Literatura Española del Siglo XV: Cortesana, Manrique y Romancero

Cambios Sociales y Culturales en el Siglo XV Español

Buena parte del siglo XV se desarrolló en España con guerras civiles, pero la unificación de los reinos tras el matrimonio de los Reyes Católicos devolvió estabilidad al país. La economía seguía teniendo una base agraria y rural. Las crisis económicas trajeron convulsiones sociales (enfrentamientos).

Se amplió el conocimiento de la geografía y se produjo la invención de la imprenta. La presencia de la cultura clásica grecorromana era cada vez mayor.

La creación literaria de este siglo dejará el testimonio de un país que se aprestaba a vivir su etapa de mayor poder: desde las composiciones morales y satíricas que aluden a episodios históricos, hasta el reflejo de la crisis, pasando por los vaivenes de la lírica entre lo tradicional y lo renovador. En cuanto a la lengua literaria, se producen varios fenómenos importantes:

  • Corriente latinizadora que busca ennoblecer el castellano tratando de asemejarlo al latín: se retuerce la sintaxis y se introducen numerosos cultismos.
  • El vocabulario se enriquece con galicismos e italianismos.
  • La presencia del habla popular es cada vez más abundante en las creaciones artísticas.

La Lírica Cortesana

Es un arte literario desarrollado en las cortes durante los siglos XIV y XV. Predomina la poesía culta que revela una fuerte influencia trovadoresca y provenzal. Se trata de breves canciones líricas, ingeniosas composiciones de estilo ligero y metros cortos, destinados al canto. A medida que avanza el siglo, se nota la influencia italiana de Dante y Petrarca, y el gusto por la imitación de la literatura clásica latina. Un ejemplo son los “decires” o poemas de carácter didáctico y doctrinal.

El predominio de la poesía cortesana no debe hacer olvidar la importancia de la poesía satírica de fuerte contenido social, como la de las Danzas de la muerte.

El Marqués de Santillana (1398-1458)

Su vida palaciega y cortesana no le impidió adquirir una vasta cultura y reunir una biblioteca famosa en su época. Sus obras de origen trovadoresco son quizá sus creaciones más vivas hoy en día. En sus Canciones y decires integra con gracia y viveza lo popular y lo culto. En sus obras de influencia italiana ambiciona imitar a Dante y Petrarca. Fue un precursor de los nuevos caminos de la poesía en obras como los Sonetos fechos al itálico modo, primer intento de incorporar el soneto a la poesía castellana.

Juan de Mena (1411-1456)

Fue uno de los mayores latinistas de su época. Su obra más importante es el Laberinto de la Fortuna o Las trescientas. Un extenso poema formado por coplas de arte mayor en versos dodecasílabos, que sigue el modelo de la Divina Comedia de Dante. Su lenguaje toma como modelo a los clásicos latinos; de ahí la abundancia de cultismos y referencias mitológicas, el continuo uso del hipérbaton y la complejidad sintáctica oracional.

Jorge Manrique: Coplas por la muerte de su padre

Es un poeta de producción reducida: unas cincuenta composiciones, la mayoría de las cuales son poesías amorosas, de influencia trovadoresca y carácter cortesano. La elegía que compuso tras la muerte de su padre, las Coplas, en 1476 es una de las composiciones funerales más perfectas y emotivas de la lírica castellana.

Temas

Encontramos un conglomerado de motivos y tópicos extraídos de la tradición, pero recreados de una manera personalísima por Manrique.

1) El mundo: es un lugar de paso, una morada provisional y ajena. Como es una estancia transitoria, no hay que aferrarse a las cosas mundanas (poder, riquezas, etc.), pues son engañosas, fugaces e inestables. Esta inconsistencia está motivada sobre todo por: la Fortuna, el Tiempo y la Muerte. Tópicos: Menosprecio del mundo, transitoriedad del mundo, “ubi sunt?”, “homo viator”.

2) La Fortuna: es un azar ciego que desencadena las tragedias humanas. Se presenta como una rueda presurosa e inestable que reparte caprichosamente la felicidad y la desgracia. Tópico: carácter mudable de la Fortuna.

3) El Tiempo: es fugaz y carece de consistencia. El presente, cuando queremos darnos cuenta, ya no existe; el futuro se convierte en sucesivos presentes inaprensibles, en seguida reducidos al pasado, a un no ser irreversible. Como el mundo se sustenta en el tiempo y este es efímero, es inútil depositar las esperanzas en lo terrenal. Tópicos: “tempus fugit”, “ubi sunt?”.

4) La Muerte:

a. Poder igualatorio (sentido democrático)

b. Aparición imprevisible e inoportuna

c. Poder destructor

d. Carácter inexorable (inevitable)

e. Imagen macabra que inspira angustia

f. Crueldad y ensañamiento

Manrique supera en la última parte esta visión de la muerte y le hace recobrar un sentido trascendente.

5) La Fama: conseguir que nuestro nombre perdure en la memoria de los que nos sobreviven es una forma de prolongar la vida. Esta fama es consecuencia de una vida de honor, ejemplar, virtuosa y un camino para salvarse. Es como una tercera vida (vida terrenal, vida eterna y vida de la fama) que conecta al autor con el sentir renacentista.

Estructura

De pirámide invertida, pues empieza tratando aspectos generales que afectan a todos y va particularizando con ejemplos hasta llegar al caso individual de la figura de su padre. (Orden deductivo)

  • 1-13: contenido filosófico universal. Con un tono de sermón moralizante va advirtiendo sobre la fugacidad de la vida, la inestabilidad de las cosas mundanas y el carácter inexorable de la muerte.
  • 14-24: ejemplificación histórica. Carácter argumentativo, probatorio de las verdades universales. Va dando numerosos ejemplos históricos, tanto de la Antigüedad como recientes (s. XV), siguiendo una estructura jerárquica descendente.
  • 25-40: individualización. Particulariza en la figura de su padre.
    • 25-33: panegírico elogioso del padre difunto, encareciendo sus cualidades de buen caballero y buen cristiano.
    • 34-49: dramatización, diálogo entre la muerte y don Rodrigo.
    • 40: Fin. Expiración.

Métrica

Cada una de las cuarenta coplas está formada por doce versos configurados por dos sextillas dobles que presentan la siguiente estructura: 8a 8b 4c 8a 4c 8d 8e 4f 8d 8e 4f. La rima es consonante. A este tipo de estrofa la llamamos también copla manriqueña o copla de pie quebrado. A veces (20% de los casos) el verso quebrado tiene 5 sílabas: esto ocurre cuando el verso anterior acaba en palabra aguda o cuando se da una supuesta sinalefa entre el verso quebrado y el verso anterior.

El empleo de este tipo de estrofa es uno de los hallazgos técnicos de la obra, pues consigue un perfecto equilibrio entre dinamismo (por el uso de versos de arte menor) y ritmo solemne y elegante.

Las Coplas gozaron de gran éxito y fueron traducidas en los siglos XV y XVI a todas las lenguas cultas, incluso al latín, y fueron glosadas por numerosos y destacados poetas como Jorge de Montemayor. El interés por la obra se ha mantenido en los siglos posteriores.

El Romancero

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En el s. XIV los cantares de gesta entran en decadencia y, a causa de su excesiva longitud, comienzan a fragmentarse. Sobrevivirían así las partes de mayor interés para el público. Suele definirse, entonces, como un género épico-lírico.

El conjunto de romances tradicionales de creación anónima, transmisión oral y compuestos para el canto recibe el nombre de Romancero Viejo. Estos romances surgen en los siglos XIV y XV.

La popularidad alcanzada por los romances tras su recopilación hizo que en los siglos XVI y XVII todo tipo de escritores compusieran infinidad de obras e imitación de las tradicionales. Recibiendo el nombre de Romancero Nuevo. Su transmisión es escrita y son de autor conocido.

CARACTERÍSTICAS MÉTRICAS Y ESTILÍSTICAS:

Es un poema no estrófico de versos octosílabos con rima asonante en los versos pares. Su transmisión oral es la causa de que algunos recursos estén dirigidos a teatralizar los acontecimientos. Como con:

·La dramatización (con la inserción de diálogos)

·Los apóstrofes (dirigidos al espectador)

·La aparición del narrador en la escena.

·La apelación al protagonista del romance

·Las repeticiones, que subrayan los nombres de los protagonistas o de los lugares donde transcurren los hechos y refuerzan la memorización del poema.

Así el romance se caracteriza por su capacidad de sugerencia, pues causa una gran intensidad imaginativa y emocional en el oyente. Cabe señalar también que algunas características del lenguaje épico también se conservan. Como el empleo de epítetos épicos para los personajes, el gusto por el léxico y la pronunciación arcaizantes y el uso particular de los tiempos verbales, que no concuerdan a veces con el uso común.

Por su parte, los romances se agrupan en:

·Históricos (se inspiran en un hecho histórico concreto)

·Épicos o literarios

·Novelescos o de aventuras, donde se incluyen creaciones de carácter variado

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