Literatura Española del Siglo XIX: Espronceda, Clarín y Bécquer

José de Espronceda y su «Canto a Teresa»

Contexto y Análisis

«Canto a Teresa» está escrito en **octavas reales**. En esta obra, la voz del poeta desarrolla el tema del **amor**. Es una de las composiciones de tema amoroso de **Espronceda** más importantes. Se presenta como un lamento por la pérdida de un amor. En primer lugar, nos encontramos con un conflicto entre el mundo interior y el real. Un recuerdo de lo que fue y ya no es (vv.1-2). Espronceda plantea la metáfora del amor roto (vv.4), recuerda la fase de iniciación que es la de la felicidad, la del placer.

La metáfora esencial de Espronceda es la de la **nave** y la del **poeta**. En la tercera octava aparece lo típico del locus amoenus reflejado en una serie de imágenes paradisíacas (vv.18-20: «el sol iluminaba… mansamente respondía»). La función de la elegía amorosa es el recuerdo del amor perdido. Es el **corazón** y no la mente el que interpreta ese tiempo pasado feliz e ilusionado. El corazón tiene un papel más importante que el del alma. Ésta es una especie de ente para la contemplación de la eternidad en la que no se cree. El corazón asume las funciones atribuidas por los neoplatónicos al alma.

Imágenes y Simbolismo

Otra imagen recurrente es la imagen tradicional del **agua**: las imágenes del agua están implicadas en ese canto de dolor por una pérdida (nave, mar, río). Encontramos que el poeta es un navío que surca con dificultad las aguas de la vida, sobre todo las traicioneras aguas. El significado de ese mar de la vida es opuesto al sentido de la imagen del mar en la elegía. Identificar la vida con el río es identificar el tiempo. La visión del tiempo está rechazada en Espronceda.

El río es otra de las imágenes importantes en este canto; es la vida que va a morir al mar, pero en Espronceda no va a la muerte. Esta imagen se asocia con la del manantial, una fuente, por lo que esos ríos son una fuente del amor. Pero esta fuente cristalina, en la falta de todo lo que es la ilusión, se va llenando del dolor del hombre y se convierte en sombríos torrentes que desembocan en un lodazal.

Conclusión sobre Espronceda

Este es un canto que trasciende la temática amorosa de principio a fin. El amor es la mayor fuente de perfección. El fracaso amoroso es la nave que se estrella. El mundo real estafa a la ilusión. Todo «El diablo mundo» no es sino el desarrollo del pesimismo escéptico de Espronceda y de su rebelión con la realidad. Es, sin duda, la obra más interesante del **romanticismo español** (excluido Bécquer). Ocupa un puesto de honor dentro de nuestra poesía romántica. Es evidente que existen afinidades entre Byron y Espronceda, no porque fuera Espronceda un imitador, sino porque el común punto de arranque le lleva a tener características formales, estilísticas, etc. Por otro lado, Espronceda es, en el panorama del romanticismo, un poeta singular. La conexión mayor de este autor es con Larra. No hay punto de contacto entre Espronceda y el resto de poetas románticos. Otros identifican a Espronceda como un poeta maldito, como Rimbaud.

Leopoldo Alas «Clarín» y «La Regenta»

Importancia y Contexto

«La Regenta» es la gran novela del **Realismo español**. Algunos afirman que las tres obras más importantes de la literatura española son: «La Celestina», «El Quijote» y «La Regenta». Clarín es uno de los grandes novelistas aparecidos después de la Revolución de la Gloriosa. Se dice que «La Regenta» es la novela de la Restauración, es decir, la que da forma al mundo de ese periodo de la revolución borbónica. Se nos muestra como el naturalista de la novela española. Como narrador, escribe esta obra que, a pesar de ser la única de su producción, es la obra suprema de su narrativa del siglo XIX. A Clarín (narrador por intensidad) le falta la creatividad espontánea que tenía Galdós (narrador por extensión).

Ana Ozores y la Trama

Se podría decir que «La Regenta» es la historia de **Ana Ozores** (comparada con Emma, de la obra de Flaubert). Casada con un hombre bondadoso, a lo largo de la obra se da cuenta de su frustración sexual y psicológica. A partir de esa frustración, va oscilando entre dos hombres: el sacerdote **don Fermín** y **don Álvaro**, quien hace que Ana Ozores caiga en el adulterio. Ana Ozores es un personaje quijotesco, vive de ilusiones creadas a través de la lectura.

Vetusta y el Conflicto Central

En la novela se subraya el papel central de la ciudad donde ocurre, **Vetusta**. Aquí es donde tiene lugar la acción. Dicen que Clarín lo que hace es describir la vida cotidiana de esta ciudad en todos los aspectos. La historia de Ana Ozores pretende ser una santa Teresa o doña Inés. Lo que le interesa a Clarín es el conflicto interior de Ana Ozores, sobre todo la lucha entablada entre Fermín de Pas y don Álvaro por la posesión de Ana. Finalmente, se manifiestan ambos personajes como corrompidos y mezquinos.

Estructura de la Novela

La novela tiene dos partes claramente definidas: la primera parte se da en tres días (15 capítulos) y la segunda parte en tres años (15 capítulos). En la primera no hay acción, es una narración sobre quién es Ana Ozores. La primera parte acaba con los personajes definidos. Ya en la segunda parte entramos en la acción. En la novela también se incluye como tema central la temática del **adulterio**.

Gustavo Adolfo Bécquer y sus «Rimas»

Introducción a Bécquer

Bécquer es un poeta completamente diferente al máximo lírico de la lírica romántica española. La sencillez de Bécquer no es sencillez, es depuración. Lo ubicamos en la **poesía postromántica**. Escribió en pleno momento realista. Las «Rimas» son de 1871, pero él muere en 1870. Esa obra aparece en el esplendor del realismo. Se ha dicho que el romanticismo se concibe como un arte arrastrado hacia el yo real: vida y literatura. Bécquer se va a separar de esta directa expresión a través del texto del yo real, o del yo lírico. Nos vamos a encontrar con un poeta que va a dar al texto una elaboración manierista. Estamos ante un poeta que privilegia lo que de constructo tiene el texto poético. «Cuando siento, no escribo». Los románticos sienten y escriben, y escriben lo que sienten. Esto es algo difícil de entender en Bécquer.

Romanticismo y Poesía Pura

En el romanticismo, hay muy poca poesía pura, aunque la poesía pura es un concepto que aparece después del romanticismo. El romanticismo no es un momento de poesía desnuda, sino de poesía retórica, y no solo se llena de elementos narrativos, sino también de espectacularidad. Si consideráramos a Bécquer un poeta romántico, podríamos afirmar que de todos los poetas románticos, Bécquer es el menos retórico, menos ampuloso, menos espectacular y el más desnudo.

«Rimas»: Características y Estructura

La obra maestra de Bécquer, «Rimas«, es un cuerpo de 79 rimas, que son breves, agrupadas en torno a una serie de temas. Con esta obra, Bécquer excluye lo que pudiera sonar a hueco, a retórico, y se logra la más pura expresión del sentimiento con un lenguaje muy esencializado y muy hondo. Está claro que Bécquer representa una absoluta excepción con respecto a los poetas románticos en cuanto al empleo del lenguaje en poesía. Bécquer inicia el camino hacia la búsqueda de la palabra exacta.

Influencias y Contexto Literario

Ver de dónde sale Bécquer es remitirnos al ambiente «pre-becqueriano». En el siglo XIX la balada española tuvo mucho éxito en la literatura española. La fama de esta balada va a recaer en un poeta menos llamado, **Vicente Barrantes**, uno de los poetas prebecquerianos en la poesía española. Otros son Antonio Trueba y José Selgas. Las «Rimas» se publican en 1871, un año después de morir Bécquer.

Obras Complementarias y Proceso Creador

Esto acarreará una serie de problemas. Al margen de las «Rimas», las leyendas de Bécquer también tienen su importancia. «Cartas literarias a una mujer» es un texto fundamental y singular para entender a Bécquer y a su poesía. Publica también la crítica a «La soledad» de Ferrán, más siete de sus 28 leyendas en prosa. Bécquer estuvo recluido en un monasterio del norte de España donde escribe «Cartas desde mi celda«. En 1868 tenía escritas (no publicadas) sus famosas «Rimas». Bécquer muere a los 34 años. Bécquer y Rosalía de Castro serían los líderes de la renovación poética.

Organización de las «Rimas» y la «Introducción Sinfónica»

Establece un orden de rimas que cuando se publican no se respeta. La primera que se publica es la rima XIII. La «Introducción sinfónica» es de alta importancia. Bécquer distinguió dos tipos de poesía: la poesía tradicional donde incluye el romanticismo y su ideal poético (una poesía breve, seca, etc.). Esta poesía sugerente de Bécquer surgió de un proceso creador porque para él lo misterioso es el proceso de creación textual. Según él, la creación poética tiene fases como la primera fase, «visión», donde arranca ese proceso creador, es una especie de visión o ensoñación, es misteriosa. En la segunda, el poeta se pone a escribir, lo que el poeta tiene no es el sentimiento, es la memoria viva de los sentidos en forma de visión. Bécquer no está al final del romanticismo, sino al principio de la poesía moderna de corte simbolista o modernista. En la segunda fase, Bécquer se enfrenta con las limitaciones del lenguaje que, como tal, se muestra como un instrumento incapaz de expresar todo lo que un poeta quiere decir. Rara es la rima de Bécquer que no tenga conexión directa con otros textos de otros autores, en los que Bécquer se ha servido en su recreación de esas emociones, de una recreación literaria. Este autor hace literatura con literatura.

Temas de las «Rimas»

Las «Rimas», con respecto al contenido, fueron reunidas por sus amigos en un orden que no tenían. La ordenación se corresponde con cuatro temas básicos:

  • Propia poesía y poeta (1-11)
  • Amor ascendente (12-29)
  • Desilusión y tristeza amorosa (30-51)
  • Soledad y desesperación (52-79)

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