Literatura Española del Siglo XVIII: Neoclasicismo y Prerromanticismo

Literatura Española del Siglo XVIII

Neoclasicismo y Prerromanticismo

La Ilustración en el Teatro: “Si de las niñas” de Moratín

Si de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín, es la obra más representativa del teatro neoclásico español. Triunfa la virtud y la razón, pilares del pensamiento ilustrado. Moratín no solo plantea problemas, sino que también propone soluciones. El tema de los casamientos desiguales, impuestos por la autoridad familiar, se repite en otras obras del autor. La educación de los jóvenes era primordial para los ilustrados, considerándola fundamental para el progreso y la estabilidad social. La crítica a la educación se desarrolla desde un punto de vista ilustrado: se ataca la obediencia ciega que impide a los jóvenes rebelarse. Se ataca el abuso de autoridad de padres y tutores egoístas e intransigentes.

Conclusión: Si de las niñas es un referente de su época, representando los ideales ilustrados españoles y permitiendo el progreso social. Responde a la finalidad didáctica del neoclasicismo: enseñar deleitando. Desde el punto de vista literario, es la obra más representativa del neoclasicismo español, convirtiendo al teatro en uno de los géneros más destacados del siglo XVIII por su capacidad para transmitir ideas ilustradas. La literatura española del siglo XVIII se convierte en un vehículo de transmisión de las ideas ilustradas: literatura racional y didáctica. La mesura y la razón triunfan sobre la imaginación.

Corrientes estilísticas

  • Posbarroquismo: A comienzos del siglo XVIII, hereda la tradición barroca, pero agotada en su sentido y forma. Aparece el Rococó, un barroco menor, refinado y elitista.
  • Neoclasicismo: Define la literatura ilustrada, suponiendo una vuelta al mundo grecolatino clásico, con sus reglas y la imitación de la naturaleza. El sentimentalismo es proscrito.
  • Prerromanticismo: Ensalza los sentimientos frente a la razón, inicio de una nueva literatura que se desarrollará en el siglo XIX.

Prosa del siglo XVIII

Se desarrolla en la segunda mitad del siglo. Destacan el ensayo y la crítica:

  • Ensayo: Escrito en prosa donde el autor ofrece su opinión sobre distintos temas con el propósito de persuadir al lector. Benito Jerónimo Feijoo, con su Teatro crítico universal, intenta desterrar errores en todos los campos del saber, y sus Cartas eruditas y curiosas exponen problemas filosóficos, científicos y literarios desde la perspectiva de la razón.
Gaspar Melchor de Jovellanos

Entre sus títulos más destacados se encuentran Memorias para el arreglo de la policía de espectáculos e Informe sobre el expediente de la ley agraria. Insistía en que el progreso era imposible sin la reforma de las instituciones. Atacó los excesos de la Iglesia, lo que le trajo muchos problemas. Defendió el progreso científico y un plan de instrucción pública, abordando la educación como base del progreso y defendiendo el método experimental. La crítica fue muy utilizada para satirizar vicios y costumbres.

José Cadalso

Con Cartas marruecas (género epistolar), pretendía mostrar la realidad española a través del perspectivismo: un español conoce su país, y dos marroquíes lo conocen a través de él, ofreciendo una visión más generalizada. Cadalso ofrece una dura crítica de España, subrayando las causas de su decadencia y proponiendo remedios. Su crítica fue constructiva: un gran patriota que buscaba reformar, no destruir, su país.

También destacan el artículo periodístico y la prosa de ficción.

Espronceda

Formó parte de una sociedad secreta, fue perseguido por sus ideas y encarcelado. Huyó a Portugal, donde conoció a Teresa Mancha, con quien mantuvo una relación atormentada. Permaneció en el exilio hasta la muerte de Fernando VII. Representa la rebeldía individual frente a la sociedad; es el poeta de la desesperación y el entusiasmo. Volcó sus inquietudes en la poesía y, como muchos románticos, cayó en la desesperación y el desengaño al chocar con una realidad que no se correspondía con sus ideales. En sus Canciones muestra su rebeldía y critica las normas sociales. Sus personajes son seres solitarios que representan a la sociedad.

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