Literatura Española: Generación del 27 y Novecentismo

Generación del 27

La poesía de la generación del 27 surgió a finales del reinado de Alfonso XIII y está marcada por la II República y la Guerra Civil.

Se discute sobre si es una generación o un grupo literario. En cualquier caso, les une: tener edades parecidas, formaciones universitarias similares (la Residencia de Estudiantes), haber sido amigos, tener a Ortega y Gasset y a Juan Ramón Jiménez como profesores y reivindicar la poesía de Góngora (aparecen en la Antología de Gerardo Diego).

Aunque cada autor sigue su propia evolución, se puede dividir su obra en tres etapas: hasta 1927 (influencia del Modernismo), hasta la Guerra Civil (la más importante, orientada a la poesía pura, uso de la metáfora y una poesía deshumanizada) y la etapa del exilio (nostalgia por la patria, angustia existencial y solidaridad).

También presentan rasgos estilísticos comunes en poesía y teatro: en poesía, toman elementos de las vanguardias, utilizan metáforas irracionales, combinan la innovación formal con la tradición y destacan temas como la muerte y las cuestiones íntimas. En teatro, siguen la línea del teatro renovador (Alberti, Lorca y Salinas).

Autores Destacados de la Generación del 27

  • Pedro Salinas: Evoluciona desde el vanguardismo hacia temas más tradicionales. Escribe lírica (La voz a ti debida y Underwood girls) y teatro (La cabeza de Medusa y El dictador).
  • Jorge Guillén: Destaca por su poesía intelectual (Cántico y Clamor).
  • Gerardo Diego: Mezcla tradición (Alondra de verdad) y vanguardia (Imagen).
  • Dámaso Alonso: Escribe Hijos de la ira.
  • Luis Cernuda: Sus temas más destacados son la poesía amorosa y la muerte (Donde habita el olvido y Los placeres prohibidos).
  • Vicente Aleixandre: Se caracteriza por la soledad, el tono coloquial y la meditación. Sus obras destacadas son Espadas como labios (antes de 1936), Sombra del paraíso (después de 1936) y Poemas de la consumación.
  • Rafael Alberti: Destaca por la nostalgia. Escribe Marinero en tierra (etapa neopopular), Cal y canto (etapa barroca y vanguardista), Poeta en la calle (poesía comprometida) y Entre el clavel y la espada (poesía del exilio). También escribe teatro (El hombre deshabitado).
  • Federico García Lorca: Se centra en las mujeres, los gitanos y el campo andaluz. Escribe poesía (Romancero gitano en su primera etapa y Poeta en Nueva York en la segunda) y teatro (La casa de Bernarda Alba, Yerma y Bodas de sangre).
  • Miguel Hernández: Es el epígono de esta generación. Escribe lírica y teatro. En lírica destaca Perito en lunas (época de experimentación), Viento del pueblo (época de compromiso) y Cancionero y romancero de ausencias, que incluye Nanas de la cebolla (época de madurez). En teatro escribe Quien te ha visto y quién te ve.

El Novecentismo y las Vanguardias

El Novecentismo y las Vanguardias nacieron en 1914, en una época marcada por el final del reinado de Alfonso XIII, la Primera Guerra Mundial y la dictadura de Primo de Rivera.

Al Novecentismo se le denomina la Generación del 14. Tiene un papel político basado en la intelectualidad. Destaca por el vitalismo reflejado al tratar la situación del país y por el cambio del modelo estético para crear el “arte puro”, una estética depurada para alcanzar la perfección. Dentro del Novecentismo se distinguen varios géneros como el ensayo, la novela y la poesía.

Ensayo

En el ensayo destaca José Ortega y Gasset, quien emplea un estilo claro y elegante. Su obra se divide en dos bloques: el filosófico, político y sociológico, cuyo tema principal es la razón vital y destaca la obra España invertebrada; y la teoría artística y literaria, cuyo tema más destacado es la deshumanización, que defiende que el arte debe alejarse de la afectación y la subjetividad. Destaca la obra La deshumanización del arte.

Novela

En novela destacan: Ramón Pérez de Ayala, quien mezcla lo grave y lo cómico, y cuya obra Belarmino y Apolonio destaca por su ironía; Gabriel Miró, que destaca por su poesía bella y vívida con obras como El obispo leproso y Nuestro padre San Daniel; y Wenceslao Fernández Flórez, quien fue el genio cómico de la época con obras como El bosque animado.

Poesía

En poesía destaca Juan Ramón Jiménez, quien es el autor más importante y se caracteriza por su tonalidad triste y la búsqueda de la belleza pura. Su obra queda dividida en tres etapas: la etapa sensitiva, en la que destacan Platero y yo (narrativa), Elegías y Arias tristes (lírica); la etapa intelectual, en la que busca la poesía pura con el menor número de elementos posible (destaca Eternidades); y la etapa verdadera, en la que emplea un tono más trascendente (destaca Dios deseado y deseante).

Vanguardias

Las Vanguardias nacen alrededor de la Primera Guerra Mundial, llegando a abarcar una gran cantidad de movimientos tales como el Futurismo, el Dadaísmo, el Surrealismo, el Creacionismo y el Cubismo. Estos movimientos comparten con el Novecentismo el rechazo por la literatura anterior, la libre interpretación del arte y la defensa de la idea del “arte por el arte”.

Los movimientos más importantes fueron: el Creacionismo, introducido por Vicente Huidobro, en el que se busca utilizar la menor cantidad de elementos para representar el mundo propio y no la realidad, y la introducción de los caligramas; el Ultraísmo, que destaca por romper con el orden lógico e introducir innovaciones tipográficas (cambio en los signos de puntuación, eliminación de lo íntimo, renovación de las metáforas y caligramas). Sobresale Guillermo de la Torre por su obra Manifiesto Ultraísta (motivo de inicio de este movimiento, también destacan Gerardo Diego y Jorge Guillén); el Surrealismo, que hace alusión a los elementos oníricos, la suprarrealiad, el empleo de collages, etc. Destaca Ramón Gómez de la Serna, creador de las greguerías (metáfora humorística en la que se establece una relación absurda, insólita y trivial). Destaca su obra Greguerías.

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