Literatura Catalana en la Posguerra
Durante los primeros años de posguerra, la literatura catalana se mantuvo latente. A lo largo de los años cuarenta y cincuenta, aparecieron obras fundamentales de autores como Josep Carner y Foix. No obstante, el catalán fue prohibido durante un período considerable. Tanto la edición de libros como las representaciones teatrales en catalán tuvieron que esperar años más propicios, a partir de 1946, con el final de la Segunda Guerra Mundial y la derrota de los regímenes totalitarios. A partir de este momento, el catalán se fue recuperando muy lentamente, con el obstáculo de la censura política y moral.
Afortunadamente, aparecieron voces literarias durante esta época, con gran calidad y eco, como es el caso de los poetas Carlos Riba y Joan Oliver. El éxito popular de Josep Pla y Sagarra fue importante porque recuperaron mucho público para la literatura catalana. También llegó el momento de la confirmación de escritores de gran valía, como Mercè Rodoreda, Llorenç Villalonga, Salvador Espriu, etc.
Mercè Rodoreda: Una Voz Imprescindible
La trayectoria literaria de Mercè Rodoreda comenzó en el período de la Cataluña republicana. Publicó un conjunto de novelas, de las cuales la escritora solo salvó Aloma, que la consagró como una autora de prestigio. Esta novela ofrece un retrato de una chica joven que permite aproximarse a las condiciones familiares y ambientales de una época. En este sentido, la novelista maduró en su estilo y transmitió la atmósfera de un tiempo histórico. También se aprecia en Aloma la carga poética que la escritora supo dar a sus palabras.
Los temas de las guerras y la crueldad humana se reflejan en los cuentos que escribió y en las novelas. Estos cuentos son muestras excelentes de su calidad como narradora.
Recopiló sus narraciones y las presentó al premio Victor Catalán, que ganó con el título Veintidós cuentos. De las diferentes técnicas que utilizó en este libro, se decantó por la narración subjetiva y poética con una escritura hablada y próxima al monólogo interior.
La plaza del Diamante es la novela que Mercè Rodoreda trabajó con intensidad en Ginebra. La escritora tuvo la habilidad de reproducir el mundo interior de Natalia-Colometa, sin duda representativo de mucha gente que se había quedado en el país. Natalia es un personaje extraordinario e impresionante, una mujer que aguanta la guerra y la posguerra, que no pudo ni plantearse huir. Es una novela escrita con un gran estilo y riqueza lingüística.
Espejo roto es una de las obras más logradas de la trayectoria novelística de Rodoreda, que desde el título quiere hacernos ver que el concepto realista de la ficción, la novela como espejo, ya se puede dar por terminado. La perspectiva elegida por los autores del siglo XX es la de un punto de vista parcial y subjetivo. No es posible la objetividad. Sin embargo, la novela se convierte en una meditación desencantada sobre la existencia humana. Por otro lado, el espejo, objeto que refleja el paso del tiempo, se rompe por la presencia absoluta de la muerte, que conlleva la destrucción del universo de ficción.
La simbología que aparece en las obras de Rodoreda recoge motivos como el de la flor y el jardín, que se relacionan con la infancia. El jardín modesto de Aloma se ha convertido en Espejo roto en un espacio mágico y de carácter mítico. Cada novela tiene su emblema simbólico: la flor en Aloma, la paloma en La plaça del Diamant, el agua en Espejo roto, etc.
Llorenç Villalonga: Memorias de una Sociedad Desaparecida
El escritor mallorquín Llorenç Villalonga es otro de los grandes memorialistas de la literatura catalana, que consigue una brillante vía expresiva a través de la novela. A partir del referente de la propia biografía, reconstruye un mundo, una sociedad que ya ha dejado de existir. Bearn o la sala de las muñecas es su obra principal y presenta un personaje de la aristocracia rural mallorquina, don Antonio, que manifiesta la obsesión de conservar sus recuerdos en unas memorias.
Es curiosa la evolución de Llorenç Villalonga. Antes de la Guerra Civil era un escritor afrancesado, esnob, anticatalanista, de tendencias fascistas. Pero después, se alejó del falangismo y de las ideas fascistas con la creación del Bearn mítico.
Toda la obra de Villalonga gira en torno a la novela Bearn o la sala de las muñecas. Transforma la realidad vivida (su autobiografía) en un mundo subjetivo, personal y mítico, mediante la deformación caricaturesca y la evocación elegíaca.
Otros Autores Destacados
Pere Calders es un narrador importante que ha hecho una obra destacada en el campo del cuento y la novela. Publicó un libro de cuentos, El primer Arlequín, donde se puede ver una primera expresión de su línea narrativa. La Guerra Civil interrumpió el inicio de su carrera literaria. En el exilio, escribió una novela: Crónicas de la verdad oculta, una obra de indudable calidad y madurez, practicando un humor muy especial y una aproximación al terreno fantástico.
Manuel de Pedrolo fue uno de los escritores más leídos de la posguerra y contribuyó a una cierta normalización de la recepción pública de la literatura catalana en diversos ámbitos, con una novela de ciencia ficción como Mecanoscrito del segundo origen o la participación en el fenómeno popular de la narrativa policial con Juego sucio.
Salvador Espriu: Poesía y Compromiso Civil
La necesidad de refugiarse en el recuerdo y la constante meditación sobre la muerte son características de la poesía de Salvador Espriu. Constituyen el panorama que queda tras la Guerra Civil: el marco insoslayable de una posguerra dura y cruel. Esta tendencia se observa en libros como Las canciones de Ariadna, Cementerio de Sinera, Las horas, etc. Pero no debemos olvidar su faceta civil, reivindicativa, que se manifiesta en La piel de toro. En muchos de estos versos se expresa el sueño de un futuro de libertad, de convivencia y de paz.
La orientación poética de reflexión social y política tuvo un gran eco colectivo, aunque los temas habituales de la poesía de Espriu siguen presentes en esta obra. Hay que reiterar la representatividad que consiguió Salvador Espriu como poeta nacional de Cataluña en unos tiempos de falta de libertad y de derechos humanos básicos.
Joan Oliver (Pere Quart): Realismo Histórico y Compromiso Político
Algunos poemas de Joan Oliver, Pere Quart, se sitúan en la corriente del realismo histórico o social que se desarrolló a lo largo de los años sesenta. Se manifiesta un rechazo de la poesía hermética, postsimbolista, y se cree en las virtudes que puede tener la palabra poética para contribuir en la lucha contra la opresión de la dictadura franquista. Su obra más importante es Vacaciones pagadas.