Cid
La recuperación de la honra por parte del Cid es el tema que atraviesa toda la obra. Primero, debe recuperarla en el plano político y militar, ante el rey Alfonso VI y contra los moros; y después, en el plano familiar, a causa del agravio sufrido por sus hijas. Así, la honra, doblemente perdida y recuperada, es el eje de las acciones del Cantar de Mio Cid. Por otra parte, la campaña del Cid, realizada en una tierra de frontera, donde abundan las estrecheces y en situaciones en las que resulta necesario el esfuerzo personal para lograr la subsistencia, le permite al héroe desarrollar una ética del esfuerzo y acentuar el contraste con los envidiosos instalados cómodamente en la corte. Para comprender esta idea, es importante recordar que, en la época en que se compuso el Cantar, la alta nobleza ya estaba desprestigiada y había surgido un sentimiento general de rechazo hacia sus miembros.
El Romancero: Evolución de los Cantares de Gesta
La difusión de los cantares de gesta en España se prolongó hasta el siglo XIV, cuando comenzó un proceso de rápida decadencia. En el siglo XV ya no se registran poemas ni cantares de gran extensión. Simultáneamente, aparece un nuevo tipo de poesía breve, que combina la tradición épica con motivos de la lírica popular e incorpora nuevos rasgos de estilo. Se trata de los romances, que circularon entre el pueblo en el siglo XIV. Posteriormente, comenzaron a ser puestos por escrito en pliegos sueltos o en colecciones, llamados romanceros, mientras seguían difundiéndose en la memoria popular, recreándose y alcanzando nuevas tierras, a medida que el Imperio español se expandía.
Características del Romance
El romance es un género lírico-narrativo característico de la literatura española. La palabra «romance» tiene varios significados. Designa a las lenguas vulgares originadas del latín coloquial. El español, como el italiano, el francés, el portugués y otras, son lenguas romances. Análogamente, en la Edad Media, la palabra nombraba de manera general a todo poema narrativo en lengua vulgar. A partir del siglo XV, en cambio, pasó a designar un tipo de poema destinado al canto o a la recitación en el que pueden destacarse las siguientes características:
- Extensión breve, sobre todo en comparación con los cantares de gesta, de los cuales muchos romances derivan.
- Empleo del verso de ocho sílabas. Si bien algunos autores optaron por transcribirlos en versos de dieciséis sílabas con una marcada pausa que separaba el verso en dos, la unidad métrica del romance es el octosílabo. Este esquema métrico procede, justamente, de la versificación empleada ya en los cantares de gesta.
- Rima asonante en los versos pares, y libre en los versos impares.
- Serie indefinida de versos, característica que también se relaciona con las tiradas de los cantares de gesta.
Clasificación y Temas de los Romances
Los romances pueden ser clasificados de acuerdo con el tema que aborden. Aquellos leídos en las páginas anteriores, por ejemplo, se clasifican como históricos nacionales, ya que narran diversos episodios del Cid Campeador. Pero existen también los siguientes tipos:
- Romances carolingios: trataban temas de la épica francesa, contaban historias de Carlomagno y sus Doce Pares, los caballeros que lo secundaban.
- Romances noticieros o fronterizos: cantaban sucesos locales y recientes, sobre todo aquellos que se relacionaban con las últimas luchas contra los moros.
- Romances novelescos: un grupo muy heterogéneo que cantaba motivos relacionados con la antigua poesía popular o asuntos de aventuras no históricos.
A diferencia de los cantares de gesta, caracterizados por los temas históricos, los romances podían abordar también los siguientes temas:
- Sentimiento amoroso: los personajes femeninos muchas veces se imponen sobre los masculinos, en sus acciones o en la consecución de sus deseos. Esto da cuenta de un cambio importante en la cosmovisión de la sociedad.
- Conflicto entre el rey y el vasallo: en estos casos, el vasallo era el personaje que gozaba de la simpatía del público.
- Caída de los príncipes: la representación de personajes de elevado linaje que atraviesan situaciones de derrota.
La Novela Picaresca: Un Nuevo Género para una Nueva Realidad
Lazarillo de Tormes fue publicada en 1554 en España y se encuadra dentro del surgimiento de un nuevo género, la novela picaresca. Este género irrumpe para mostrar la realidad más cruda del Imperio español: la pobreza de las clases bajas, el descontento social, la mezquindad de los más privilegiados y los abusos del clero y la nobleza. El género toma su nombre del protagonista, un pícaro que logra sobrevivir por medio de su ingenio y astucia en un medio social que le es adverso y marginal. Así, el pícaro se opone al ideal del caballero que se había destacado hasta entonces en la narrativa medieval.
Características de la Novela Picaresca
Veamos a continuación otras características que definen al género:
- Carácter autobiográfico de la narración: el protagonista de la novela cuenta su historia desde los orígenes empleando la primera persona. Las circunstancias que narre acerca de su vida le permitirán dar cuenta de aquello que el autor desea criticar de la realidad. En el caso de Lazarillo de Tormes, el narrador en primera persona se dirige, mediante una carta, a alguien de un nivel social más alto (la fórmula que utiliza es «Vuestra Merced»). Esta estructura de carácter epistolar le dará unidad a las distintas situaciones vividas por el protagonista al servicio de distintos amos, y transformará el conjunto de historias en una novela.
- Verosimilitud: el aspecto autobiográfico y la descripción detallada de los diversos tipos sociales, sus costumbres y los ambientes en los que estos se mueven hacen que la narración resulte verosímil. Del mismo modo, el lenguaje llano empleado en el relato también contribuye a la verosimilitud de la historia, ya que Lázaro es un personaje de baja extracción social, no letrado (el lenguaje utilizado es acorde con su origen humilde).
- Sátira de vicios y costumbres: por medio de la crítica o burla se ponen de manifiesto las costumbres y vicios de la sociedad. Este procedimiento literario se emplea para generar humor y, en ocasiones, se recurre a él con un fin moralizante. La crítica apunta a la corrupción, la hipocresía, el «falso honor», la ambición, la avaricia y la falta de solidaridad por parte de los estamentos sociales más privilegiados.
Crisis Social y Realismo Literario en el Siglo XVI
Lazarillo de Tormes se constituyó en un éxito inmediato. Esto puede relacionarse, seguramente, con la crisis que atravesaba España en el momento de su aparición. Una gran parte de los campesinos, sin trabajo, se trasladaban a las ciudades en busca de oportunidades, pero terminaban mendigando ante la falta de estas. En este sentido, frente a los héroes medievales de los más altos estamentos, generalmente nobles, que protagonizaban las obras literarias de la Edad Media, el personaje del pícaro se muestra como un antihéroe. La picaresca instala al pícaro, representante de las clases más marginadas, en el escenario de las ciudades renacentistas para librar las peores batallas: aquellas que lo llevan a enfrentar el hambre y el maltrato. Ya desde el prólogo de la obra, Lázaro se refiere a aquellos que han sido beneficiados con un apellido ilustre y una dote o herencia familiar y a los que, en cambio, pertenecen a su misma condición: los desafortunados que no gozan de privilegios y deben «salir a buen puerto» a costa de su esfuerzo personal, soportando padecimientos físicos y morales. La sociedad española personificada en la novela estaba constituida por ocho estratos sociales: la realeza, la nobleza, la aristocracia cortesana, los caballeros, el clero, la burguesía, los letrados y militares, los campesinos, la plebe y los marginales. Casi todos ellos aparecen encarnados en Lazarillo de Tormes a través de los amos a los que el protagonista debe servir para lograr su subsistencia. La vida compartida con ellos será la excusa para que el autor nos muestre el accionar de los representantes de cada uno de esos estratos.