Lírica Primitiva y Poesía Cancioneril en la Literatura Medieval Española

La Lírica Primitiva Culta

Las primeras manifestaciones de la lírica culta peninsular se desarrollaron en Cataluña, en el reino de Galicia y en Al-Ándalus. En el siglo XII surgió en Provenza la poesía trovadoresca, que se desplazó a Cataluña en el siglo siguiente. Esta poesía se recoge en casi cien cancioneros.

La poesía trovadoresca, de carácter lírico, fue obra de autores conocidos y se expresó en una lengua homogénea por encima de las variedades dialectales de los poetas. Fue cultivada por los trovadores, cuyas composiciones estaban destinadas al canto y fueron divulgadas por los juglares.

Géneros de la Poesía Provenzal

Los trovadores cultivaron:

  • La cansó: composición de carácter amoroso, siempre de hombre a mujer, que refleja la ideología feudal: relaciones amorosas equiparadas a las relaciones feudales entre señor y vasallo. Se empleaba el lenguaje feudal para expresar sentimientos.
  • Sirventés: se empleaba como forma de expresión de ira, reprensión, ataque personal, polémica literaria o discurso moralizante.

La Lírica Culta Gallego-Portuguesa

Incluye un cancionero de burlas y un cancionero religioso.

  • Cancionero de burlas: integrado por dos tipos de composiciones: cantigas de escarnio (sátiras veladas y encubiertas de carácter personal).
  • Cancionero religioso: constituido por las Cantigas de Santa María, obra del rey Alfonso X el Sabio.

La Lírica Culta Árabe y Hebrea

En los siglos X y XI surgieron en Al-Ándalus dos tipos de poemas estróficos: el zéjel y la moaxaja. El tema fundamental de ambas composiciones es el amor, frecuentemente de carácter homosexual. El escenario es urbano y aparecen referencias a la flora y a la fauna características de Al-Ándalus. Entre el zéjel y la moaxaja hay diferencias relativas tanto a la lengua como a la estructura.

  • Moaxaja: escrita en árabe clásico, pero fue adoptada por otros poetas hispano-judíos que emplearon el hebreo clásico. La última estrofa se denominaba jarcha.
  • Zéjel: se compuso en árabe dialectal y carecía de jarcha.

La Lírica Primitiva Popular

Villancicos: en Castilla se componen poemas cultos cuyos primeros versos se denominan villancicos. El resto de la composición compone la glosa. El tema más común de los villancicos es el amoroso y coincide con el de las jarchas y las cantigas: una doncella enamorada se lamenta de su situación o angustia. El lugar del encuentro es un entorno rural en el que cobra relevancia el agua. En los villancicos es frecuente el uso de los adjetivos, verbos de movimiento, diminutivos, oraciones exhortativas, desiderativas, etc.

La Poesía Cancioneril

En los primeros tercios del siglo XV, la nobleza se reunía y se dedicaba al culto de las ceremonias cortesanas y a la poesía, como forma de evasión del desorden sociopolítico imperante. Así surgió la poesía cancioneril. La poesía cancioneril castellana tiene su base en la poesía trovadoresca y se encuentra recopilada en cancioneros:

  • Cantigas: poemas breves destinados al canto de tema amoroso. Forma fija constituida por la cabeza, variación y vuelta.
  • Decires: composiciones más largas y destinadas a la lectura, denominadas coplas a finales del siglo.

Poesía Amorosa

El tema principal es el amor y su ideología, la del amor cortés. El amor se presenta como una fuerza sobrecogedora que se incrementa con la resistencia de la amada. El sufrimiento se halla placentero. El léxico expresa metafóricamente el sometimiento del caballero a la dama y también se relaciona con la guerra y la religión. No aparecen descripciones de la dama, solo se habla de sus ojos y de su corazón, y en muchos casos se percibe una corriente de erotismo.

Poetas del Siglo XV

Destacan:

Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana y Juan de Mena. En la segunda mitad de la centuria sobresale la figura de Jorge Manrique.

Marqués de Santillana

Formado en la corte de Alfonso V de Aragón, el Marqués de Santillana cultivó la poesía moral, política y alegórico-narrativa. En su producción sobresalen las serranillas, que narran el encuentro entre un caballero y una pastora. Intentó también aclimatar el soneto italiano al castellano.

Juan de Mena

Autor de cantigas y decires amorosos de tono intelectual y estilo artificioso, su obra más destacada es Laberinto de Fortuna, dedicada al rey Juan II. Introduce múltiples topónimos y listas de autores.

Jorge Manrique

Es el máximo representante de la lírica castellana en el siglo XV. Cultivó la poesía amorosa y burlesca, pero su obra cumbre es Coplas a la muerte de su padre. Constan de 40 estrofas denominadas coplas manriqueñas de pie quebrado, constituidas por 12 versos que siguen el siguiente esquema: 8a8b8c8a8b8c8d8e8f8d8e8f. En la obra se distinguen dos partes: la primera, de carácter general, comprende las primeras 24 estrofas; en la segunda, las 16 restantes, se exalta la figura de su padre.

El estilo manriqueño se caracteriza por su naturalidad, es innovador en relación con el estilo literario anterior, estilo humilde, en el que adquiere relevancia el uso de sentencias. Se centra en el empleo de metáforas e imágenes. En las coplas también son habituales las interrogaciones retóricas como el ubi sunt? Pretende llegar a todos los públicos.

En las Coplas, Manrique no describe a la muerte como un ser macabro, sino como ministra de Dios, aunque la muerte sea un ser despiadado contra el cual es imposible oponer resistencia. Gracias a las buenas obras realizadas en su vida terrenal y la fama adquirida por ellas, don Rodrigo consigue alcanzar la vida eterna, venciendo a la muerte.

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