Evolución de la Novela Española: Desde 1939 hasta los Años 70
Las décadas de 1940, 1950 y 1960 en la literatura española reflejan la evolución social y política del país a través de distintas corrientes narrativas.
Años 40: La Novela Existencial y el Tremendismo
En plena posguerra y dictadura franquista, España vive un periodo de aislamiento internacional, censura, pobreza y represión. La literatura de esta década está marcada por la angustia, la frustración y la soledad. La novela existencial refleja personajes marginados y desesperanzados en espacios cerrados. La familia de Pascual Duarte (Camilo José Cela, 1942) inaugura el tremendismo, caracterizado por escenas crudas y violentas. Nada (Carmen Laforet, 1945) muestra el vacío existencial de la posguerra en un ambiente opresivo, mientras que La sombra del ciprés es alargada (Miguel Delibes, 1947) refleja la tristeza y resignación ante la vida.
Años 50: La Novela Social y el Realismo Crítico
Con la ligera apertura del régimen (ingreso en la ONU, acuerdos con EE.UU.), el éxodo rural y las protestas universitarias, la literatura se vuelve más comprometida. La novela social denuncia injusticias y desigualdades, inspirándose en el realismo decimonónico (Galdós) y el neorrealismo italiano (Pasolini). Se divide en dos tendencias:
- Objetivismo: narra la realidad sin juicios del autor (El Jarama, Rafael Sánchez Ferlosio, 1955).
- Realismo crítico: con una denuncia explícita (Central eléctrica, Jesús López Pacheco; La piqueta, Antonio Ferres).
En el exilio, destacan obras como Réquiem por un campesino español (Ramón J. Sender), que trata la Guerra Civil, y La forja de un rebelde (Arturo Barea), autobiográfica y comprometida.
Años 60: La Novela Experimental
Con el crecimiento económico y el cambio de mentalidad, la novela social comienza a desgastarse y surge la novela experimental, que busca innovaciones narrativas sin perder el tono crítico. Tiempo de silencio (Luis Martín-Santos, 1962) introduce un lenguaje denso, múltiples perspectivas y monólogo interior. Volverás a Región (Juan Benet) crea un espacio mítico con estructuras narrativas complejas. Últimas tardes con Teresa (Juan Marsé) es una sátira de la burguesía progresista. Cinco horas con Mario (Miguel Delibes) muestra el choque entre tradición y progreso mediante un largo monólogo. Señas de identidad (Juan Goytisolo) experimenta con la fragmentación narrativa.
Cada década refleja una transformación literaria influenciada por la realidad histórica de España.
El Teatro Español: Tradición y Renovación (Principios del Siglo XX – 1939)
El teatro en España desde principios del siglo XX hasta 1939 refleja una tensión entre tradición y renovación. Aunque las vanguardias europeas de autores como Ibsen, Chéjov, Shaw y Wilde eran conocidas, el teatro español tarda en modernizarse, dando un salto significativo en los años 20 y 30 con figuras como Valle-Inclán y Lorca.
El Teatro Tradicional
- Drama romántico o modernista: Sigue el estilo de Echegaray, con tono declamatorio y temas históricos o fantásticos. Autores: Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol), Francisco Villaespesa (Aben-Humeya) y los hermanos Machado (Las adelfas).
- Comedia burguesa: Liderada por Jacinto Benavente (Premio Nobel en 1922), con obras como Los intereses creados, retrata la alta burguesía con una crítica moralizante.
- Teatro cómico: Destacan Carlos Arniches, con sainetes como El santo de la Isidra, y Pedro Muñoz Seca, creador del astracán con La venganza de don Mendo.
La Renovación Teatral
Surge con fuerza en Cataluña, donde Adrià Gual impulsa el Teatre Íntim y la Escola d’Art Dramàtic. Autores como Unamuno (Fedra) y Azorín (Lo invisible) exploran un teatro más filosófico y onírico. Valle-Inclán evoluciona desde el modernismo hacia un teatro en libertad, destacando con sus Comedias bárbaras y el esperpento, género que deforma grotescamente la realidad, como en Luces de bohemia. Lorca busca un teatro total, combinando poesía y elementos visuales en obras como Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba, que exploran la represión social y la frustración femenina.
El Teatro Durante la Guerra Civil
Durante la Guerra Civil, el teatro refleja el conflicto con obras de Alberti (De un momento a otro) y Miguel Hernández (Pastor de la muerte). También se desarrolla el teatro de circunstancias, con piezas breves de propaganda política. Tras la guerra, la censura y el exilio de muchos autores, junto con la muerte de Lorca, Valle-Inclán y Hernández, paralizan la innovación teatral, dejando el panorama cultural estancado hasta la posguerra.
Valores Gramaticales de «SE»
El pronombre «se» en español tiene múltiples valores y funciones, que se pueden clasificar en dos grandes grupos:
Valores de «SE» sin Función Sintáctica
- Morfema pronominal: Forma parte del verbo pronominal. No tiene función sintáctica. Ejemplos: Se quejaba continuamente; El niño se ha dormido; Juan se va.
- Dativo ético: Uso expresivo y coloquial. No tiene valor sintáctico. Ejemplo: Se leyó el libro sin rechistar.
- Pasiva refleja: El sujeto es paciente, pero el verbo está en voz activa. Solo en 3ª persona. Ejemplo: Se vendieron varios cuadros (Varios cuadros fueron vendidos).
- Impersonal: Indica impersonalidad. Solo en 3ª persona del singular. Ejemplo: Se vive bien en Madrid.
Valores de «SE» con Función Sintáctica
- Pronombre personal átono de 3ª persona («Falso SE»): Sustituye a «le/les» cuando le sigue «lo, la, los, las». Ejemplo: Le di el libro → Se lo di.
- Pronombre reflexivo: El sujeto realiza la acción sobre sí mismo. Puede ser CD o CI. Ejemplo: Carlos se peina (CD); Carlos se peina el pelo (CI).
- Pronombre recíproco: Dos o más sujetos realizan la acción mutuamente. Puede ser CD o CI. Ejemplo: María y Juan se quieren (CD); Los jugadores se cambiaron las camisetas (CI).
Perífrasis Verbales: Modales y Aspectuales
Perífrasis Modales
- Obligación/Necesidad: deber + inf.; haber de + inf.; tener que + inf.; hay que + inf. (Pedro debe venir).
- Probabilidad/Suposición: poder + inf.; deber de + inf.; puede ser que + inf. (Pedro puede llegar mañana).
- Capacidad/Autorización: poder + inf. (Pedro puede resolver el problema).
- Aproximación: venir a + inf.; deber de + inf. (Eso viene a costar mil euros).
- Intención: haber de + inf.; ir a + inf. (Pedro va a estudiar hasta las ocho).
Perífrasis Aspectuales
- Ingresivas (acción inminente): ir a + inf.; pasar a + inf.; estar para + inf.; estar a punto de + inf.; estar al + inf. (Voy a hacer los deberes).
- Incoativas (inicio de la acción): comenzar a + inf.; empezar a + inf.; ponerse a + inf.; romper a + inf.; decidirse a + inf. (Comienzo a hacer los deberes).
- Durativas (acción en desarrollo): estar + ger.; andar + ger.; continuar + ger.; llevar + ger.; ir + ger.; seguir + ger.; venir + ger.; tener + ger. (Estoy haciendo los deberes).
- Terminativas (acción finalizada o interrumpida): acabar de + inf.; cesar de + inf.; concluir de + inf.; dejar de + inf.; llegar a + inf.; terminar de + inf.; alcanzar a + inf. (Termino de hacer los deberes).
- Resultativas (acción con resultado): llevar + part.; quedar + part.; tener + part.; ir + part.; dar por + part.; dejar + part.; estar + part. (Tengo hechos los deberes).
- Habituales (acción frecuente): soler + inf.; acostumbrar + inf. (Suelo venir a las ocho).
- Reiterativas (acción repetida): volver a + inf. (Volví a hacer los deberes).
Mecanismos de Cohesión Textual
- Deixis textual: Referencia a elementos dentro del texto. Ejemplo: La profesora dijo que la llames («la» es un pronombre deíctico anafórico). / Me interesa esto: el color y las formas («esto» es un pronombre deíctico catafórico).
- Elipsis: Omisión de elementos que se sobreentienden. Ejemplo: Alberto juega al fútbol todas las tardes, después saca al perro (Se omite «Alberto», elipsis nominal).
Etapas en la Poesía de Luis Cernuda
La poesía de Luis Cernuda, figura clave de la Generación del 27, se suele dividir en cuatro etapas:
- Fase inicial (influencia de la poesía pura): Perfil del aire (1927). Influencia de Juan Ramón Jiménez. Versos armoniosos que buscan la belleza.
- Etapa surrealista: Un río, un amor (1929); Los placeres prohibidos (1931); Donde habite el olvido (1933). Poesía más apasionada y rebelde. Aborda el deseo, la insatisfacción y el rechazo de los valores convencionales.
- Etapa del exilio: Las nubes (1940); Como quien espera el alba (1947). Tono melancólico y reflexivo. Expresa su dolor por la Guerra Civil y su rechazo a la España que lo obliga a vivir fuera.
- Fase de madurez: Variaciones sobre un tema mexicano (1952); Desolación de la quimera (1962). Poesía más filosófica y serena. Reflexiona sobre el paso del tiempo, la memoria y el desencanto.
Los Personajes en «La Realidad y el Deseo» de Cernuda
- El yo poético: Figura central, hombre solitario que vive entre el anhelo y la frustración.
- El amante idealizado: Encarna el deseo, la pasión y, a menudo, la imposibilidad del amor.
- España: Personaje simbólico, patria amada pero también hostil.
- La naturaleza y el tiempo: Adquieren un valor casi personificado, símbolos de la fugacidad de la vida y la memoria.
Temas Principales en la Poesía de Luis Cernuda
- Oposición entre realidad y deseo: Choque entre lo que anhela y lo que la sociedad le impone.
- El amor y el deseo: A menudo frustrados o imposibles, reflejando su identidad y el rechazo que sufre.
- Exilio y nostalgia: Su salida de España tras la Guerra Civil marca su obra, transmitiendo desarraigo y tristeza.
- El paso del tiempo y la memoria: El recuerdo se convierte en un refugio ante la fugacidad de la vida.
- La soledad y el rechazo: Cernuda se siente ajeno tanto en el amor como en la sociedad.
La Poesía Española: Desde 1939 hasta 1970
La lírica española de la posguerra estuvo marcada por las consecuencias de la Guerra Civil y la división entre vencedores y vencidos. Muchos poetas republicanos se exiliaron o fueron perseguidos.
Años 40: Poesía Arraigada y Desarraigada
La poesía se agrupó en dos tendencias:
- Poesía arraigada: Promovida por la revista Garcilaso, reflejaba un mundo ordenado (Dios, la patria, la familia).
- Poesía desarraigada: Representada por la revista Espadaña, expresaba angustia y caos con un tono existencialista (Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre).
También surgieron otros grupos como los poetas de Cántico y el movimiento vanguardista Postismo.
Años 50: Poesía Social y de la Experiencia
La poesía adoptó un tono más social y comprometido (Gabriel Celaya, Blas de Otero, José Hierro). Hacia finales de la década, evolucionó hacia la poesía de la experiencia, con un enfoque más personal (Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, Carlos Barral).
La lírica de posguerra refleja la fractura de la sociedad española y evoluciona desde la introspección existencialista hasta una poesía social y, finalmente, hacia una visión más personal e irónica en los 60.